«Cualquiera del equipo podría haber sido director de esta institución»

–¿Cuándo será una realidad la ampliación del Museo Romano?

–Tuvimos que excavar el solar, con unos hallazgos muy importantes que hay que integrar en el edificio. Es un proyecto espléndido de Rafael Moneo. Vamos a trabajar para que, superados esos imponderables, se pueda retomar. Pero, indudablemente, no depende de mí. Tendríamos que haber tenido la obra ya en marcha, pero que se haya ralentizado ha traído de bueno que hayamos descubierto una parte más del yacimiento arqueológico. Como directora, quiero que la Administración agilice todo el proceso, siempre respetando las pautas y los cauces.

–¿Y el nuevo Museo Visigodo?

–Es tan osado plantear futuribles, sobre todo cuando no dependen de uno mismo… Vamos a trabajar desde el rigor, siendo objetivos, intentando siempre alcanzar las máximas metas con las posibilidades que cada momento nos pone en el camino. Pero es un camino de largo recorrido. El antiguo director del Museo Romano, José Álvarez Sáenz de Buruaga, entendió desde que llegó a Mérida en 1943 que la iglesia de Santa Clara era un sitio muy poco presentable para aquel caudal de materiales. Pero no vio hasta 1985 hecho realidad un sueño, y no fue por falta de ilusión, trabajo o interés. Lo importante es la consecución de los objetivos, da igual quién reciba la medalla. Es como con la ampliación del Museo Romano. Tenemos un magnífico proyecto, un magnífico arquitecto, una colección estupenda y el centro cuenta con un equipo inmejorable de grandes profesionales. Cualquiera podría haber sido director de esta institución, pero la comisión ha querido valorar mi propuesta.