Extremadura es una de las dos favoritas para albergar la gran fábrica de baterías

Según ha publicado este sábado La Vanguardia, que tiene acceso a fuentes cercanas al grupo alemán, Extremadura ya solo competiría con la Comunidad Valenciana (Sagunto) para acoger una fábrica que supondría, según el diario catalán, una inversión de entre 2.000 y 3.500 millones de euros y podría generar hasta 5.000 empleos directos, con un mínimo de 3.000.

La novedad en esta carrera abierta entre autonomías por ser el destino final de la fábrica es que se habría descartado ubicarla en Cataluña, que sí recibirá otro tipo de inversiones vinculadas al vehículo eléctrico, y que, según la información de La Vanguardia, también se habría descolgado Aragón, la otra favorita por el argumento de los expertos de que una fábrica de baterías no debería estar alejada más allá de 150 kilómetros de la planta donde se va a ensamblar el vehículo, que eso sí parece que será Cataluña.

La decisión de Volkswagen sobre la ubicación de la planta de baterías se conocerá pronto, aunque no se espera antes del 2022, probablemente en el primer trimestre. Será entonces cuando, analizadas las dos opciones que quedan, Sagunto y Extremadura, se acordará donde se va a instalar.

Además de la presencia de yacimientos minerales en la región, no solo litio, sino también níquel (en Aguablanca, Monesterio, por ejemplo), entre las ventajas de Extremadura está la de disponer de suelo industrial preparado para una instalación de ese tipo, con grandes exigencias, por ejemplo, de energía eléctrica.

No obstante, en su contra juega su menor potencia industrial frente a la Comunidad Valenciana y las peores comunicaciones, un factor negativo que se solventará a medida que avance el proyecto del tren rápido.

Según se ha publicado en la prensa especializada en los últimos meses, el socio tecnológico de ese consorcio que participa en el proyecto es la empresa china Gotion (Gouxuan). La financiación depende en buena parte de los fondos europeos Next Generation y del PERTE que pretende impulsar la recuperación y la transformación económica.

El pasado mes de marzo, en una entrevista con este diario, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ya concedía a Extremadura posibilidades para albergar la llamada gigafactoría de baterías, asociada desde un principio a Martorell, pero que ahora se descarta. «Comparto la reclamación de los agentes sociales extremeños de que no podemos ser meros extractores. Tenemos que industrializar Extremadura y una buena base puede ser ese proyecto», señalaba entonces Maroto durante su estancia en Mérida. Y añadía: «Extremadura es un sitio privilegiado porque tiene el litio, una parte fundamental para la batería. Pero no está decidid ni va a ser el Gobierno el que lo va a decidir».