«El que va a cruzar no ve el tren hasta que está casi sobre la vía»
El alcalde de Puebla de Sancho Pérez advierte que hay poca visibilidad en el punto donde José María Gordillo ha sido arrollado
El siniestro mortal de ayer tarde en Puebla de Sancho Pérez se ha producido en uno de los siete pasos a nivel sin barrera existentes en el término municipal de esta localidad, en la línea férrea entre Sevilla y Cáceres. Hay otro con barrera, en el mismo casco urbano, pero en la línea Huelva-Zafra. Además hay otro pero en la línea Zafra-Jerez de los Caballeros, reactivada en los últimos tiempos. Por tanto, el término poblanchino es un nudo relevante de comunicaciones férreas por su proximidad a Zafra (a 3 kilómetros) y, a su vez, un enlace de peligrosidad por la abundancia de esos cruces que, a pesar de estar señalizados, tienen un riesgo de siniestralidad si no se cumplen las normas.
Según ha confirmado HOY de fuentes ferroviaria, hay siete pasos a nivel sin barrera entre el balneario de El Raposo, en el término de Puebla de Sancho Pérez, y la estación de ferrocarril de Zafra. Todos cuentan con señales de stop que obligan a detenerse a los que los cruzan. Una circunstancia más relevante aún cuando en dos de ellos la visibilidad para el que quiere cruzarlos es más deficiente en que en los otros cinco casos.
Ante la presencia de pasos a nivel sin barrera, los trenes que circulan por la vía emiten silbidos avisando de su presencia. Lo hacen cada cierto tiempo y antes evidentemente de que pasen por ellos. Es algo obligado. Al mismo tiempo, cuando ocurre un accidente mortal se sigue una serie de protocolos habituales que incluyen el test de consumo de droga y alcohol en el maquinista y el análisis de la caja negra del ferrocarril, donde queda constancia de a la velocidad que iba el tren, los silbidos emitidos y las conversaciones mantenidas por el maquinista con sus mandos.
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«No sé la verdad que ha podido pasar. Tenemos muchos pasos a nivel en el término y solo uno con barrera. Es una desgracia porque tampoco pasan muchos trenes por aquí», comenta el alcalde poblanchino, José Agustín Reja. De hecho, el de ayer domingo, es uno de los cuatro que hace la ruta Sevilla-Cáceres y viceversa a unas horas perfectamente concretas.
El paso a nivel donde ocurrió el choque entre el tren y el fallecido José María Gordillo, vecino de Los Santos de Maimona y ciclista aficionado, es uno de los dos en los que la visibilidad es peor aunque aparece dentro de un tramo recto y de visibilidad diáfana en su mayor parte. Eso hace que los trenes puedan circular sobre los 90 kilómetros por hora. Hay, como es obligado, señales de stop fijadas antes de cruzar las vías del tren. Cerca de ese punto hay una chumbera y varias higueras que hacen que «el que va a cruzar la vía no ve bien el tren hasta que está casi sobre la vía. Y el maquinista del tren no ve bien quién pueda cruzar en esos momentos», dice el regidor. Reja admite que en los últimos años se han suprimido pasos a nivel sin barrera en el entorno de su localidad pero todavía quedan «bastantes».
El camino que transitaba José María es una bifurcación de la carretera que une La Puebla con el Raposo. Llamado del Corralón, es de tierra, pero en buen estado y llega al paso a nivel en una zona donde unas higueras plantadas a lo largo de la vía en una parcela contigua a las mismas dificultan la visibilidad tanto del ciclista a la hora de afrontar la pequeña cuesta para pasar las vías, como al maquinista.
“Por esta vía creo que solo circulan dos trenes de viajeros al día: uno que pasa sobre las nueve y media de la mañana y el otro a las ocho y media de la tarde. El primero en dirección Sevilla el otro, dirección Mérida” señala Rejas.
El recorrido es muy conocido por caminantes y corredores de fondo. A José María le restaban pocos kilómetros para llegar a Los Santos ya que este camino llega a la Carretera Nacional 432 a la altura de Bodegas Medina. Se cruza la carretera y se enlaza con el camino de la Cortapisa que llega hasta el pueblo por la calle del Capricho de Cotrina.
