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Control de alcoholemia y drogas ayer en la carretera de Olivenza, junto a Badajoz. PAKOPÍ
Guardias civiles en moto también hacen ya los test de alcohol y drogas

Guardias civiles en moto también hacen ya los test de alcohol y drogas

La DGT presta especial atención al consumo de sustancias psicoactivas, porque cree que hay una menor conciencia social de sus efectos al volante

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Jueves, 14 de diciembre 2017, 23:33

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Cuando termine esta semana, unos cuantos conductores extremeños, seguramente más de medio centenar vistos los precedentes, tendrán menos dinero en su cuenta corriente y menos puntos en su carné de conducir. Habrán perdido lo uno y lo otro por haberse puesto a los mandos de un vehículo tras tomar alcohol o drogas. O las dos cosas. La campaña especial de Navidad de la Guardia Civil en la comunidad autónoma terminó el año pasado con 35 denunciados por alcohol y 16 por drogas. Y la de este año, que comenzó el lunes y concluirá este domingo, presumiblemente registrará un balance con más casos positivos. No porque el consumo haya aumentado, sino porque la Guardia Civil dispone de más medios para hacer este trabajo. Entre ellos, los detectores móviles.

«Los positivos por droga se dan también en horario laboral y no solo en las noches del fin de semana»

Es la primera campaña de estas fechas en la que los aparatos que permiten realizar los tests no los tienen solo los agentes que se mueven en coches. Este año disponen de ellos también algunas –no todas– de las patrullas motorizadas que hay en la región. Estos dispositivos se fabrican ya en un tamaño más reducido, que permite llevarlos en los compartimentos de almacenaje que incorporan las motocicletas de la Benemérita, cuya agrupación regional de tráfico está compuesta por 220 agentes en la provincia de Badajoz y 180 en la de Cáceres. «Los conductores deben saber que ahora, también los motoristas que llevan los detectores pueden hacerles las pruebas de consumo de alcohol o drogas», previene Héctor David Pulido, jefe del sector de Tráfico de la Guardia Civil en Extremadura.

Él explica que el objetivo de campañas especiales como la que se desarrolla esta semana en toda España «no es detectar muchos casos positivos, sino tratar de ayudar a que aumente la percepción ciudadana del riesgo que supone para ellos y para el resto de conductores ponerse al volante habiendo consumido sustancias prohibidas».

El 43% de los fallecidos

Para este año, la DGT (Dirección General de Tráfico) hará especial hincapié en el consumo de sustancias psicoactivas, entre otros motivos porque entiende que hay una menor conciencia social sobre el peligro que entraña conducir habiéndolas tomado. «Los efectos que produce el alcohol en la conducción –apunta la DGT– son conocidos por la casi totalidad de la sociedad, en cambio los que provocan otras drogas como el cannabis, la cocaína o las anfetaminas son más desconocidas entre la población». «Este hecho –asume la Dirección General de Tráfico– nos preocupa y nos lleva a incrementar el número de controles de drogas».

Que tomar sustancias prohibidas es una conducta de riesgo lo certifican los datos. De cada cien conductores que fallecen cada año, 43 presentan restos de alcohol, drogas o psicofármacos en la sangre, según un estudio del Instituto Nacional de Toxicología. Evidencias como esta mueven a la administración a tratar de llamar la atención ciudadana mediante campañas específicas que incluyen más controles en las carreteras. Según explica el jefe del sector de Tráfico en la región, esos puntos de verificación de alcoholemia y/o drogas se ubican en la mayoría de los casos en vías convencionales y cerca de entornos urbanos.

En su contexto

  • 1.000 euros y seis puntos Es la multa por la infracción administrativa que supone conducir con presencia de drogas en el organismo, siempre que no se hayan tomado por prescripción médica y con una finalidad terapéutica. La tasa, la presencia de signos de haberlas tomado o la negativa a hacer el test pueden elevar el caso a delito contra la seguridad del tráfico, que implica pena de cárcel.

  • Deprimen o estimulan La DGT explica que el alcohol, los opiáceos y los psicofármacos (ansiolíticos, hipnóticos o tranquilizantes) deprimen el sistema nervioso; la cocaína, nicotina, anfetaminas y xantinas lo estimulan y el LSD, los hongos, los derivados del cannabis y las drogas de síntesis son alucinógenos.

  • 30 casos positivos por consumo de drogas se contaron en la última campaña especial desarrollada en Extremadura, el pasado verano (del 11 al 15 de agosto). Se hicieron 256 controles.

«Los controles –explica el comandante jefe Pulido– se hacen a cualquier hora y en cualquier sitio, pues la experiencia nos ha demostrado que los casos de conducción habiendo consumido alcohol y particularmente drogas no se dan solo durante las noches del fin de semana». De hecho, él comenta que no es en absoluto extraño encontrar casos de positivo por alguna sustancia psicoactiva haciendo el test un día laborable en horario de mañana. «Particularmente con el consumo de drogas, lo cierto es que no se puede hablar de un perfil tipo del conductor que las ha tomado, porque encontramos positivos en personas de muy diferente edad y condición», certifica el jefe del sector de Tráfico.

De hecho, tampoco son excepcionales los casos de policonsumo. En la campaña de Navidad del año pasado se hicieron en la comunidad autónoma 94 controles para tratar de detectar drogas, y se denunció a 16 personas. A algunas de ellas no por haber tomado una sustancia sino por varias. En concreto, se recogieron diez positivos en cannabis, ocho en cocaína, tres en anfetaminas, uno en opioides y otro en metanfetaminas. Es precisamente el fenómeno del policonsumismo lo que explica que haya más casos de positivo por drogas que personas denunciadas.

En cuanto al alcohol, el año pasado por estas fechas la Guardia Civil hizo en la región más de 3.500 controles y se detectó el consumo en 35 conductores. El hecho de se hagan más pruebas de alcohol que de drogas se debe, entre otros motivos, a que mientras el test de alcohol se hace en un minuto, el otro lleva al menos diez, que son los que debe permanecer el conductor con el recolector –el bastoncillo con punta de algodón que permite recoger muestras de saliva– en la boca. Además, si se excede el nivel máximo establecido por la normativa en vigor, el procedimiento a seguir también difiere, aunque en todos los casos se procede a la inmovilización del vehículo.

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