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¿Qué ha pasado hoy, 15 de abril, en Extremadura?
¡Ay Carmela!

¡Ay Carmela!

EL TAMBOR ·

alfredo liñÁn corrochano

Domingo, 10 de febrero 2019, 10:37

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Rumba, la rumba, la rumba, pam… esta vez lo has bordado Pixie Dixie; esta vez te has superado y mira que teníamos expectativas desde tu alzamiento a la vicepresidencia, seguros de que volverías a dar días de gloria. Pero ni en nuestros más fértiles sueños lo hubiéramos podido imaginar. Y el gato Jinks –Iván– relamiéndose mientras mueve el árbol para que accidentalmente te desmoñes. Alguien tendrá que cargar con los desaguisados del calamidad que nos preside y te va a tocar, por listilla, ya ves. Adiós Pixie Dixie. Ruma la rumba, la rumba ¡pam!

Inmejorable. Dos actuaciones, dos, que difícilmente podrán ser superadas nunca jamás, aunque ya ves, también pensábamos que a tu exjefe Rodríguez Z.P. no habría nadie capaz de aventajarlo y para humillación de profetas y augures llegó Pedrosánchez I 'el monclovita', y lo dejó bien atrás sin siquiera despeinarse. Pero, en cualquier caso, has puesto el listón bien alto Carmen Calvo –la de Cabra, que no la de Merimée– y no será fácil que nadie lo consiga, ni siquiera tu coleguilla, la ministra portavoz/a, aunque es de justicia reconocer que la criatura se esfuerza, le pone empeño a la cosa y hasta progresa adecuadamente. Tu explicación de que el observador, inspector, fiscalizador o vigilante del 'procés' Catalunya-Espanya era en realidad un 'relator' sin más función que marcar el horario o servir el té, y de que el que no lo entendiera, en el mejor de los casos, era un «desinformado», sólo podía ser superada por algo tan genial como anunciar que mandabas al guano a los socios independentistas, relator incluido porque los muy desalmados, pues resulta que querían la independencia, y ¡hasta convocar un referéndum! Y eso sí que no. Ni hablar. Conmigo no es no. Genial, te lo juro Carmela. Hacía mucho tiempo que no me reía tan a gusto, tan de verdad. Eres increíble. Hace mucha falta en esta España en blanco y negro de pedrossanchezces, mariajesusasmonteros e ivanesredondos, alguien que nos alegre la fiesta y ponga un poco de color en el paisaje. Y que, además, sepa hacerlo como tú distinguiéndonos a todos con un desdeño, una suficiencia y un retintín paleto sin los que la función no sería lo mismo, le faltaría realismo y, al final, quedaría en pura tramoya. Actuación estelar. Ni Maduro, ni Rufián, ni siquiera Puigdemont conseguirán superarte. ¡Ay mi Carmela de España! Rumba, la rumba, la rumba, pam.

La cosa está que arde. Entre unos y otros estamos consiguiendo destripar la transición y volver a las andadas

Y sí, ya sé que la cosa está que arde. Que no va más. Que entre unos y otros estamos consiguiendo destripar la transición y volver a las andadas. Y que aún estamos pagando las tropelías del intermediario Zapatero– promesa catalana incluida– y los artificios de Mariano de gallegada en gallegada hasta la gallegada final. Y que nos asusta pensar hasta cuándo habremos de pagar las trampas, veleidades y embelecos del discípulo Sánchez Castejón; porque él, al final, tomará el portante, pero dejando las facturas al debe. Y que no es momento de andarse con cuchufletas. Pero hoy estoy en un lugar en que la camarera me ha llamado «mi niño» y una gentil guardia municipal ha respondido a mi consulta: «eso está bien cerquita, mi amor, ahí mismito», y no estoy dispuesto a amargarme, aunque por dentro me hierva la sangre.

Y además no quiero enfadar a Carmen Calvo, no sea que… Rumba, la rumba…

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