Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Gema Ramos, en la calle de nuevo, tras superar el coronavirus detectado el 20 de marzo. LORENZO CORDERO
«Durante la enfermedad he perdido 4,5 kilos y toda mi masa muscular»

«Durante la enfermedad he perdido 4,5 kilos y toda mi masa muscular»

Gema Ramos, policía local de Cáceres, ya recuperada del coronavirus ·

La agente está a la espera de incorporarse por fin al servicio en un cuerpo policial al que ha atacado especialmente la enfermedad

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 21 de abril 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Lo cuenta como si fuera una historia en tercera persona pero en cuanto se multiplican los detalles su interlocutor ya sabe que la protagonista solo puede ser ella. Gema Ramos está entre la decena de policías locales de Cáceres que se contagiaron del coronavirus.

A sus 49 años, pensó que había desarrollado la enfermedad en cuanto tuvo los primeros síntomas. «Trabajé el 18 de marzo y ya estaba mal. Un dolor de cabeza fuerte. Ya no volví. Más dolor y fiebre. En cuanto la tuve, supe que estaba enferma de esto», reconoce esta profesional del cuerpo policial cacereño en el que lleva casi la mitad de su vida, 23 años. De las tres semanas que se ha pasado «entre cuatro paredes» se queda con el «enorme apoyo» que ha recibido de sus compañeros. «Ha sido básico el tenernos unos a otros. Teníamos un grupo de WhatsApp y nos contábamos cómo estábamos», relata.

–¿Supo que tenía el COVID-19 sin hacerse la prueba?

–La prueba me la hicieron después y se confirmó, pero yo ya lo intuía. Me encontraba mal y el jefe me dijo que me quedase en casa. Los primeros síntomas fueron el 18. Estuve en contacto con el 112. Tenía que hacerme la prueba. Sin embargo, no fue fácil. En el centro de salud me decían que no. Les comenté que era policía y que estaba en una situación de riesgo. Hace dos años me detectaron asma crónico y tengo que tratarme en Madrid. Luego vinieron un médico y una enfermera. La prueba me la hicieron en la puerta de casa el día 20.

–Y se confirma que está contagiada…

–El día 23 me confirman el resultado y era positivo. No volví a salir de mi habitación. Han sido 22 días entre cuatro paredes. El día 8 de abril di negativo y pude salir.

–¿Cómo lo ha vivido?

–Con mucha preocupación por la gente que me rodea, mis hijos y mi marido, mi familia, mis compañeros y porque no me encontraba nada bien. Estuve días antes con diarrea y ahora he sabido que ese es otro síntoma. La fiebre te machaca. Yo la he tenido cinco días. También notas que te falta el aire. Lo achacaba al asma pero no. Parece que no puedes respirar.

–¿Cómo es la rutina de un enfermo domiciliario como usted?

–Mi marido ha estado 14 días sin ir a trabajar por mi enfermedad. Él y mis hijos me traían la comida. La dejaban en la puerta de la habitación. Luego había que desinfectar todo con mucho cuidado. Tenía un baño en la habitación y ahí hacía mi vida. Estaba en contacto con mis compañeros. Leyendo e informándome. También he hablado con el jefe, Benedicto Cacho, que se interesaba por mi estado.

–¿Por qué cree que ha habido tantos positivos en la Policía Local?

–En mi caso creo que me contagié en el trabajo. Trabajamos por grupos y en el mío hemos caído. En total, en la Policía de Cáceres hemos sido 11 los contagiados, según tengo entendido. Tampoco creo que sea un problema exclusivo nuestro. Aquí se ha contado todo con absoluta transparencia a medida que iban surgiendo los casos. Tampoco ha sido un problema de falta de medios. En la sede había medios de protección. No ha faltado gel, desinfectante...

–¿Cómo es la enfermedad?

–A partir del octavo día mejoras, pero es engañoso. Piensas que estás mejor de lo que realmente estás. A mí me faltaba el aire y me agotaba. En mi caso ha ayudado mucho el apoyo de los compañeros, sentirlo ahí. Lo estábamos pasando juntos. Alguno de ellos en sus peores momentos lo describía cuando hablábamos como que le pasaba un camión por encima de lo mal que se encontraba. Por suerte, yo me he llegado a sentir así.

–¿Qué pensó cuando supo que lo había superado?

–Me costó. La segunda prueba no fue fácil. De hecho, el médico decía que pasados los 14 días ya tenía el alta, que no hacía falta pasar la prueba. Cuando lo supe el día 8 de abril fue una alegría, al dar negativo. También por mi familia. Afortunadamente, ninguno ha desarrollado la enfermedad. Lo que no entiendo es que tampoco les hayan hecho a ellos la prueba. A mí me la hicieron gracias a una gestión de la jefatura y la directora general de Emergencias.

–¿Se siente lista para reincorporarse a la Policía?

–Estoy curada de la enfermedad, aunque todavía debo tomar algunas precauciones. El asma bronquial me convierte en una persona de riesgo y la recuperación no es completa. He perdido en este tiempo cuatro kilos y medio y toda mi masa muscular. Lo que más noto es que no he recuperado toda la capacidad pulmonar. Ni siquiera he salido a la calle todavía [la entrevista se hizo el pasado jueves, día 16]. Cuando me incorpore lo haré con ilusión. Tengo ganas de ver a mis compañeros y agradecerles su ayuda. Pero saldré con todas las medidas de precaución necesarias.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios