Los guías turísticos reclaman ayuda y medidas para frenar el avance de los 'free tours'

«Nuestro trabajo no es un hobby, no es un pasatiempo, sino una profesión digna», afirma Tomás Vivas, presidente de la Asociación de Guías Oficiales de Extremadura. Por eso esta entidad rechaza a quienes están haciendo su trabajo a cambio de una propina, a los llamados 'free tours', un movimiento que lleva años en Europa, que ya está en Extremadura y que va en aumento. Especialmente en Cáceres, Mérida, Zafra, Llerena y Jerez de los Caballeros.

Los 'free tours' son rutas turísticas guiadas sin ninguna tarifa fijada, pero donde el visitante da una propina al guía en función de su grado de satisfacción cuando termina el recorrido. La iniciativa surgió hace años de la mano de estudiantes de Turismo como una forma de ganar soltura haciendo de guías no oficiales por los rincones más emblemáticos de las ciudades y, de paso, ganar algo de dinero también. Pero hoy es un negocio por parte de las plataformas que ofrecen estos servicios. Los turistas los contratan por internet y abonan una propina a los guías que, a su vez, pagan una tarifa a la plataforma, según explica Tomás Vivas.

«Al final se trata de un negocio que no tributa y que supone una competencia desleal para nosotros, los guías oficiales, que sí pagamos a Hacienda y contribuimos al Estado del Bienestar», argumenta. Porque las propinas no están sujetas a ninguna fiscalización «ni las empresas que llevan el negocio tienen sede en España». Además, deja claro, «estos guías no tienen la habilitación requerida en Extremadura».

Para ser guía oficial en la región hay que superar una prueba de conocimientos y también de un idioma extranjero. En la actualidad, Extremadura cuenta con una treintena de guías turísticos en activo, aunque son más de 300 los que han logrado la habilitación oficial a lo largo de las diversas convocatorias que ha habido. La última fue en 2016 y está previsto que próximamente se convoque otra, puesto que en principio la periodicidad de estos exámenes debe ser cada dos años.

Por eso los guías oficiales exigen que se ponga freno a quienes realizan su trabajo sin estar habilitados para ello y cobran propinas. «Estamos hablando de una competencia desleal, no solo porque no cumplen los requisitos que a nosotros se nos exigen para trabajar en Extremadura, sino porque están contribuyendo a que nuestra profesión pierda dignidad; nadie paga conforme a su grado de satisfacción, se abona el servicio que se contrata», defiende el presidente de los guías oficiales extremeños.

Desde la entidad se pide a la Junta medidas para controlar la situación y ponerle freno, de la misma forma que persigue concienciar a la sociedad sobre lo que está ocurriendo y trabajar para «acabar con los tópicos que existen», añade. «No es cierto que los 'free tours' realicen visitas más animadas que nosotros, que estamos altamente cualificados para atender cualquier tipo de perfil, ya sean niños o expertos en arte»; como tampoco es cierto, según Tomas Vivas, que «nuestras visitas sean más caras». Afirma que las realizadas por guías oficiales cuestan entre 6 y 10 euros por persona, «y las propinas que al final se pagan por los 'free tours' están entre 5 y 10 euros, por lo que no parece que haya tanta diferencia», resume. Donde sí la hay, insiste, «es en la preparación que se nos exige a nosotros y que nosotros sí tributamos a Hacienda». De ahí la necesidad que hay, a su juicio, de que la situación se empiece a controlar: «Estamos perjudicando al turismo, un motor económico de la región».

Del mismo modo que la Dirección General de Turismo ha iniciado acciones para frenar y regularizar los pisos turísticos ilegales, «reclamamos actuaciones contra los 'free tours' para ayudarles a dignificar su profesión. «Es preciso que se ponga coto a la competencia desleal e insana, a esta realidad que sufrimos a diario y por la que hemos notado un claro descenso en la demanda de nuestros servicios». Tomás Vivas aclara que no quieren un monopolio. « De hecho, queremos pruebas de habilitación periódicas para que nuestro colectivo, el de los guías turísticos oficiales, vaya en aumento, pero no queremos a quienes nos están perjudicando», explica.

Por eso piden a Turismo que exija la habilitación a todos los que trabajan como guías en la región y que no valga la lograda en otras comunidades o en otros países, aunque lo permita Europa. «Porque nada tiene que ver lo que se exige para tener la habilitación en esta región con lo que se pide en otras, en las que basta rellenar un formulario con los estudios que se tienen para que te la den», zanja Vivas.