Los 300 extremeños en misión en Letonia aplazan su regreso a enero
Desde el día 12 viajan 590 militares a Líbano, por lo que durante tres meses una quinta parte de la Brigada Extremadura XI estará de misión en el extranjero
J. LÓPEZ-LAGO
BADAJOZ.
Sábado, 4 de noviembre 2017, 08:57
Uno de cada cinco militares de la Brigada Extremadura XI, con sede en el cuartel de Menacho, estará de misión en el extranjero cuando acabe este mes. De los 3.500 soldados y mandos que trabajan en esta base de las afueras de Badajoz el 20% -en torno a 750 personas- estará en Líbano o Letonia entre finales de noviembre y enero. Esto supone el 25% de todos los militares de las fuerzas armadas desplegados fuera de España.
Los datos los dio ayer Francisco Javier Dacoba, el general de la Brigada Extremadura XI para expresar su «orgullo por el esfuerzo realizado». Lo dijo tras la parada militar que sirvió de despedida simbólica ante familiares y autoridades civiles, un acto que ya no es excepcional entre la tropa extremeña, de nuevo a punto de viajar al Líbano, experiencia que afrontan por quinta vez, la primera a finales de 2007.
El 12 de noviembre sale el primer vuelo de los tres previstos de la Extremadura XI hasta el Líbano en misión de la ONU. El regreso es a mediados de mayo. Esta proyección se solapará con otras maniobras de la OTAN, ya que hasta el mes de enero no regresarán los 300 extremeños desplazados a Letonia, que prorrogan en este país una estancia que empezó en junio e iba a durar hasta este mes de noviembre.
Francisco Javier Romero Marí General Jefe sector Este Unifil «Con las tropas españolas en Líbano el cambio ha sido muy significativo porque valoran la paz»
Según explicó ayer el general Dacoba, retrasar la vuelta se debe a que han sido los extremeños los primeros del ejército español que se han instalado en el país báltico y esto complica las cosas. «Abrimos escenario y esto comporta dificultades añadidas que se van solventando paulatinamente, a partir del segundo o tercer relevo la situación se normalizará», explicó ayer el mando sin entrar en mayor detalle más allá de recordar que, entre otras tareas, los extremeños en Letonia han tenido que recepcionar una gran cantidad de material bélico en una operación sin precedentes en el Ejército español, que nunca antes había desplegado carros de combate en otro país. Lo han hecho para disuadir al ejército ruso, que ocupa posiciones cercanas, ante una posible invasión de un país integrado en la Alianza Atlántica. Según Dacoba, hasta ahora no ha habido situaciones de tensión reseñables.
Ya conocidos en Líbano
La de Letonia es, por tanto, una misión en la que los extremeños están abriendo huella. En cambio, en la base militar española Miguel de Cervantes, al sur del Líbano, todo resulta más familiar y los españoles son unos viejos conocidos.
A lo largo de los 28 reemplazos que han tenido lugar desde 2006 el cuartel que ocupan ha crecido y ha cambiado las luces halógenas por ledes. También hay una lavandería nueva que permite obtener la ropa limpia en menos de 24 horas, sin tener que esperar cuatro días como en 2007, cuando llegó el primer contingente extremeño a este cuartel. Lo contaba ayer el subteniente Parralejo, que en apenas una semana volará por quinta vez a este país de Oriente Medio. Él es uno de los pocos miembros de la Brigada que ha estado allí en las cinco misiones.
En esta ocasión viajarán 560 hombres y 30 mujeres, de los que 475 pertenecen a la Brigada Extremadura XI y 115 a diferentes unidades del ejército español y la Guardia Civil. Este grupo reemplazará a soldados de Canarias.
Para los extremeños, que cada dos o tres años comprueban las mejoras del acuartelamiento de Marjayoun, la misión del Líbano puede parecer una rutina. Sin embargo, el coronel Francisco Javier Romero Marí, que estará como general jefe al frente de un contingente que además agrupa a otras fuerzas internacionales, decía ayer que no hay que olvidar que se trata de un país en conflicto debido a la tensión con Israel, que acepta el acuerdo de paz provisional que se encargan de vigilar las tropas de las Naciones Unidas. En este contexto ellos se encargan de instruir al ejército libanés y a realizar una labor social en pueblos de la zona.
Romero Marí estará al frente de 600 soldados, que son la aportación total española, si bien España dirige un sector completo con efectivos de India, Indonesia y Nepal, así que al final serán 3.500 hombres y mujeres bajo su mando.
Según dijo ayer, «con las tropas españolas el cambio en la zona ha sido muy significativo, no solo porque (los libaneses) tengan una vida más tranquila sino porque valoran la paz que han disfrutado en estos últimos años».