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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
HOY LO CONTÓ EL 26 DE AGOSTO DE 1977

«Tengo que escribir todos los meses 4 novelas para poder vivir»

ALBA BARANDA

BADAJOZ.

Domingo, 26 de agosto 2018, 08:51

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Uno no se cuela casualmente en la lista de los principales autores de ciencia ficción popular española. Lo hace con mucho esfuerzo, dedicación y por supuesto, talento. Es el caso de José León, un escritor extremeño que se inició en esta materia de forma autodidacta, pero llegó a escribir en su vida alrededor de 500 obras.

Quizás ese nombre no le suene al lector, pero si se teclea Kelltom McIntire en internet, es muy fácil encontrar varias referencias hacia su bibliografía y hasta la posibilidad de adquirir sus libros. También existe la opción de buscarlo por Josep Domenici, pero ambos son la misma persona.

TAMBIÉN SE PUBLICÓ UN 26 DE AGOSTO

  • Primeros contactos comerciales entre Polonia y Badajoz En el año 1970 el ministro polaco Onacik visitó la capital pacense y expresó su intención de importar corcho, arroz, conservas vegetales y frutas.

  • 350 pacenses, a la vendimia francesa Iban sin destino fijo allá por 1973. En la frontera les entregaban una carta de trabajo. Cobraban 70 pesetas la hora, de lo que debían descontar viajes, comida, alojamiento y seguridad social.

  • Extremadura, a la cabeza de la producción de maíz Se estimaba que en 1985 la producción de maíz alcanzaría las 616.000 toneladas. Entre 7.000 y 8.000 agricultores extremeños se dedicaban en aquella época a este cultivo.

  • Una canción extremeña, premio a la mejor letra en un festival japonés 'Innovación a la paz' la escribió Juan Pablo Alba, la música la compuso Pérez Ribes y la interpretó la joven invidente Maribel Muñoz en el año 1988.

  • No se encuentran camareros en Cáceres pese a que hay 350 en paro Era una de las noticias de portada en 1990. El presidente de la patronal cacereña de hosteleros tachaba de incierta la cifra de camareros desempleados.

Este diario realizó en 1977 una entrevista a José León, al que el redactor define como rubio, fuerte y con gran fluidez en la conversación. Nació en Higuera de la Real el 31 de julio de 1937. Y aunque estaba afincado en Alcalá, solía volver los veranos a su pueblo extremeño para echar una mano al negocio de su suegro y desconectar de Madrid. Allí dedicaba once o doce horas al día a crear novelas casi de forma mercenaria, porque como él mismo aseguraba «con tres hijos, un coche y un piso, tenía que salir adelante». Pero no solo la necesidad de dinero le hacía agitar la pluma; también la pasión. De su padre heredó la afición por la literatura. «Era maestro y un pedagogo bastante avanzado para su época y también escribió varios libros», indicaba León. Él, siguiendo sus pasos más allá de la escritura, estudió Magisterio, tres cursos de Filosofía y Letras y algo de idiomas.

«El lector medio piensa que la obra es mejor o tiene más prestigio si el autor es extranjero»Por redactar 80 folios le pagaban 20.000 pesetas (120 euros aproximadamente)

Sin embargo, lo suyo era la ciencia ficción. «Soy muy imaginativo y me encanta presentar argumentos conflictivos», se describía. También había elaborado anteriormente novelas del oeste, pero según decía, «parece que están de capa caída». Antes de ser Kelltom McIntire, con la tierna edad de cinco años, ganó su primer premio literario (cien pesetas).

De cualquier forma, resulta asombroso imaginar la agilidad mental y de escritura que debía tener León para pergeñar una media de cuatro obras de unas 80 páginas al mes. Eran los llamados bolsilibros y solían estar dirigidos a un público masivo que buscaba una lectura sencilla como medio de evasión. Se caracterizaban por tener muchas historias de aventuras e intriga, y también eran conocidos como 'novelas de a duro' (durante mucho tiempo su precio fue de cinco pesetas). En el momento de la entrevista había publicado 198.

Imagen principal - «Tengo que escribir todos los meses 4 novelas para poder vivir»
Imagen secundaria 1 - «Tengo que escribir todos los meses 4 novelas para poder vivir»
Imagen secundaria 2 - «Tengo que escribir todos los meses 4 novelas para poder vivir»

La primera obra la escribió en 1969 y se titulaba 'Ultimátum para un pistolero'. La cobró a 3.750 pesetas, el equivalente a 22 euros y medio. Después empezó a ganar 4.000 pesetas por libro, lo que le obligaba a trabajar para crear hasta siete obras al mes. Después, subió su caché y en 1977 cobraba 20.000 pesetas (unos 120 euros) por 80 folios. En el momento de la charla, explicaba que tenía que escribir cuatro novelas al mes para sobrevivir.

Prestigio extranjero

José León contaba que sus obras habían sido traducidas al portugués; concretamente en Brasil lo habían hecho con 70 títulos hasta el momento de la conversación. Sin embargo, este extremeño es desconocido en la región, que no alardea de tener entre sus filas a uno de los escritores de ciencia ficción más prolíficos. Quizás el motivo sea la obligatoriedad que le imponían de utilizar un seudónimo. «La editorial exige que se firme con otro nombre porque el lector medio tiene más confianza o piensa que la obra es mejor o más prestigiosa si el autor es sajón o extranjero», reconocía.

A pesar de que la entrevista estaba contextualizada en la transición, la censura aún daba coletazos. «Como tengo tres hijos y tengo que alimentarlos, he de tener mucho cuidado para no meterme en conflictos con la censura, por eso recurro a la autocensura. Nunca me han rechazado ninguna novela», apostillaba el higuereño, gran amante de la prosa de Agatha Christie.

Durante algún tiempo José León vivió únicamente de su pluma ágil. Lo mínimo que tardó en escribir una obra fue tres días y lo máximo hasta el momento en que charló con el redactor, quince. Un auténtico portento de la ciencia ficción que creaba libros como rosquillas en los setenta, la edad dorada del bolsilibro.

Años después, la situación para los escritores se complicó. Hacia mediados de los ochenta se produjo una crisis para este tipo de novelas populares. León tuvo que abandonar el apodo de Kelltom, que tantas obras le había hecho firmar y volver a ser José. Se buscó otras ocupaciones laborales y su vida transcurrió sin más galones que un par de reseñas en diferentes blogs de amantes de la ciencia ficción. Falleció en Zaragoza el 26 de septiembre de 2010 y con él lo hicieron sus cientos de personajes.

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