La UEx, en la élite en cinco áreas
El ranking Shanghái sitúa a la Universidad de Extremadura entre las mejores de España en Teledetección, Ingeniería Electrónica, Tecnología de los Alimentos, Veterinaria y Hostelería y Turismo
La última edición del Ranking Shanghái, uno de los índices que miden el prestigio de las universidades en todo el mundo, le ha dado varias buenas noticias a Extremadura. En concreto ocho, que son las áreas de estudio que aparecen entre las 500 mejores de 4.000 universidades de 93 países. Ciencias Agrarias –los nombres no se corresponden con titulaciones, sino con campos del conocimiento– lo hace en la franja del 401 al 500, Ecología en la del 301 al 400, y Ciencias de la Tierra en la del 201 al 300. En la horquilla del 150 al 200 aparecen Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ciencias Veterinarias y Gestión Hostelera y Turística. Y más arriba están Ingeniería Eléctrica y Electrónica (entre los puestos 101 y 150) y por último, Teledetección, que es la joya de la corona porque ocupa el puesto 23 a escala mundial.
Estas posiciones sitúan a la región en la élite nacional, especialmente en las cinco disciplinas mejor colocadas. Teledetección es la segunda del país, solo superada por la Universidad de Valencia; Ingeniería Eléctrica y Electrónica es la tercera (tras Sevilla y la Politécnica de Cataluña); Ciencia y Tecnología de los Alimentos es la 16; Ciencias Veterinarias, la 11; y Gestión Hotelera y Turística, la 13. Además, en un capítulo anterior de este ranking dedicado específicamente a las enseñanzas deportivas, la facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte era la 50 en la clasificación mundial y la segunda de España tras Granada. En el listado global Shanghái de universidades, la UEx está en el puesto 768 de 1.000 (26 de 40 entre las españolas).
La primera palabra que hay que citar al intentar responder a la pregunta de por qué estas disciplinas están tan bien consideradas en este ranking, y también en otros, es investigación. «Quizás lo más importante a la hora de explicar qué hemos hecho bien es la internacionalización que ha alcanzado la Universidad de Extremadura en este área concreta, el de la Teledetección», sitúa Antonio Plaza, que no es un profesor cualquiera. Catedrático en el departamento de Tecnología de Computadores y de las Comunicaciones en la Escuela Politécnica (Cáceres), es el investigador de la UEx más conocido internacionalmente. Lleva tres años seguidos saliendo en la lista internacional de investigadores altamente citados, que publica cada año la empresa estadounidense Clarivate Analytics.
El puesto tan destacado de esta disciplina en concreto es particularmente importante al tratarse de un ámbito de estudio en auge, gracias entre otros motivos a la popularización de los drones. «La teledetección es la ciencia que estudia la tierra desde plataformas de observación remota, como los satélites, los aviones o ahora también los drones», sitúa Plaza. «Sus aplicaciones en el día a día –añade– son múltiples: para comprobar la expansión de plagas agrícolas, ver el estado de la vegetación, estudiar incendios forestales, terremotos o tsunamis, en investigaciones sobre contaminación ambiental, demografía, crecimiento urbano...»
Que en el doctorado en Tecnologías Informáticas que imparte la UEx haya ahora dos estudiantes chinos tiene mucho que ver con la presencia de Plaza como profesor y con la aparición repetida tanto de él como del área de Teledetección en este tipo de rankings que la comunidad universitaria no pierde de vista. El de Shangái se elabora en base a la producción científica, entre otros valores. «Llevamos cinco años entre los 25 primeros del mundo, y hemos llegado a estar en el puesto 15», detalla Antonio Plaza, que considera básico «trabajar con gente de otros países, con instituciones y universidades de prestigio, porque esto y el impacto de las publicaciones científicas da lugar a colaboraciones y proyectos internacionales, algo que te aporta prestigio y que acaba atrayendo alumnos».
Por sus aulas han pasado estudiantes de distintos países europeos e iberoamericanos «que luego se han ido a trabajar al extranjero con buenos contratos», comenta Plaza, que en los listados de investigadores más influyentes suele aparecer junto a Mario Estévez, el otro profesor de la UEX en la última edición de la lista internacional de los investigadores más citados (en ella hay 101 españoles).
Él trabaja en la facultad de Veterinaria, y dirige el grupo de investigación TECAL (Tecnología y Calidad de los Alimentos). Su opinión es que los logros de ahora en este departamento no se entienden sin el esfuerzo de quienes les precedieron. O sea, de profesores «como Jesús Ventanas y Miguel Ángel Asensio, que ya hicieron investigación a muy alto nivel», recuerda Estévez. Inicialmente, esa tarea se centró en los productos del cerdo ibérico –Ventanas, ya jubilado, es un experto sobre jamón ibérico reconocido mundialmente–, pero la facultad de Veterinaria es ahora puntera también en otras líneas, entre las que destaca el análisis de la oxidación de los alimentos, sus soluciones y las consecuencias que su ingestión puede tener en el organismo humano.
«Ahora mismo, tenemos laboratorios con un equipamiento sumamente sofisticado, que no tienen en muchos sitios», apunta Estévez, que no obstante subraya que «lo más importante es el capital humano tan valioso que hay en la facultad de Veterinaria». «Nos hemos movido mucho en los últimos años –amplía el investigador–, hemos evolucionado de forma notable desde aquellos primeros estudios en torno al cerdo ibérico, y ahora hacemos trabajos en los que somos referentes internacionales».
Referentes por innovadores
Por ejemplo, «las investigaciones de Teresa Antequera y su grupo sobre calidad de los alimentos sin abrirlos, usando rayos x, TAC y resonancia magnética, o las aplicaciones al ámbito gastronómico que hace Jorge Ruiz, que colabora como docente en el Basque Culinary Center...». Estévez aporta otro dato que habla del prestigio alcanzado por Veterinaria, y es «que se formen en nuestra facultad alumnos de universidades de China, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, Bélgica, México, Brasil, Argentina...»
Para José Luis Ausín, coordinador de la comisión de calidad del grado en Ingeniería Electrónica y Automática, aparecer entre los 200 mejores en el Ranking Shangái «nos dice que las cosas se están haciendo bien». «Esta clasificación en concreto –apunta– tiene en cuenta la producción científica, pero también los recursos de cada titulación, y nosotros tenemos cada vez más doctores y un profesorado más cualificado en investigación y más implicado en su carrera científica». «Lo que refleja el Ranking Shanghái –abunda el profesor– es que las tasas de éxito van creciendo curso a curso y reduciéndose las de abandono, lo que quiere decir que cada vez más alumnos acaban la carrera en buenas condiciones».
A ello ayuda también, añade, el modo en qué cada titulación concibe sus estudios. «En la Escuela de Ingenierías Industriales –concluye José Luis Ausín– llevamos ya varios años en los que las comisiones de calidad trabajan con profesores y alumnos para mejorar la docencia y adaptarlos a la realidad de la calle, de manera que lo que se ofrece esté relacionado lo más posible con los empleos que los alumnos puedan tener al acabar».
Una reflexión similar hace Luis Lorenzo Paniagua, subdirector de Docencia y Ordenación Académica en la Escuela de Ingenierías Agrarias. «Nosotros –expone– empezamos a incorporar de forma muy importante hace unos años en nuestros estudios la investigación y la experimentación, gracias al esfuerzo de profesores y grupos de investigación». «Antes, la investigación estaba más enfocada a la difusión de resultados, y ahora hemos tomado conciencia de la importancia de transmitirla también en clase y del impacto de las publicaciones especializadas», abunda Paniagua, que cree que ha sido clave «el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, porque hace veinte años, investigar era mucho más difícil».
