Borrar
Nereida Bueno posa en la Universidad Comillas con un plano de la serie 'Cuéntame' en el ordenador. Óscar Chamorro López
La extremeña que ayuda a recuperar el habla con 'Cuéntame'

La extremeña que ayuda a recuperar el habla con 'Cuéntame'

La investigadora Nereida Bueno desarrolla un proyecto para que pacientes con afasia recobren el lenguaje a través del doblaje

Tania Agúndez

Badajoz

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 1 de marzo 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

¿Qué haría si un familiar perdiese el habla? La extremeña Nereida Bueno tuvo que enfrentarse a esta situación y, tras un periodo de confusión, se involucró de lleno en la búsqueda de un tratamiento con el que solucionar este problema. Esta pacense de 31 años, investigadora y profesora del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Comillas, está desarrollando una novedosa técnica basada en el doblaje de series y películas que ayuda a revertir la afasia –incapacidad de comunicarse mediante el habla o la escritura-.

La idea consiste en tomar planos cortos donde se visualiza con claridad los movimientos de la boca para que el paciente pueda seguirlos teniendo ese referente visual. Para ello, Nereida está utilizando episodios de la televisiva serie 'Cuéntame cómo pasó'. A través de las historias y vivencias de la familia Alcántara, esta extremeña trata de que quienes han perdido las habilidades del lenguaje las recuperen. «Optamos por esta serie por el componente emocional que tiene, por el contexto que ofrece al espectador –cuya edad y perfil encajan con los pacientes que sufren afasia– y porque recrea muchas situaciones cotidianas», dice.

La vinculación de Nereida con esta investigación sobrepasa la barrera profesional. No solo es su impulsora sino que está implicada personalmente en el proyecto. Todo comenzó cuando a finales de 2015, hace ahora cuatro años, su madre sufrió un ictus y, además de perder movilidad en parte del cuerpo, también perdió el habla por completo. Hola, pan, adiós, hija, te quiero… A partir de ese momento de su boca no podía salir ni una palabra con sentido. No podía expresarse ni entender lo que le decían, algo que dificultaba su día a día. «Emitía expresiones pero de una manera desordenada. Decía sílabas que no se comprendían. Cualquiera que la escuchase podría pensar que hablaba otro idioma», explica Nereida.

Desde aquel momento la vida de ambas cambió por completo. En 2017, Nereida, que entonces se dedicaba a la investigación en Alemania, decidió volver a España para estar más cerca de su familia y empezó a dar clases en la Universidad Comillas de Madrid. Fue en una de sus visitas a Badajoz cuando abrió una ventana a la esperanza para los pacientes que sufren afasia. La investigadora, aficionada al mundo del teatro y del doblaje, se puso frente al televisor de su casa visualizando a Penélope Cruz para realizar algunos ejercicios y animó a su madre a que practicase con ella. «De repente empezó a decir palabras que no había articulado en años. En aquel instante vi en el doblaje una posibilidad terapéutica», indica.

Gracias a las ocho palabras que había pronunciado su madre en aquella ocasión, Nereida se dio cuenta de que el doblaje podría ser la clave para tratar la afasia. Tras exponer su idea en un congreso de Logopedia, se puso en contacto con Blanca Fuentes, jefa de Neurología en el Hospital Universitario La Paz de Madrid y especialista en trabajar con pacientes que sufren este trastorno, quién le apoyó en la iniciativa.

Dulcinea

Ese proyecto, denominado Dulcinea, ganó el pasado mes de septiembre el premio Health Research de La Caixa en la categoría de 'Neurociencia', dotado con 308.000 euros. «Cuando nos lo comunicaron lloré mucho. Estaba ahí porque mi madre había sufrido un ictus, de lo contrario no sé si habría llegado a indagar en el tema. Ahora lo que siento por este trabajo es pura pasión. Emoción de poder ayudar a mi madre y a otras personas que están en su misma situación».

En el estudio también colabora la asociación de pacientes Afasia Activa y cuenta con el apoyo de TVE que les deja los fragmentos que necesitan de 'Cuéntame'.

Imagen -

Para empezar a seleccionar los clips de la popular serie, preguntaron a pacientes ya recuperados qué 100 palabras o frases eran las más útiles para su día a día con la intención de empezar a trabajar con ese contenido. Un actor de doblaje y una logopeda son los encargados de llevar a cabo esta labor. Una vez extraídos, esos fragmentos visuales se volcarán en una plataforma a la que accederán los pacientes.

La previsión es que el proyecto Dulcinea, acrónimo de Dubbing Language-therapy Cinema-based in Aphasia post-Stroke, esté listo en abril para poder elegir a las personas afectadas que trabajarán durante un año con esta terapia. «Dulcinea es también el personaje femenino más importante de El Quijote y el único que no dice ni una sola palabra. Nos parecía muy metafórico que la investigación tuviese este nombre. Es un proyecto piloto que está en fases muy iniciales. Ojalá el tratamiento sea efectivo, pero hay que esperar a tener los resultados. Si funciona, la intención es que los pacientes puedan manejar este contenido audiovisual desde sus casas para que apliquen esta técnica ellos solos», manifiesta.

Otras investigaciones

El Dulcinea no es el único proyecto de investigación que capitanea esta extremeña. Nereida también está al frente de otro estudio que pretende mejorar los programas de rehabilitación dirigidos a violadores y agresores sexuales de menores con el fin de hacerlos más efectivos y prevenir la reincidencia. Además, colabora en la creación de un videojuego que ayudará a evitar que los niños caigan en redes de pederastia. Y todo lo compatibiliza con sus clases en la Universidad.

Nereida saca adelante cada una de las iniciativas en la que está involucrada con la motivación de ayudar a los demás. Y lo consigue encarando cada reto con la misma pasión con la que plantó cara al jurado de los premios Health Research que evaluó su propuesta para tratar la afasia. Frente a una docena de especialistas procedentes de todo el mundo defendió en pocos minutos la importancia de lograr que personas con este trastorno pudiesen volver a recuperar el habla, al menos como lo había hecho su madre.

«¿Merece la pena que apostemos por este proyecto solo por ocho palabras?», cuestionó uno de los miembros del jurado. «Para mí sí, porque gracias a eso mi madre vuelve a decirme que me quiere después de estar años sin poder hacerlo», concluyó Nereida.

Nereida Bueno en su despacho. HOY

Una década de docente y con premio

Nereida Bueno ha sido finalista de los Premios Educa Abanca –en la categoría universitaria– para elegir al mejor docente de España. Quedó en segundo puesto, a 0,7 puntos del primero. La peculiaridad de estos galardones es que los aspirantes a ellos los proponen los alumnos, aunque posteriormente se valoran aspectos como la experiencia, artículos y libros publicados así como el desarrollo actividades innovadoras, entre otros. «Ser profesora es el sueño de mi vida, así que lo he vivido con una alegría inmensa», asegura.

Se trata de un premio muy especial para esta extremeña, no solo por el reconocimiento que supone a su labor sino porque lo recibe justo cuando cumple una década como profesora de Universidad.

Hace diez años que Nereida entró por primera vez en un aula universitaria, cuando tan solo tenía 21 años, y no fue para asistir como alumna sino para impartir clases como docente. «Me apasiona la educación. Yo veo a mis alumnos como semillas de conocimiento a los que trato de ayudar al máximo para que se conviertan en la mejor versión de sí mismos. Los profesores tenemos en nuestras manos la posibilidad de enseñar a personas con la capacidad de ayudar a mejorar el mundo».

Su estreno como docente universitaria fue justo después de obtener el doble Grado en Psicología y Criminología en la Universidad Camilo José Cela. Durante los dos años que estuvo impartiendo clases se sacó dos másters y poco después cursó un doctorado internacional sobre la evolución del hombre, para lo que tenía que analizar y comparar el comportamiento de humanos y los chimpancés, otra de sus grandes pasiones. Así fue como llegó al Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, un centro alemán de investigación científica. Mientras realizaba el doctorado en Alemania, viajaba a Tanzania para llevar a cabo los experimentos y a Barcelona, donde había empezado a dar clases en la Universidad y donde también estudiaba su tercer máster. Tras haber vivido entre estos tres países, a los 28 años aterrizó en la Universidad Pontificia Comillas, donde le ofrecieron ser profesora y coordinadora de Criminología.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios