Borrar
Sánchez Mauriño, a la izquierda, durante el juicio. BRÍGIDO
Condena de 23 años de cárcel a Emilio Sánchez Mauriño por un asesinato en Don Benito

Condena de 23 años de cárcel a Emilio Sánchez Mauriño por un asesinato en Don Benito

También deberá cumplir un año y siete meses por tenencia ilícita de armas y el implicado por cómplice recibe una pena de cinco años de prisión

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 13 de julio 2020, 21:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Audiencia Provincial de Badajoz ha dictado una condena de 23 años de prisión para Emilio Sánchez Mauriño por el asesinato de Manuel González en diciembre de 2016 en Don Benito. A esto sumará una pena de un año y siete meses de cárcel por tenencia ilítica de armas.

Para Juan Antonio Hoyas, condenado por cómplice de homicidio, se establece una pena de cinco años de prisión. En su caso, el jurado se mostró favorable a la concesión de indulto parcial. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior deJustica de Extremadura.

Sánchez Mauriño ya contaba con cuatro condenas por homicidio entre 1990 y 2001 en Sevilla, Badajoz y Ciudad Real; así como por lesiones y tenencia ilícita de armas en 2013. En los próximos meses deberá enfrentarse a otro juicio por un homicidio ocurrido en Don Benito en mayo de 2017.

El juicio por los hechos de diciembre de 2016 se celebró en Mérida en la primera semana de julio. A su conclusión, el jurado estimó probado que Sánchez Mauriño estaba enemistado con Manuel González por rencillas de cuando estuvieron en prisión, y que en los días previos al crimen discutieron, tras lo cual el principal acusado habría dicho en público, refiriéndose a la víctima, que le daba 48 horas para que se fuera o que le quitaría la vida.

El 20 de diciembre de 2016 Sánchez Mauriño se dirigió al domicilio de Manuel González con la intención de matarle. La víctima se dedicaba al tráfico de droga a pequeña escala. Para que bajara a la calle, le llamaron con el teléfono de Juan Antonio Hoyas. Este último reconoció en el juicio que había hecho esa llamada para comprar una dosis, pero que no conocía al agresor. Esta es su única participación en los hechos, según el jurado, que sin embargo estimó que actuó con el fin de hacer daño a la víctima.

Cuatro disparos

Tras bajar a la calle, y antes de que volviera a casa, Manuel González fue abordado por Sánchez Mauriño, quien portaba un arma. «No me jodas, me cago en tu madre», llegó a decir la víctima mientras huía, pero un defecto físico en las piernas le impidió escapar.

El agresor realizó cuatro disparos, de los cuales dos alcanzaron a Manuel González en las piernas y un tercero en la cara cuando estaba en el suelo.

En días posteriores a lo ocurrido, cuando la Policía buscaba al autor material del crimen, Sánchez Mauriño afirmó que «el fallecido era un perro chivato, que había tenido muchos problemas con él en prisión y por eso le disparó», según recoge la sentencia. «He sido yo; pero de esto, tumba», afirmó ante conocidos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios