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Un final de legislatura vibrante

Un final de legislatura vibrante

El PSOE insistirá en cuestionar el liderazgo de Monago en el PP, que ha reaparecido en agosto de manera intensa tras tres años de perfil mediático bajo El curso político comienza con la tarea de designar a los candidatos para las elecciones de mayo

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Domingo, 9 de septiembre 2018, 09:11

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Unos presupuestos regionales que vuelven a estar amenazados de prórroga por falta de entendimiento; un periodo de máxima intensidad en la Asamblea de Extremadura con la tramitación de una veintena de leyes; un Gobierno en minoría en Madrid con los adversarios pidiendo elecciones anticipadas y, lo más relevante, unos comicios municipales, autonómicos y europeos la próxima primavera -26 de mayo- que obliga a designar a los candidatos a lo largo de los próximos cuatro meses.

Así pinta el horizonte político a corto y medio plazo en Extremadura ante un otoño que se intuye más activo de lo habitual. Tanto en Mérida como en Madrid el PSOE afronta en minoría la recta final de una de las legislaturas más vibrantes de la democracia.

Consciente de que la partida se juega en los próximos meses, el partido que ha irrumpido con más fuerza es el PP de José Antonio Monago, con un perfil público muy bajo en los tres primeros años de la legislatura y omnipresente desde finales de agosto. Cuando llegó a la Presidencia de la Junta en 2011 Monago abandonó las redes sociales, pero este verano se ha dado de alta en Instagram y desde hace dos semanas su partido no ha dejado de subir vídeos suyos en todos los soportes. En estas piezas prácticamente diarias analiza la actualidad recuperando su tono desafiante hacia los socialistas. En los próximos meses se verá al PP pidiendo cuentas a Guillermo Fernández Vara sobre sus promesas incumplidas.

El PP cree que la moción de censura dejó tocado a Cs y a Podemos e IU les toca negociar su confluencia

En el PSOE creen que Monago se ha erigido en el único protagonista del PP extremeño de manera intencionada desde que Pablo Casado llegó a la Presidencia nacional del partido en julio. Los socialistas opinan que el liderazgo del pacense está cuestionado en la región y que Casado no pasa por alto que en las primarias populares la primera apuesta de Monago fue Cospedal, por lo que los socialistas se empeñarán en lanzar a partir de ahora el mensaje de que Monago está debilitado. Desde este punto de vista no hay que olvidar que Vara apostó por Susana Díaz, también sumida en la irrelevancia dentro de su partido.

Monago (PP) a finales de agosto pidiendo que Vara reivindique más
Monago (PP) a finales de agosto pidiendo que Vara reivindique más

Pese a ello, con Pedro Sánchez en la Moncloa, los socialistas no dudan de que en los próximos presupuestos nacionales habrá deferencias con las regiones gobernadas por el PSOE. Esas cuentas van a llegar con retraso, podrían condicionar de nuevo los plazos de los Presupuestos regionales al no conocerse las transferencias, y en ellas se analizará con lupa la partida que destine el nuevo Gobierno central a la red ferroviaria extremeña, una cuestión que puede marcar la campaña electoral de 2019. Además del tren, otro asunto que ha irrumpido en la agenda política en los últimos días ha sido el camalote, en este caso como un problema ambiental en la provincia de Badajoz. Esta semana se han reunido la delegada del Gobierno y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana ante la indignación ciudadana creciente. El desempleo y la despoblación seguirán siendo los grandes temas extremeños y el desafío catalán cobrará intensidad este otoño, con el partido de Vara tomando decisiones que quizás no gusten en Extremadura, lo cual aprovechará la oposición.

Cabezas de lista pendientes

En el PP extremeño afirman que se sienten más fuertes que hace un año. Aseguran que ya no ven como amenaza a Ciudadanos, que desde la moción de censura de Sánchez se ha quedado fuera de juego, dicen los populares. Además, la aparición de Pablo Casado como relevo de Rajoy creen en el PP que los ha impulsado.

A corto plazo, el PP tiene ahora por delante elegir a sus candidatos en las principales poblaciones, cuestión que Monago, que aún no es candidato oficial, lleva eludiendo durante los últimos días con la excusa de que la última palabra la tienen en Génova. De momento, en Mérida no se sabe quién será la cabeza de cartel del PP. Tampoco consta que actuales alcaldes como los de Cáceres o Almendralejo vayan a repetir. En este ámbito el PSOE ha adelantado tarea, aunque también tiene pendiente elegir a sus candidatos en Almendralejo o Plasencia.

En Extremadura la formación naranja aplazará hasta bien entrado 2019 la elección de sus cabezas de lista. De momento, el liderazgo está polarizado entre su coordinador regional, Cayetano Polo, y su única diputada en la Asamblea, Victoria Domínguez, que quedó desimputada en mayo y afrontará el resto del curso con la idea de hacerse fuerte en un partido donde se siente apartada. En Cs no apuestan por el conocimiento de sus líderes a nivel local o autonómico, ya que muchos proceden de la sociedad civil y son anónimos, por lo que el tirón de este partido en la región dependerá de la evolución de su líder, Albert Rivera. A nivel autonómico, el desafío será presentase como un partido unido ante las deserciones que ha sufrido la formación, la última en junio cuando el único alcalde naranja con mayoría absoluta en Extremadura -en Membrío- fue expulsado.

En la izquierda el PSOE de Pedro Sánchez trata de quitarle votos a Podemos, de ahí que en el relato político se haya colado la retirada de los restos de Franco del Valle de los Caídos, una estrategia con la que los socialistas no solo agitan a sus bases sino que hurtan un viejo anhelo de la formación morada y además consiguen que todo el que se pronuncie en contra sea acusado de franquista.

Precisamente esta cuestión tiene en Extremadura varias derivadas. Una es la del diputado Juan Antonio Morales, que abandonó el PP porque sentía que su partido ya no defendía ideales de derechas y que tratará de intervenir en los próximos meses. Morales carecía de recursos como diputado no adscrito, pero este viernes se ha sabido que se pasa a Vox, lo que le proporciona un altavoz con el que hace unos días no contaba. Otra es la defensa a ultranza que realiza el PSOE de la Ley de Memoria Histórica a través del presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, mediante la retirada de subvenciones, cuestión que seguirá tensionando el curso político.

En cuanto a Podemos, su confluencia con Izquierda Unida va a ser perfilada en las próximas semanas. Como se sabe, la idea es concurrir juntos a las elecciones de mayo de 2019 sumando además a Equo. En IU asumen que a nivel regional Podemos tiene más peso al contar con seis diputados, pero en la red municipal la coalición querrá hacer valer su mayor penetración en los pueblos de Extremadura. En octubre se empezará a negociar esta cuestión, así como el nombre de esta marca electoral a la izquierda del PSOE.

Gran actividad legislativa

Otro terreno con gran actividad será la Asamblea. En lo legislativo habrá mucha tramitación de leyes, más de veinte hasta mayo. Y se harán por la vía rápida, impulsadas por el Grupo Parlamentario Socialista, en vez de tomar la Junta la iniciativa.

Afectarán a temas tan sensibles y de calado como la dependencia, el acceso a la vivienda, la caza, la contratación pública, los espectáculos, la autonomía municipal o la memoria histórica, entre otros. Unas están ya pactadas, pero otras habrán de encontrar el apoyo, como mínimo, de Podemos o del PP. Esto augura un final de legislatura muy alejado de aquellos años en los que en Extremadura lo habitual eran las mayorías absolutas y la política se convertía en una actividad rutinaria y monótona.

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