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Miércoles, 12 de septiembre 2018
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Los casi 135.000 alumnos y alumnas del segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria, Educación Especial y Educación Secundaria Obligatoria en Extremadura iniciaron el curso escolar 2018/2019 con «absoluta normalidad», según la Consejería de Educación y Empleo, aunque para algunos, como CC OO, la realidad está lejos de la normalidad que 'vende' la Consejería. El sindicato aprovechó el comienzo del curso para hablar de «falta de planificación», de «fallos crónicos» o de centros que han comenzado las clases en obras.
En Badajoz, fueron los padres los que se saltaron la normalidad en los 16 centros públicos en los que han colgado pancartas pidiendo al vuelta de la figura del conserje a los colegios de la ciudad.
Si la normalidad sigue su cauce, a partir de hoy se seguirán incorporando a las aulas el primer y segundo curso de Bachillerato, así como el segundo curso de Formación Profesional Básica, los Ciclos Formativos de Grado Medio y de Grado Superior, y el día 20, el primer curso de FP Básica, para finalizar el día 25 de septiembre con la incorporación del primer curso de los Ciclos Formativos de Grado Medio y Grado Superior.
Ayer fue un día de nervios, ilusión y bienvenidas, pero también de reivindicaciones. CC OO no quiso dejar pasar la ocasión para recordar a la Consejería de Educación y Empleo que aunque el curso es nuevo, llega con achaques viejos.
El secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO de Extremadura, Francisco Jiménez, y el secretario de Enseñanza Pública No Universitaria, Manuel García, enumeraron ayer en una rueda de prensa en Cáceres hasta catorce incidencias en el arranque de este curso 2018/2019 para los alumnos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. La incorporación tardía de los interinos, un sistema de llamamiento que se colapsa, el aumento de contrataciones a media jornada, la no aplicación de la subida salarial negociada, las obras de los centros educativos, el crecimiento de la ratio en la enseñanza concertada en detrimento de la pública, la falta de ayudas al material escolar, o la enseñanza de la religión en las aulas, son algunas de las cuestiones que el sindicato achaca a una mala programación de la Administración.
Asimismo, el sindicato criticó que existen varios centros escolares en la región, como el IES Carolina Coronado de Almendralejo o el CEIP Arias Montano de Fregenal de la Sierra, que están en obras y los alumnos tendrán que convivir con ellas o desplazarse a instalaciones provisionales.
Respecto a las ratios de alumnos por aula, el sindicato denunció que se ha aumentado en centros concertados habiendo plazas libres en centros públicos de la misma zona como, por ejemplo, en las Escolapias de Mérida. «Es una medida es totalmente desacertada», subrayó en declaraciones recogidas por Efe.
Otra novedad es la incorporación de la enseñanza de Religión Islámica, que será impartida para unos 400 alumnos. El sindicato defiende que la asignatura de religión no debería estar en los centros escolares ya que, ya que «existen otros lugares más apropiados para garantizar el derecho de los padres y madres a que sus hijos conozcan sus creencias», ha manifestado Jiménez.
«En resumen, el comienzo del curso trae muchas tareas pendientes de resolver por parte de la Administración. Lejos de cualquier discurso de normalidad, la Consejería de Educación y Empleo debe ponerse manos a la obra y solucionar muchos problemas que no son nuevos y a los que durante tres cursos no ha sido capaz de poner solución», concluyó.
En Badajoz, el inicio del curso ha estado marcado por la protesta de los colegios públicos, que han desplegados pancartas en sus fachadas para reclamar que se reincorpore la figura de los conserjes. La campaña, a la que se han adherido dieciséis centros de la ciudad, está coordinada por la Freapa y las ampas. Desde Freapa aseguran que tienen el apoyo del resto de colegios que «por diversas circunstancias no han podido sumarse».
Con este acto quieren darle continuidad a la comparecencia pública del pasado mes de julio de los directores de todos los colegios públicos, en la que solicitaron al Ayuntamiento de Badajoz que vuelva a dotar a los centros de conserjes. «Lo único que perseguimos es que nuestros hijos no sean considerados de segunda y ejerzan su derecho a la educación con unos mínimos de calidad y seguridad», argumentan desde la federación extremeña de ampas.
Junto a esta protesta general, la asociación de vecinos del Cerro de Reyes también aprovechó ayer el arranque del curso escolar para denunciar que sigue pendiente el derribo del edificio anexo al colegio, que sirve de refugio de toxicómanos y foco de basura. La presidenta del colectivo, Isidra Méndez, recuerda que el aulario infantil fue clausurado en 2012 pero aún sigue en pie y advierten a la Consejería de Educación que se manifestarán si no se derriba antes de final de año.
Por su parte, la comunidad educativa del colegio público de Gévora también alzó ayer la voz antes de entrar en el colegio. Con un marcha, organizada por la ampa, recorrieron el trayecto entre la plaza del Ayuntamiento y el centro escolar para reclamar el inicio de las obras del nuevo colegio anunciado por Educación. «Un colegio digno, sin dispersión y sin riesgos para el alumnado», fueron los lemas de su protesta.
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