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Campañas agrícolas como la de la cereza impulsaron el empleo en el segundo trimestre. HOY
La crisis sanitaria deja 23.500 trabajadores menos que hace un año en la región

La crisis sanitaria deja 23.500 trabajadores menos que hace un año en la región

El paro descendió en 15.000 personas en el segundo trimestre impulsado por el aumento de los inactivos

Juan Soriano

Martes, 28 de julio 2020

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Menos paro, pero también menos ocupados y, sobre todo, menos activos. El descenso en el número de personas que están en disposición de trabajar explica la caída del desempleo en el segundo trimestre del año, recogida por la Encuesta de Población Activa (EPA) que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística.

La EPA del segundo trimestre está condicionada por la crisis del coronavirus, ya que el mercado laboral entre abril y junio estaba marcado por los expedientes de regulación de empleo y las limitaciones a la movilidad.

De entrada, las personas incluidas en ERTE no aparecen como parados, sino que se mantienen como ocupados. Eso explica por qué el desempleo cayó en el segundo trimestre en 15.000 personas respecto al periodo anterior, a pesar de que la crisis del coronavirus obligó a la paralización de muchos negocios y por tanto a la destrucción de empleo.

La EPA sitúa la cifra de desempleados en 101.000, 600 menos que hace un año. La tasa de paro se reduce al 21,39% y Extremadura deja de ser la comunidad con más desempleo, ahora superada por Canarias. Por sexos, este trimestre baja de forma similar entre los hombres (7.400) y las mujeres (7.700). Por grupos de edad, sube en los colectivos de 20 a 24 años y los mayores de 55, mientras que baja en los intermedios.

También es cierto que se aprecia un cierto repunte de la actividad, sobre todo en el sector agrario, con 5.600 parados menos, y en la industria, con 2.700. Por contra, subieron en construcción, 1.800, y servicios, 1.300. El colectivo más beneficiado fue el que busca su primer puesto o lleva más de un año sin trabajo, con 9.800 desempleados menos.

En teoría, esta caída del paro debería reflejarse en un aumento de la ocupación. Sin embargo, en realidad en el segundo trimestre del año había en la región 4.500 empleados menos que a finales de marzo, hasta un total de 371.400. Son 23.500 menos que hace un año.

En agricultura creció la actividad en 4.200 personas, casi en consonancia con la caída del desempleo en el sector. Pero en industria, donde hubo menos desempleados, hubo también menos ocupados, 2.200. Y en servicios, con 1.300 parados más, se registraron 4.100 ocupados menos, más del doble.

Entre los ocupados destaca el número de autónomos, 1.300 más, pero bajó el de asalariados del sector privado en 8.200. Junto a esto, el porcentaje de empleados a tiempo completo subió hasta el 85,5%, mientras que el de contratos a tiempo parcial cayó al 14,5%, el dato más bajo en seis años. Esto puede deberse a que la caída del empleo se cebó con los temporales y los trabajadores por cuenta ajena.

La explicación a la bajada del paro y de la ocupación se encuentra en el descenso de los activos. Durante la crisis económica, la cifra de personas interesadas en trabajar caía porque los más jóvenes emigraban en busca de un empleo. Ahora la EPA los coloca en buena parte en los inactivos.

El número de activos, las personas en edad de trabajar que tienen o quieren tener un empleo, cayó en la región entre abril y junio a 472.400, 19.600 menos que en el primer trimestre del año. La mayor parte corresponde a los colectivos de 20 a 24 años (3.500 menos), de 25 a 34 (8.300) y de 34 a 44 (4.100).

Esta caída de la actividad tiene un reflejo casi exacto en el aumento de la inactividad, con 19.000 personas más que en el primer trimestre del año. Por grupos de edad las cifras son similares a las citadas en el párrafo anterior. Por colectivos, hay dos grupos que destacan especialmente. Por un lado, las personas dedicadas a las labores del hogar, con 12.700 más (5.000 hombres y 7.700 mujeres). Por otro, los colocados en un apartado sin definir, con 7.800 más.

La EPA explica que, como el confinamiento impedía la movilidad, puede tratarse de desempleados que no podían buscar trabajo de forma activa o que no estaban disponibles por estar al cuidado de menores o dependientes. Por tanto, en la estadística no se consideran como parados.

La Junta destaca el paro

La consejera de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, Esther Gutiérrez, recalcó que la bajada del paro es la segunda más fuerte de la serie histórica y que se produjo en un entorno de aumento del desempleo en todo el país.

En cuanto a la bajada de la ocupación, afirmó que es una situación excepcional a causa de la crisis del coronavirus. «Detectamos una anormal subida de la inactividad y, evidentemente, la tenemos que centrar en la consecuencia del confinamiento: son 19.500 activos menos», expuso.

En España, el comportamiento negativo de la ocupación es más drástico que en Extremadura, ya que el empleo cae un 5,43% en el trimestre. «Extremadura es la comunidad donde menos empleos se pierden gracias a la adaptación de nuestros sectores esenciales», afirmó en referencia a agricultura e industria. «Han demostrado fortaleza, incluso en el periodo de confinamiento», señaló.

En cuanto a los agentes sociales, CC OO considera preocupantes unos datos que reflejan sobre el mercado laboral los efectos del confinamiento y la paralización de la actividad económica por la pandemia sanitaria. El sindicato destaca el descenso de la población activa en casi 20.000 personas, lo que a su juicio se debe a «la imposibilidad de buscar empleo en estos meses».

Por ese motivo, considera que el descenso del paro ha de interpretarse en relación a esta caída de la población activa, aunque también estima que los ERTE «han conseguido salvar gran parte del empleo durante este periodo, que se habría perdido de no haber puesto en marcha de manera generalizada esta medida, consensuada con los agentes económicos y sociales».

Por su parte, la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) reconoce un sabor agridulce, con una caída del paro mejor de la esperada pero también con un descenso de la ocupación.

Para el secretario general de la Creex, Javier Peinado, la estructura del mercado laboral extremeño, con más peso de los sectores agrario y público, y las medidas adoptadas explican que la región se comporte mejor que la media nacional.

La temporalidad cae a la cifra más baja en seis años

De las 10.957 empresas de la región que han solicitado un expediente de regulación temporal de empleo ya ha vuelto a la actividad el 75%. En cuanto al número de trabajadores afectados por esos ERTE, de 47.161 ya está en sus puestos el 70%, 32.700.

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, afirmó que en la recuperación de la actividad han tenido especial relevancia las ayudas de la Junta, que ya han recibido unas 50.000 solicitudes. De ellas, se han resuelto y abonado 5.000 expedientes. Según dijo, el 42% de los autónomos de la región ha solicitado estas ayudas, que en el sector de la hostelería se disparan hasta un 70%.

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