Las cooperativas de enseñanza, una gestión alternativa en la concertada en Extremadura

Así se expresa, en declaraciones a Efe, el presidente de Ucetaex, José Cuesta, que defiende el servicio complementario «que no suplementario» que los centros concertados prestan, para cuyos alumnos reclama «lo mismo que para los de los públicos, ni más ni menos», tanto en becas, como en ayudas y profesionales para atender necesidades especiales.

En la actualidad están agrupadas en Ucetaex seis cooperativas de la provincia de Badajoz, tres ubicadas en Mérida y una en Montemolín, Llerena y Almendralejo, y siete en la cacereña, cinco de ellas en la ciudad de Cáceres, una en Trujillo y otra en Plasencia.

Estos centros tienen concertados 242 unidades, con unos 5.000 alumnos y casi 400 profesores.

Según explica José Cuesta, la principal característica en la gestión de la educación por parte de estas cooperativas de trabajo asociado es que cada puesto de trabajo que se crea es un socio y no puede haber más socios que puestos de profesor haya en el centro.

«Son de trabajo asociado porque generamos nuestro propio puesto de trabajo», afirma el presidente de Ucetaex, que tiene claro que montar una cooperativa de enseñanza en Extremadura no es rentable económicamente «y quien quiera crearla para sacar beneficio, que se olvide porque es inviable».

José Cuesta precisa que no todas las personas que forman parte de la plantilla de un centro durante el curso son socios, ya que algunos profesores no tienen horas lectivas suficientes o son de apoyo.

«Cuando entra un socio en una cooperativa y hace su aporte al capital social, el contrato que se hace una vez superado el período de pruebas, es indefinido», añade José Cuesta, que también precisa que, según la Ley de Cooperativas, un centro no puede tener más del 40 por ciento de plantilla que no sea socio.

El origen de la mayoría de las cooperativas se remonta a comienzos de los años 80 del pasado siglo, cuando no había en muchos municipios plazas escolares públicas suficientes para atender la demanda, lo que propició convenios con el Ministerio de Educación, que en esos momentos tenía las competencias.

A modo de ejemplo, explica que su cooperativa, que gestiona el colegio 'Ruta de la Plata', de Almendralejo, comenzó su andadura en 2006 después de que el titular, el Marques de la Encomienda, decidiese no seguir prestando el servicio y se lo ofreció a los profesores, que se constituyeron en cooperativa.

En cuanto a las carencias, señala la falta de fondos para los gastos de funcionamiento o de profesores específicos como los de Pedagogía Terapéutica o Audición y Lenguaje, que deben atender a los alumnos con necesidades especiales.

En este sentido, demanda que desde la administración regional se adopten medidas para cubrir estas necesidades, por ejemplo, mediante profesores «itinerantes» que se encarguen de varios centros, como se hace en los públicos.

En cuanto a la repercusión que las críticas de algunos sectores pueden tener en la demanda de plazas en estos centros, José Cuesta, asegura que «a los padres que tienen las ideas claras, les da lo mismo y no cambian de opinión por mucho que se les diga».

Sin embargo, añade, la administración «en el momento que hay problemas porque hay menos niños, sí disminuye las unidades y ese problema lo tenemos todos los años».

De los trece centros de Ucetaex, Licenciados Reunidos, en Cáceres, es el de mayor tamaño, con tres unidades completas hasta Bachillerato, mientras que Nuestra Señora de la Providencia, en Montemolín, es el más pequeño, con la particularidad de que esta cooperativa es la única oferta educativa en el municipio.