Educación plantea clases por la tarde en Bachillerato y FP por el coronavirus

La Consejería de Educación y Empleo presentó hace unos días la Guía general para la organización de la actividad educativa para el curso 2020-2021, un documento que servirá de base para la elaboración de las instrucciones que regirán el funcionamiento de la enseñanza en la región y para los planes de contingencia que deberán elaborar los centros docentes. Aún faltan dos meses para el inicio de las clases, y en este tiempo muchas cosas pueden cambiar, pero el objetivo de la Junta de Extremadura es anticiparse en todo lo posible a las condiciones que impondrá la pandemia.

El objetivo sigue siendo garantizar la mayor presencialidad posible, pero eso exige cambios. Entre las medidas que recoge esta guía se encuentra la opción de que Bachillerato y Formación Profesional impartan clase por las tardes. En estas enseñanzas se exige una distancia mínima de un metro entre cada estudiante, y si el espacio lo permite se pide llegar a un metro y medio. Pero si esto impide atender a todo el alumnado en jornada de mañana «se podrá determinar un segundo turno de tarde», recoge la guía. Los usuarios de transporte escolar tendrían preferencia en el horario matutino.

En 5º y 6º de Primaria y en toda la Secundaria se mantendrá la distancia interpersonal de al menos un metro y medio, mientras que de Infantil a 4º de Primaria se formarían grupos de convivencia estable (denominados grupos burbuja y que equivaldrían a una clase), cuyos integrantes pueden socializar entre sí pero limitando al máximo el contacto con otros grupos.

Pero, aunque las limitaciones en estas etapas parecen menores, el coronavirus obligará a cambiar el paisaje y los comportamientos en el centro. El plan de contingencia que debe elaborar cada centro recogerá la adaptación del horario, los agrupamientos, turnos y medidas de flexibilidad de los grupos-clase, etc.

Educación señala que, en función de los espacios disponibles, será necesario establecer una limitación de aforo en aulas, despachos, pasillos, secretaría, biblioteca, baños y otras estancias. Habrá circuitos establecidos y se deberá circular por la derecha y, si es posible, establecer escaleras de subida y otras de bajada.

Dentro del aula se extremarán las medidas de higiene y de seguridad. Se usarán puestos escolares individuales (nada de mesas agrupadas, como en Infantil y primeros cursos de Primaria). No se utilizarán las perchas, no se podrá llevar juguetes u otros objetos personales de casa, no se compartirá material o equipamiento escolar y, en aquellos casos en que sea imprescindible hacerlo, se establecerán protocolos de uso y limpieza de esos objetos. Además, se deberá retirar de las aulas muebles y enseres que no sean necesarios.

Se organizarán los tiempos de recreo y de descanso, de modo que se evite que coincidan muchos niños a la vez. Para ello, deberán contemplarse agrupamientos rotatorios o distribución del alumnado en distintas zonas habilitadas, reforzando la vigilancia o delimitando espacios. En caso de existir, no se usará la zona de columpios y se evitarán los juegos que supongan intercambio de objetos o contacto personal.

En la medida de lo posible se utilizarán distintas puertas de entrada y salida. Los accesos se deberán realizar de forma gradual y escalonada para evitar aglomeraciones. Esto obligará a adaptar las rutas escolares de transporte. En Infantil y Primaria se evitarán las filas todo lo posible o se exigirá distanciamiento.

Para reducir los desplazamientos de alumnos se fijarán, en la medida de lo posible, aulas de referencia para cada grupo. Es decir, serán los profesores los que cambien de clase, no los estudiantes. La guía reconoce que eso exige cambios organizativos, metodológicos y curriculares, como suspender provisionalmente la composición mixta de los grupos bilingües y reducir la oferta de asignaturas optativas. Las estancias específicas, laboratorios y otros espacios del centro se destinarán a grupos estables. El tiempo de espera entre clases se reducirá al mínimo y en ese tiempo el alumnado deberá permanecer en su aula.

Educación dará libertad a los centros para realizar desdobles (partir un grupo en dos, lo que exigiría más profesores), codocencia (dos profesores por aula, lo que también requiere más personal) y otras organizaciones que se estimen necesarias. Asimismo, pide que se celebren con más frecuencia actividades fuera del aula, especialmente para los más pequeños.

La guía señala que, en caso de que la evolución de la pandemia obligue a reducir la asistencia de alumnos, se mantendría la presencialidad en los niveles y etapas inferiores (hasta los 14 años, en 2º de Secundaria). También se podría contemplar una modalidad mixta que combine la educación presencial con la educación telemática a distancia, para lo cual se podrían plantear turnos semanales de asistencia al centro. Los que se queden en casa recibirían las clases a través de nuevas tecnologías, incluso al mismo tiempo que sus compañeros.