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El catedrático Luis Landesa explicando cómo se pueden invisibilizar objetos a partir del estudio realizado en la UEx. :: armando méndez

De la capa de Harry Potter a la poción de invisibilidad de la UEx

Varios investigadores han desarrollado un estudio teórico con el que demuestran que es posible invisibilizar objetos muy pequeños y que no sean metálicos

Álvaro Rubio

Cáceres

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Sábado, 8 de diciembre 2018, 09:03

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Son muchos los que han soñado con ser invisibles, con desaparecer de un lugar cuando están en apuros, con hacer algo similar a lo que tantas veces logra Harry Potter en la serie de novelas fantásticas escrita por la británica J. K. Rowling. Las aventuras del joven aprendiz de magia en el colegio Hogwarts son solo ficción. Sin embargo, desde hace más de una década varios grupos de investigación están llevando a cabo estudios de invisibilidad.

La mayoría de ellos los lideran universidades americanas y solo algunas españolas se han embarcado en trabajos de este tipo. Una de ellas es la extremeña y eso ha sido posible gracias al trabajo dirigido por Luis Landesa, doctor de Telecomunicación que tutoriza el proyecto de los ingenieros Alberto Serna y Luis Molina. También han participado el profesor de Telecomunicación en la UEx, José Taboada, y el ingeniero Javier Rivero, docente en la Universidad Politécnica de Turín. Juntos han sacado adelante este estudio bajo el título 'Relleno dieléctrico multicapa para la invisibilidad electromagnética'.

Tras ese estudio hay cuatro años de trabajo y muchas horas de cálculo electromagnético. Su objetivo es determinar cómo se comporta la luz cuando ve un objeto. Si los rayos pasan a través de un elemento como si no hubiera nada es cuando se alcanza la invisibilidad.

La técnica se basa en inyectar materiales en objetos para que no haya casi interacción con la luz

Precisamente eso es lo que han logrado a través de técnicas de invisibilidad plasmónica. «Para entenderlo mejor se puede poner un ejemplo. Hasta ahora los investigadores han utilizado elementos externos como capas. Sin embargo, hay una técnica inspirada en 'El hombre invisible' de H. G. Wells, donde Griffin se inyectaba una pócima decolorante creada por él para que su cuerpo fuera transparente», explica Landesa, quien añade que ese símil se traduce en inyectar materiales en un objeto para que la interacción con la luz sea prácticamente nula.

Se refiere a metamateriales con los que la luz se comporta de manera extraña. En palabras de Luis, alude a «los que tienen propiedades eléctricas y magnéticas muy exóticas». Sin embargo, reconoce que la UEx no tiene infraestructura para desarrollar esos elementos. «Trabajamos esto de manera teórica», matiza antes de aludir al método.

Tras la investigación hay más de cuatro años de trabajo y muchas horas de cálculo electromagnético

A partir de códigos electromagnéticos muy potentes generan simulaciones para observar qué material es más eficiente para su objetivo, que es alcanzar la invisibilidad mediante elementos internos en vez de con capas externas en las que la luz esquiva el objeto. «Aunque todos tenemos en mente la capa de Harry Potter y es el modelo que otros científicos han utilizado, hasta ahora no se había propuesto una idea como la nuestra», explica el investigador Alberto Serna, que actualmente está desarrollando su tesis doctoral en el Grupo de Telecomunicación de la UEx.

Aplicaciones

Luis Landesa sostiene que esta investigación puede tener varias aplicaciones en ámbitos como los sistemas de comunicaciones, la bioingeniería y la óptica. Pone como ejemplo el uso de sondas microscópicas invisibles que no perturben un determinado dispositivo. «Por ejemplo, si queremos medir con una sonda pequeña algo que ocurre en un circuito, lo que sucede es que además de medirlo también lo perturbamos. Sin embargo, si conseguimos hacerla invisible podríamos realizar la medida con mayor precisión», explica.

Él apunta a que esta técnica se puede realizar con cualquier material que no sea metálico y de un tamaño muy pequeño. Habla de nanómetros, medida de longitud que equivale a la milmillonésima parte del metro. Es algo así como el polvo, aunque no cierra la puerta al logro de mayores resultados. Sin embargo es consciente de que solo se puede alcanzar con más recursos de los que disponen en la Universidad de Extremadura.

Este trabajo de la UEx ha sido publicado en la revista 'Scientific Reports' y se ha presentado en varios congresos internacionales donde también se han dado a conocer otros estudios de invisibilidad, un área de investigación de creciente interés debido a los avances en ingeniería de materiales.

Para buscar uno de los ejemplos con mayor repercusión hay que viajar hasta la Universidad de Rochester, en Nueva York. En el año 2014 dieron a conocer la 'Capa Rochester'. Con ella se pueden ocultar objetos en tres dimensiones. Para eso John Howell, profesor de Física en la universidad estadounidense, utilizó cuatro lentes estándar que mantienen el objeto oculto a la vista incluso aunque el espectador se mueva varios grados de su posición de visualización óptima.

Uno de los últimos estudios, con el que se ha conseguido volver imperceptible al ojo humano un objeto gracias al control de las ondas electromagnéticas, se ha desarrollado en el Instituto Nacional de Investigación Científica de Montreal (Canadá). Ha contado con el investigador español José Azaña y su hallazgo se centra en alterar los colores de la luz, de forma que pueda propagarse a través del objeto sin cambiar de dirección.

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