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Manuela Cid fumando a dos metros de distancia de las demás mesa. JORGE REY
Dudas y división de opiniones en el primer día de cerco al tabaco

Dudas y división de opiniones en el primer día de cerco al tabaco

Hay que guardar dos metros de distancia para fumar en la calle. Tras publicarse en el DOE, ayer entró en vigor esta medida que tiene a los estanqueros, los bares y muchos fumadores en contra

Álvaro Rubio

Cáceres

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Miércoles, 19 de agosto 2020, 07:47

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Primer día sin fumar en los espacios públicos cuando no se pueda guardar una distancia de al menos dos metros. Ayer entró en vigor esta medida tras su publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) y en los bares, terrazas y estancos fue uno de los temas de conversación. Los extremeños están divididos entre los que se muestran a favor y en contra de la nueva prohibición, pero sobre todo están llenos de dudas.

Ayer por la mañana eran muy pocos los que ya sabían que la resolución se había plasmado en el DOE. De hecho, se podía ver a fumadores en las terrazas sin guardar la correspondiente distancia. «Le hemos preguntado al camarero si se podía fumar y nos ha dicho que todavía sí», decía sobre las doce del mediodía un turista que había venido de Sevilla a pasar unos días a Cáceres.

Tampoco se había enterado Fátima Muriel, una cacereña que ayer dudaba entre si la distancia que hay que guardar es de un metro y medio o de dos. Ella está en contra de la restricción. «No puede ser que nos lo prohíban todo. Me había planteado dejar de fumar, pero me va a costar mucho», comentaba. Sí conocía la nueva norma y su entrada en vigor Manuela Cid, que estaba sentada en una terraza del Paseo de Cánovas. «He escogido la mesa más alejada para estar separada dos metros y fumar sin molestar a nadie. Lo llevo haciendo desde que lo anunciaron la semana pasada», reconocía.

En otro bar estaba Manuel Clavero, que acababa de encender un cigarrillo. «No sabía que la medida ya había entrado en funcionamiento. Lo acepto con resignación. No me gusta, pero hay que cumplirlo y hacer lo que sea necesario para que no se expanda el virus», decía.

Francisco Méndez, un vecino cacereño, fumando ayer en un banco, apartado de la gente.
Francisco Méndez, un vecino cacereño, fumando ayer en un banco, apartado de la gente. JORGE REY

Joaquín Rodríguez, otro vecino de Cáceres que ha sido fumador durante muchos años, se mostraba a favor. «Me parece muy bien, pero no solo con el fin de parar el coronavirus, sino para todo. No saben el mal que hace el tabaco».

Matilde Higuero también ha sido fumadora. «Aunque no haya demostraciones científicas que evidencien que existe un mayor riesgo de transmisión del coronavirus a través de exposición al humo del tabaco, lo veo estupendo. Quién sabe algo de este virus, si a ciencia cierta todavía no se sabe nada».

No opina lo mismo Francisco Méndez, que lleva 62 años fumando y ayer desde un banco decía: «Nos están controlando demasiado ya. He salido a dar un paseo y ahora para fumar hay que apartarse, así que me voy a mi casa y fumo en mi patio».

En los bares temen que la restricción con el tabaco repercuta en su caja. «La gente es bastante respetuosa con las medidas y este fin de semana ya nos han estado preguntando si se podía fumar. Creo que nos afectará porque muchos clientes se sientan en la terraza por esa razón y ahora quizás vengan menos», contaba Juan Cancho, camarero de un mesón cacereño.

Bares

Ayer también se decretó el cierre de discotecas, salas de baile y bares de copa con y sin actuaciones musicales en directo. Además, los establecimientos de hostelería y restauración solo podrán abrir hasta la una de la madrugada y no admitirán a clientes a partir de las 00.00 horas.

Asimismo, en los establecimientos de hostelería, restauración y terrazas se debe garantizar la distancia interpersonal mínima de 1,5 metros en el servicio en barra, así como entre mesas, con un máximo de diez personas por mesa o agrupación de ellas.

«Lo veo bien aunque no se ha demostrado que existe más riesgo, pero quién sabe algo de este virus a ciencia cierta»

Matilde Higuero | eXFUMADORA

«Va a afectar mucho a la hostelería. En los estancos no creo que perdamos más de un 10% de ventas»

Alejandro Caballero | eSTANQUERO

«Entendemos que hay que tener precaución y llevar las mascarilla puesta, pero cómo se va a guardar la distancia de seguridad en una mesa de una terraza mientras se fuma. Necesitarían mucho más espacio. Lo que van a conseguir es que la gente no vaya a los bares. A ellos son los que más les va a afectar esto. Para nosotros no creo que suponga más de un 10% de caída de ventas», explicaba ayer Alejandro Caballero antes de matizar que la medida no le parece bien porque «no hay análisis que demuestren que existe mayor riesgo de contagio por el humo del tabaco».

Lo decía mientras no paraba de atender a clientes en su estanco. Durante estos días le han estado preguntando continuamente si ya había que cumplir la restricción. Él, por ahora, no ha notado un descenso de ventas.

Sus compañeros del sector coinciden. «La gente va a acabar tomándose la cerveza en su casa y se va a resentir el consumo, pero seguirán fumando», comentaba María Jarillo desde el mostrador del estanco en el que trabaja. También dudaba del seguimiento que habrá. «No sé cómo lo van a controlar», se preguntaba.

Hay que recordar que también se prohíbe fumar con cualquier dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas o asimilados al aire libre cuando no se mantenga la distancia de dos metros. Su incumplimiento, como sucede con los cigarrillos, puede conllevar multas desde los 100 euros y hasta los 600.000, dependiendo de la gravedad.

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