Secciones
Servicios
Destacamos
A. GILGADO
BADAJOZ.
Sábado, 29 de diciembre 2018, 09:32
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
El pasado mes de octubre Adrián Tejeda Cano recibió una carta de la Fundación Educa. Le informaban de que sus alumnos del Instituto Javier García Téllez de Cáceres le habían propuesto al premio nacional como mejor docente. Estaba en una lista de 1.800 propuestas. Su candidatura ha ido avanzando hasta colocarse entre los diez finalistas. Ahora ejerce en el instituto Castelar de Badajoz. Es jefe de departamento de sanitaria en los ciclos de Formación Profesional de esta rama. En enero sabrá si finalmente le nombran profesor del año, aunque dice que pase lo que pase ya se da por agradecido y pagado.
-Muy emocionado. Lo que más me entusiasma es que ha salido de los alumnos. De varias promociones distintas del García Téllez. Ése es el premio.
-Laboratorio de diagnóstico clínico. El año que viene puedo dar anatomía patológica o cualquier otra asignatura de la rama sanitaria de Formación Profesional. Antes de llegar al Castelar estuve en el Bioclimático y también encontré un ambiente de trabajo fantástico.
-No creo que se deba a una razón concreta. Hago bastantes esfuerzos en enseñar lo último de nuestra disciplina y eso lo notan los alumnos. Pero mi estrategia didáctica va más allá de enseñarles a moverse en un laboratorio. Hay un trato humano debajo de todo eso. La Formación Profesional está diseñada para formar a robots y se toca poco la formación humana. Es necesario trabajar muchos aspectos previos antes de ponerte a dar clases. Yo tengo que formarme continuamente. Y, sinceramente, creo que hoy soy mejor profesor que hace cuatro años.
-Hay mucha demagogia con esto. Eso de que el profesor solo trabaja las cuatro horas al día de clase es mentira. Sí creo que en esta profesión se debería mejorar el control del compromiso. Tenemos estancias formativas en empresas para trasladarlas a las aulas. Yo trato de hacer una cada año en el hospital para conocer la innovación en genética. Para mí esta profesión es de 24 horas al día. Te reciclas, actualizas conocimientos. Cuánto más preparado estés tú, mejor preparados podrán salir tus alumnos.
-Me chirría el propio sistema en sí. No se mide el compromiso del profesor. Hay gente con un grado de implicación y trabajo que no está pagado y te encuentras también con garbanzos negros. El problema es que el sistema coloca en el mismo rango a profesores con mayúsculas y a otros que no lo son. Se impone la homogeneización. Estamos todos en el mismo nivel y eso no es bueno. El adormecido se conforma con dar lo mínimo y necesario. El grado de compromiso de un profesor debería reflejarse en la nómina. Tanto tú des, tú deberías recibir.
-Sin duda. Me gusta decir que un alumno debe convertirse en el mejor comercial de sí mismo. Debe pulirse como persona y como profesional. La formación curricular se imbrica con la formación personal.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.