«Deja todo como estaba»
Las madres y las abuelas son mejores posproductoras que la HBO
El viernes fui a dos bodas. La primera se celebraba tras dos horas de espectáculo dramático shakespeariano. La segunda era la boda de mi sobrina. Al acabar la primera, sería la una de la madrugada, salí corriendo hacia la segunda, que ya estaba acabando. Tanto en la boda teatral como en la boda familiar, al acabar el espectáculo y la fiesta, hubo que recoger las sillas, las alfombras y la escenografía en un caso y las mesas, la vajilla y la comida sobrante, en el segundo.
Es decir, cuando ya se había ido todo el público del teatro y todos los invitados a la boda informal de mi sobrina, bien los actores, bien los familiares, tuvieron que hacer el duro trabajo de, agotados tras los esfuerzos y las emociones, dejar todo como estaba.
A dejar todo como estaba se le llama posproducir. A crear u organizar un evento, espectáculo o banquete sobre lo que estaba se le llama producir. Comprar la comida y los adornos, preparar los pinchos y los platos y decorar el jardín es producir y se trata de un acto creativo y divertido. En el caso de un espectáculo, pues igual: el vestuario, la escenografía, las luces, los traslados, la música, el sonido... Eso es producir y puede ser cansado y duro, pero reconfortante. Lo malo, la posproducción, viene después, pero es cuando se ve la calidad de los organizadores de la boda o del espectáculo y su compromiso con el espacio donde trabajaron o se divirtieron. Que todo quede como estaba.
Hace unos meses, la productora HBO grabó en Cáceres parte de la séptima temporada de 'Juego de tronos', que se estrenará dentro de 18 días en televisión. Asistí de cerca a la grabación de la serie y los medios de producción que tenían eran espectaculares. También la capacidad de sus equipos para montar y desmontar en media hora un puesto de grabación en la plaza de San Jorge y, al poco, instalarlo en la plaza Mayor. Pero ¡ay!, fallaron en la posproducción y eso los inhabilita para la perfección: pintaron de un color una fachada lateral de la iglesia cacereña de la preciosa Sangre y se escaparon a Los Ángeles sin devolverle su color original. HBO igual a buena producción y mala posproducción.
Algo semejante sucedió con el rodaje de 'Still Star Crossed', la serie dramática de la ABC rodada en Cáceres y ambientada en la Verona del siglo XVI. La producción debió de ser buena y reaccionaron con presteza cuando hubo algún problema durante el rodaje, como el estropicio provocado en algunos tejados de la parte antigua por un arquero a la fuga en una escena de persecución. Pero en los detalles mínimos fallaron. Así, desmontaron carteles de metacrilato de la parte antigua y algunas lámparas, pero se marcharon sin volver a poner las cosas en su sitio. No todo quedó como estaba.
Esta serie, por cierto, está siendo un fracaso de audiencia y de crítica en Estados Unidos. El caso es que 'Still Star Crossed' ha sido trasladada a la noche de los sábados, que es una manera de certificar su defunción, y el actor Torrance Coombs, que da vida al conde Paris, ha anunciado que no habrá segunda parte. Así que quizás no vuelvan a producir bien ni a posproducir mal a Cáceres.
Posproducir es todo un arte en el que son expertas nuestras madres y abuelas, las pobres. Toda su vida organizando cumpleaños y bautizos, comuniones y banquetes familiares y jamás cometieron un error de posproducción salvo algún vaso que se caía. Ahora, las celebraciones se encargan a los catering y a los restaurantes, que posproducen como pueden. Pero ellas eran una máquinas que, en cinco minutos, habían despejado la mesa, colocado los cacharros, limpiado el salón y la cocina y dejado todo listo para la siguiente producción.