Extremadura lamenta que las oposiciones para docentes vayan a ser eliminatorias

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas han acordado este miércoles, pese a la discrepancia de Extremadura y otras regiones con gobiernos socialistas, que las pruebas de las oposiciones para docentes sean eliminatorias para seguir los principios de capacidad, mérito, igualdad de oportunidades, calidad del sistema y seguridad jurídica.

Lo ha anunciado el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, tras celebrarse la Conferencia Sectorial, que ha sido presidida por el ministro Íñigo Méndez de Vigo, quien también ha ejercido como consejero de Educación catalán, de acuerdo con la aplicación del artículo 155.

No obstante, el ministro no ha estimado oportuno intervenir en nombre de Cataluña y se ha limitado a moderar el debate y escuchar a todos los consejeros, según ha explicado Marín.

Por su parte, la consejera de Educación de la Junta de Extremadura, Esther Gutiérrez, ha lamentado la poca flexibilidad del Ministerio de Educación al mantener el carácter eliminatorio de las pruebas de las oposiciones para docentes.

«Habría sido un punto positivo que el Ministerio hubiera sido flexible en que las pruebas no hubieran sido eliminatorias, no ha sido así y creemos que otros puntos han sido importantes», ha considerado Morán al término de la Conferencia Sectorial en la que se ha adoptado esta decisión.

Entre dichos puntos, la consejera extremeña ha destacado que durante la reunión «sí que había una voz unánime en que habría que valorar y establecer un sistema de acceso diferente, actualizado a estos tiempos».

La consejera tampoco ha compartido los argumentos jurídicos del Ministerio. «En distintos años, se ha realizado una sola prueba sin que fuese eliminatoria, por lo tanto no ha sido incompatible, ni ilegal, ni se ha recurrido», ha afirmado.

Asimismo, Extremadura ha señalado que el Ministerio estudiará la propuesta de acceder con idiomas diferentes al primero, como el francés o el portugués, y que dará celeridad al trámite del real decreto de acceso que aprueba el reglamento de ingreso, acceso y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes, previsto para la segunda semana de febrero de 2018.

El real decreto que aprueba el reglamento de ingreso, acceso y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes saldrá adelante a mediados de febrero, y los temarios para estas oposiciones no se cambiarán hasta 2020.

Marín ha defendido que los nuevos egresados o licenciados deben tener opciones de optar a una plaza docente al igual que el resto de los opositores.

Por ello, la prueba de conocimientos, que consta de dos partes (prueba práctica y desarrollo de un tema), será eliminatoria; es decir, se valorará de 0 a 10 puntos y para su superación se debe alcanzar un mínimo de 5 tras sumar las dos puntuaciones.

También habrá una prueba de aptitud pedagógica, que de igual forma el aspirante superará con una puntuación igual o superior a 5 puntos.

Además, se ha fijado que la ponderación de la fase de oposición sea del 60% y del 40% la del concurso, porcentajes que antes de las distintas reuniones que ha mantenido el Ministerio con sindicatos y comunidades eran del 66,6% y del 33,3%, respectivamente.

Respecto a los temas, que extraerá al azar el tribunal, los opositores podrán elegir entre 3 temas y no 2 en especialidades no superiores a 25; 4 en vez de 3 cuando el número sea de entre 25 y 50; y escoger entre 5 y no 4 cuando esa cifra sea superior a 50 temas.

Con las modificaciones acordadas hoy sobre el Real Decreto 276/2007, aumenta la valoración de la experiencia docente previa, pasando de un máximo de 5 puntos a 7; y la antigüedad se valorará en un máximo de 10 años en lugar de 5.

Respecto a este último punto, los aspirantes tendrán una puntuación por cada año de experiencia de entre 0,700 y 0,350 puntos en centros públicos y de entre 0,150 y 0,100 en otros centros.

Marcial Marín ha insistido en la importancia de que las pruebas sean eliminatorias, porque, de lo contrario, «hay un enorme riesgo de que se puedan impugnar» y «se generaría un auténtico caos».