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¿Qué ha pasado hoy, 17 de abril, en Extremadura?

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Tengo que confesarles que impone un poco pasar de las páginas 6 u 8, que son las que han acogido durante casi tres décadas la ‘Semana política’, a la 2 para escribir mi primera carta de la directora. Impone todavía más cambiar la Redacción, en la que he trabajado 28 años largos, por la Dirección de HOY. Una responsabilidad que han desempeñado excelentes directores desde el 1 de enero de 1933 y en la que yo espero no defraudar. Cuento para ello con el respaldo de una empresa sólida, Vocento, un grupo de periodistas magnífico, y unos lectores fieles que cada día nos sirven de estímulo para trabajar mejor.

En esta semana hay quien me ha preguntado si no me da miedo asumir esta responsabilidad. Y, sinceramente, les he contestado que no. Conozco mi oficio, conozco Extremadura y he visto desde muy cerca todas las complicaciones que tiene dirigir un medio como HOY. Ya les he confesado que impone respeto, principalmente porque esto no es el último blog de tendencias que dice lo que se va a llevar la próxima primavera (con todo mi cariño para los blogs de moda), sino una cabecera con 85 años de historia que recoge cada mañana (y ahora las 24 horas en la web hoy.es) todo lo que es importante en Extremadura. Y la sociedad extremeña nos analiza con lupa, como debe ser, y nos exige más que a nadie. Ser el medio de referencia obliga a afinar más en nuestro trabajo.

En estos días también ha habido lectores que se han apenado porque entienden que al convertirme en directora voy a dejar de opinar de política como lo he hecho hasta ahora. No. Voy a seguir opinando de política con la misma mirada crítica de siempre. No tengo otra. Y les aseguro que mis jefes no me han recomendado que empiece a escribir loas a diestro y siniestro. Mudo de página, de nombre de la sección, pero no de espíritu. Probablemente si hoy ocupo la dirección de HOY es porque cuando llegué a este periódico su director de entonces, Teresiano Rodríguez, me animó a publicar columnas políticas. Esa confianza que me dio Teresiano me la renovaron sus sucesores, José Luis Sánchez-Izquierdo, Julián Quirós y Ángel Ortiz, un gran periodista que ha dejado HOY para asumir el reto de dirigir El Norte de Castilla. Sé que mis opiniones les causaron a todos ellos más de un quebradero de cabeza. Pero, amigos, eso es el periodismo. Pisar algunos callos. Si quisiéramos caerle bien a todo el mundo, todos los días, nos dedicaríamos a escribir poesía pastoril o a cantar gregoriano y no a contar qué funciona mal en un ayuntamiento o por qué le han retirado la ayuda a un discapacitado. No les voy a aburrir enumerándoles los principios y la función social que tiene el periodismo, ustedes los conocen de sobra. Sí les aseguro que HOY continúa comprometido con ese periodismo incómodo y riguroso que lo mismo denuncia abusos que lidera las grandes reivindicaciones de los extremeños. Hace años fue la creación de la Universidad, por ejemplo, y hoy es, entre muchas otras, la construcción del tren de alta velocidad. Nos vamos a seguir poniendo pesados en la exigencia de las infraestructuras que necesita Extremadura, chequeando promesas, vigilando los incumplimientos... Levantando todas las banderas que benefician a la comunidad.

Hace años que algunos gurús de la comunicación han vaticinado la muerte de la llamada prensa tradicional y hasta nos han oficiado los funerales. Lo moderno era informarse por los nuevos medios, por las redes. Todos podíamos ser periodistas. Y ahora hay muchos ciudadanos que se lamentan de que no saben si algunas ‘noticias’ que leen en las redes sociales son ciertas o no. Y hasta se enfadan cuando comprueban que les han tomado el pelo con un bulo bien fabricado.

Las ‘noticias’ falsas tienen más alcance y difusión que las verdaderas, afirmaba estos días un experto. Pues claro. Ya saben que una mentira es más sexi que la verdad. Si HOY publicara mañana que la mujer del alcalde X, que es ama de casa, tiene una cuenta con diez millones en Suiza, que quién sabe si no es dinero público, o que en el hospital Z están ingresando decenas de infectados por ébola y que las autoridades lo esconden, y se demostrase que todo era inventado, me despedirían (y con razón). Y, por supuesto, el alcalde aludido y el consejero de Sanidad demandarían al periódico en los tribunales y ganarían. Nuestra credibilidad se hundiría.

Pero si esas ‘noticias’ las publica cualquier usuario de Facebook nadie responderá por ellas. Los lectores más incautos puede que se las crean y hasta las compartan; los dueños de la empresa se lavarán las manos y avanzará un poco más una sociedad en la que es difícil distinguir la verdad de la mentira. Un mundo en el que grandes empresas se están dedicando a fabricar bulos para manipular a la ciudadanía.

Los periodistas de HOY no trabajamos así, ustedes lo saben. Los excelentes profesionales que ha tenido siempre, y que sigue teniendo esta casa, trabajamos de otra manera. Tenemos el compromiso de seguir haciendo un periodismo, no aburrido, pero sí riguroso, exigente, crítico, plural, respetuoso. Comprometido con los anhelos de Extremadura. Aquí caben todas las voces que tienen algo que decir. Cuento con ustedes para que nos ayuden, nos exijan, nos critiquen cuando nos equivocamos y, ¿por qué no? quieran también un poquito a HOY, que es suyo.

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