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Ricas tapas y raciones, en 'Na boca do lobo'. :: E.R.
Comiendo con lobos

Comiendo con lobos

El chef del 'Tomba Lobos' abre tapería en el centro de Portalegre

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Sábado, 28 de abril 2018, 09:06

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Según la guía de los mejores chefs de Portugal, que edita el diario lisboeta Público, uno de los 50 cocineros más reputados de Portugal es José Julio Vintem, del restaurante Tomba Lobos de Portalegre. Este cocinero es tan fornido que los clientes que visitaban su restaurante creían que Tomba Lobos era su mote. En realidad, se llama así por la leyenda de que durante la Guerra Civil española, los lobos de la sierra de San Pedro, asustados por las bombas y los disparos, escaparon a la tranquila Portugal y se establecieron en la Serra de San Mamede, entre la frontera y Portalegre, donde los lugareños los 'tombaban', o sea, los mataban.

Cuando José Julio abrió su primer restaurante en la sierra, lo llamó Tomba Lobos en honor a la leyenda. Allí lo visitamos hace años y pudimos disfrutar de la sabia mano de este hombre, que, tras pasar una temporada en Brasil, regresó a Portalegre y supo dar un toque de calidad a los platos tradicionales alentejanos. De la Serra de San Mamede, José Julio bajó a la capital del distrito y trasladó hace unos años su Tomba Lobos a uno de los nuevos barrios de la ciudad.

En agosto, el más renombrado chef del Alentejo, al menos según Público, abrió una sucursal de su Tomba Lobos en plan tapería, siguiendo las corrientes que triunfan en Europa, a unos pasos del Rossio, justo enfrente de Correos, bajando por la gran avenida central de Portalegre, en el lado derecho. El nuevo local no deja de lado la leyenda y se llama 'Na boca do lobo'. Cenamos allí el pasado sábado y hemos de descubrirnos ante la manera que tiene el señor Vintem de convertir la materia prima alentejana en cocina delicada, diferente y personal.

El local es pequeño: 32 plazas en ocho mesas en el interior y 24 en las seis mesas de la terraza (si hace fresco fuera, tienen mantas en una cesta). La decoración es tan sobria como el mobiliario: unas mantas rústicas, unas fotografías y unos peces de colores en las paredes y mesas y sillas de madera roja con encimeras de mármol blanco. Abren a las 18.30 portuguesas, llegamos media hora más tarde para no quedarnos sin sitio y, efectivamente, al rato, el local estaba lleno.

'Na boca do lobo' se ha convertido en la sensación gastronómica del distrito de Portalegre y sus mesas están muy solicitadas. ¿Por qué? Pues por una relación calidad precio muy equilibrada y porque todo está muy rico. Ofrecen aceitunas (1 euro) como aperitivo, pero no las imponen. El pan (1.20) no es abundante, pero está bueno, el típico alentejano de calidad.

En la carta, ofrecen dos ceviches (8.50): de atún y de aguacate y gambas. Del mar, la carta propone cazón frito (7.50), unas sabrosas gambas con ajo (8.50) y atún braseado (9.50) y de río, unas anguilas en tempura (12.50) que son uno de los platos estrella. Nos explica una clienta que están tan buenas porque los portugueses son los inventores de la tempura y fueron los jesuitas lusos quienes se la enseñaron a los japoneses. Otro plato curioso y marino: dos vieiras con batata dulce (7.50).

Ofrecen unas guarniciones delicadas como el esparregado (3.50), que es una masa de espárragos silvestres mezclados con una especie de bechamel poco consistente, una experiencia deliciosa, pero superada por los cogumelos salteados (6): una sartén de setas, con huevo frito encima, que acarician el paladar. Hay carpaccio de ternera (7.50) oreja o morros de cerdo a la brasa (6.25), chuletillas de conejo con miel (11.50), barriga de cerdo asada (7.50), mano de vaca con garbanzos (7.50), liebre con judías blancas (12.50) o provas de aguidar (7.50): una pequeña sartén con algo parecido a la prueba de cerdo, pero más suave. De postre (1.20), boleima de manzana, un dulce de Portalegre parecido a una empanada de manzana con canela, o babas de camelo que no se pasan de dulces. Pero lo importante en 'Na boca do lobo' no es la relación de platos, sino la seguridad de que comas lo que comas, el chef te sorprenderá con su toque personal.

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