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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Ambiente ayer en la calle Menacho de Badajoz, donde esperan la vuelta del cliente portugués. C. MORENO
El comercio rayano confía en el impulso de la reapertura de la frontera

El comercio rayano confía en el impulso de la reapertura de la frontera

Recobrar el pulso. El 30% de la caja de las tiendas de Badajoz sale del bolsillo del cliente luso. Con su regreso esperan un repunte de ventas para afrontar lo que queda de año

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Miércoles, 1 de julio 2020, 21:23

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Al Comercio de Badajoz le faltaba el cliente portugués para poder decir que ahora es cuando empieza su nueva normalidad. El retraso de la reapertura de la frontera ha dejado raquíticas las cajas de las tiendas durante mes de junio. En julio, con la vuelta de los portugueses y el acicate de las rebajas, tienen puestas todas las esperanzas. No para salvar el año, que lo dan por perdido, pero sí para poder llegar a diciembre con la persiana levantada.

Las primeras sensaciones del comercio pacense son buenas, tras comprobar que en Portugal nos han echado de menos tanto como nosotros a ellos. Con la frontera despejada desde las 00.01 horas de ayer, hubo portugueses que se adelantaron al protocolo. Antes de que las máximas autoridades de España y Portugal escenificaran el levantamiento de los controles en Caya, ya se escuchaba hablar portugués en la calle Menacho y se veían de nuevo los primeros coches con matrícula lusa en el parking del centro comercial El Faro.

«Va a haber un repunte de ventas a partir de hoy –por este miércoles–, de hecho ya se han empezado a ver a clientes portugueses que han venido sobre todo a por calzado y ropa», vaticina Félix Retamar, al frente de la asociación de comerciantes de Menacho.

El comprador portugués representa el 30% de las ventas directas e indirectas del comercio pacense, es decir, vienen a la ciudad a renovar el armario y de paso echan gasolina, comen en los restaurantes, van al banco o al oftalmólogo.

Con la libertad de paso entre los dos países, el comercio no aspira a salvar la temporada de primavera anulada por el estado de alarma ni siquiera la de verano. Sus miras están puestas en aguantar al tirón para intentar recobrar el pulso a partir de septiembre. «Nos conformamos con que durante el verano aumenten las ventas un 15% que nos permita dar salida a toda la mercancía que tenemos en las tiendas y hacer frente a la temporada de otoño e invierno, que sí creemos que puede estar en línea con el año pasado», valora Retamar.

Esos cálculos también tienen en cuenta la progresión de la pandemia. De hecho, la reticencia del cliente extremeño a salir de compras, en parte por el miedo y en parte por la incertidumbre económica, y los rebrotes experimentados en Portugal en las dos últimas semanas, han frenado la campaña de promoción del comercio pacense que tenía previsto hacer el Ayuntamiento para recuperar al cliente portugués, que se pospondrá hasta después del verano. «En julio y agosto no podemos incentivar que vengan masivamente los portugueses a comprar para evitar que se produzcan rebrotes que puedan hacernos retroceder en otoño porque eso sería la ruina total del comercio», argumenta Retamar.

Después de tres meses, ayer volvieron a verse coches con matrícula portuguesa en el parking de El Faro de Badajoz.
Después de tres meses, ayer volvieron a verse coches con matrícula portuguesa en el parking de El Faro de Badajoz. C. MORENO

En el centro comercial El Faro de Badajoz la estrategia es distinta. Han planificado un programa de eventos para los meses de verano con conciertos, teatro infantil y sorteos con los que pretenden reactivar su clientela, la extremeña y la portuguesa. «Ahora empieza nuestro verano, porque tentemos todos los compradores de la región y los vecinos de Portugal y el cien por cien de los negocios abiertos», valora Paulo Sérgio Belchior, director de marketing del centro comercial.

De las siete millones de visitas que recibió el Faro el año pasado, el 20% fueron de los vecinos portugueses. En facturación, ese porcentaje se eleva al 30%. «Es un perfil de cliente que no viene a pasear, sino a comprar. Su regreso nos ayudará a recuperarnos porque es un cliente fiel», cree Belchior.

Para él, el centro comercial es la referencia del comprador portugués de los pueblos del la Raya, fundamentalmente deElvas, Campomayor, Borba, Portalegre y Estremoz. La oferta comercial pacense, con el tirón de las tiendas del grupo Inditex o con firmas como Primark, hacen que los portugueses que viven en un radio de cien kilómetros hagan sus compras en Badajoz, porque en su país para encontrar una oferta similar tienen que llegar prácticamente casi a Lisboa.

El Faro no ha llegado a cerrar durante la pandemia, el supermercado y la tienda de mascotas han estado abiertas durante todo el estado de alarma, aunque el resto de negocios han ido sumándose con el inicio de la desescalada. Actualmente, según las cifras que maneja el centro comercial, están recibiendo 90.000 visitas a la semana, que esperan que crezca ahora que los portugueses pueden entrar en Badajoz. «Vamos a ver si recuperamos ese 20% de nuestros vecinos portugueses. No sabemos si nos penalizarán los rebrotes que está habiendo en Portugal, pero esperamos que no sea así».

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