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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Varios operarios de la fábrica de Luis Pino en Miajadas cargando una piscina en el camión. Estrella Domeque
La demanda en las fábricas de piscinas se desborda

La demanda en las fábricas de piscinas se desborda

Fabricantes e instaladores extremeños. El confinamiento ha hecho que los pedidos suban un 60% y confiesan que no pueden atender a más para este verano

Álvaro Rubio

Cáceres

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Jueves, 28 de mayo 2020, 21:24

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La apertura de las piscinas públicas no está asegurada en algunos municipios por culpa del coronavirus y eso ha hecho que la demanda para construir este tipo de instalaciones en las fábricas de la región se desborde. Lo confirman los empresarios del sector. Nunca antes habían atendido tantas llamadas ni solicitudes de personas interesadas en tener un pequeño espacio en el que remojarse durante los meses de verano.

«La demanda se ha disparado por lo menos un 60%. No paro de coger llamadas y eso se viene repitiendo cada día desde mediados de abril. A partir del 16 de ese mes yo ya tenía la agenda completa. En la última semana nos han entrado más de 70 consultas solo por correo electrónico», reconoce Cristina Álvarez, comercial en la empresa Álvarez Pino, que se dedica a la fabricación e instalación de piscinas de poliéster reforzado con fibra de vidrio, así como de depósitos y fosas sépticas.

Llevan más de tres décadas haciéndolo y nunca ha vivido algo similar. «El otro día estuve sin cobertura una hora y media y en ese tiempo había recibido doce llamadas, así que pierdo la cuenta de las que están entrando al día», comenta antes de confesar que ya no pueden atender toda la demanda que hay para este verano. «Por el momento, hemos tomado la decisión de no visitar a más posibles clientes», lamenta.

Asegura que han tenido que contratar a personal y actualmente cuentan con 16 empleados. «Ahora estamos montando cuatro piscinas a la semana, pero hay demanda para montar hasta diez», detalla Álvarez, que apunta a que en un año normal, sin pandemia, fabrican entre 100 y 150 unidades. De ellas instalan un 75%.

Lo mismo le sucede a Luis Pino, que también fábrica piscinas de poliéster en Miajadas. «Es imposible atender a todos los que nos llaman. Hay que tener en cuenta que hemos perdido un mes de trabajo por el confinamiento», comenta agobiado. «En un día nos llaman hasta 60 personas» añade.

«Hay gente que está pidiendo préstamos para hacer piscinas, algo que antes no pasaba»

Cristina Álvarez | Comercial de la empresa Poliéster Álvarez Pino

Él no se esperaba tanta demanda. Cuenta con más de 20 empleados y está en continua búsqueda de personal. «Estoy intentando dar con trabajadores para la instalación y no los encuentro. Si pudiera a coger a cinco o seis más estaría genial», asegura Pino, que incluso le han llamado para poner piscinas en terrazas. «Eso es peligroso y hay que hacer un estudio técnico previo», indica.

El coronavirus también ha hecho que se den situaciones en este sector que no se habían producido nunca. Las consultas son de todo tipo. «Es la primera vez que me han llamado preguntando por piscinas de alquiler. Nos han comentado que en otras regiones por 600 euros te alquilan estas instalaciones durante dos meses», comenta Álvarez.

«Hay quien está pidiendo préstamos personales para poder contar con una piscina, algo que no pasaba antes. La gente que no tenía el dinero y no solía hacérsela», añade. «Hay personas que nos han pedido cubas de tomate para convertirlas en piscinas. Quieren montarlas en adosados con patios, en campos e incluso nos preguntan por hinchables, que no comercializamos», comenta Cristina.

Precisamente los grandes centros comerciales de Extremadura también han notado un incremento considerable de la demanda de piscinas desmontables y en algunas marcas se han agotado las existencias hasta el próximo año.

Precios

En cuanto al precio de las piscinas de poliéster depende de factores como el terreno, las horas de trabajo y el material necesario. Por hacerse una idea, pueden oscilar entre los 8.000 y los 14.000 euros. «Muchas veces las pequeñas pueden ser incluso más caras que una grande. Hay piscinas de cinco metros con un precio mayor que una de diez porque trabajar en un espacio muy limitado es más difícil», afirma Álvarez.

Las que son de otro tipo de material también tienen precios variados. Por ejemplo, una de hormigón proyectado de cuatro metros de largo por dos de ancho puede costar aproximadamente 5.000 euros, según detalla José Caballero, de Don Benito.

Él lleva 25 años instalando piscinas y responde rápido a las preguntas porque dice que no tiene ni un minuto, que está desbordado. «Todo el que tiene un terreno disponible, ahora quiere una piscina, pero estamos limitados en la producción y no damos abasto. Hay mucha gente que la quiere para este verano, pero con la cantidad de trabajo que tenemos podríamos empezar a construir en julio y dentro de muy poco nos vamos a poner en agosto a este ritmo», concluye Caballero.

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