Los frailes que guardan el Monasterio de Guadalupe
Extremadura protagonista ·
Por encargo. Zurbarán pintó entre 1636 y 1645 cuadros religiosos para la sacristía y la capilla de San JerónimoIsabel Márquez y Luis de Zurbarán formaban un matrimonio de comerciantes que vivía cómodamente en Fuente de Cantos hace más de 400 años. El 7 de noviembre de 1598 tuvieron un hijo, al que llamaron Francisco. Ninguno de los dos sospechaba que este sería uno de los nombres más importantes de la pintura española.
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Francisco de Zurbarán fue un artista muy precoz a pesar de no tener antecedentes en la familia. Recibió sus primeras lecciones de pintura en Llerena y más tarde estudió en Sevilla, aunque se negó a realizar el examen de la Hermandad de Pintores.
Contemporáneo y amigo de Velázquez, Zurbarán se enfocó en las obras religiosas. La sacristía del Real Monasterio de Guadalupe atesora una de las mejores colecciones de cuadros del prolífico pintor extremeño. 'Los zurbaranes', como se les conoce coloquialmente, son grandes lienzos –ocho están situados en la sacristía y tres en la capilla de San Jerónimo–, pintados entre 1636 y 1645.
Los de la sacristía están relacionados con monjes de la orden: Fray Diego de Orgaz ahuyentando las tentaciones; Aparición de Jesucristo a fray Andrés de Salmerón; Retrato de fray Gonzalo de Illescas; La misa milagrosa de fray Pedro de Cabañuelas; Enrique III de Castilla ofreciendo a fray Fernando Yáñez el Arzobispado de Toledo; La visión de fray Pedro de Salamanca; Fray Martín de Vizcaya y fray Juan de Carrión.
Los tres de la capilla, dedicados al santo que le da nombre, están entre sus obras maestras: La apoteosis de San Jerónimo, (uno de sus cuadros más famosos), Las tentaciones de San Jerónimo y San Jerónimo flagelado por los ángeles. Todos ellos fueron restaurados en 1964. La sacristía se reparó a principios de los años 90.
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