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Camalote en Extremadura: Cómo eliminar la plaga del camalote.

Cómo se combate el camalote

Lucha contra la planta ·

Año y medio después de su aparición, se organizaban las primeras brigadas de recogida. La planta ha sido más resistente que más de una década de esfuerzos. La UME es su siguiente adversario

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Jueves, 18 de octubre 2018

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El camalote en el Guadiana se ha estado combatiendo de manera manual, esto es, mediante extracción de la planta y acumulándola en la orilla. Aunque se ha barajado, la opción química con pesticidas aún no se ha realizado, al menos de manera pública.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) a través de la empresa Tragsa ha sido la que ha liderado los trabajos de extracción, que en ocasiones puntuales se han apoyado por voluntarios, aunque de una manera más simbólica y reivindicativa que real.

Año y medio después de la aparición de la planta invasora, en septiembre de 2005 en Mérida la CHG organizó tres brigadas de recogida, una tarea para la que inicialmente no se contaba ni con embarcación. Una persona con una grúa en la orilla más tres operarios se encargaron de los primeros trabajos de retirada un mes después en la playa de Medellín. A continuación, los trabajos se centraron junto a la presa de Montijo. Aquí se emplearon más medios pues preocupaba que el camalote pudiera superar este dique y atascara los canales de riego de las Vegas Bajas. Dos pequeñas lanchas, una red y un un brazo prensil manejado desde la orilla denominado 'pulpo' para colocar la planta en un camión, era el rudimentario procedimiento entonces. Según la CHG, en esos primeros meses se retiraron 1.300 toneladas entre Medellín (a 30 kilómetros de Mérida río arriba) y la presa de Montijo.

Trabajadores del plan de choque activado en Mérida en 2006
Trabajadores del plan de choque activado en Mérida en 2006 HOY

En febrero de 2006, en ese mismo tramo, la CHG activó un plan de choque antes de que llegara la primavera. Empleó a más de 200 personas y trataba de controlar la plaga con imágenes obtenidas vía satélite. En aquellas batidas aumentaron los medios y se emplearon 40 retroexcavadoras. Aquellos operarios empezaron a referirse al camalote como 'oro verde' porque les daba trabajo.

La CHG se planteaba ya vaciar el cauce del río a su paso por Mérida (algo que no sucedió hasta diez años después) y probó con varios modelos de embarcaciones específicas para esta tarea. La primera fue una especie de catamarán empleado en los puertos para retirar la basura.

Cinco años después, en 2011, cuando ya se llevaban 220.000 toneladas de camalote retiradas y el aspecto del río seguía igual o peor que al principio, se comprobó que la capacidad reproductora de la planta era más potente que todo los recursos desplegados hasta la fecha. El camalote empezaba a ganar la batalla y su erradicación completa se dio por imposible desde muchos ámbitos.

Se empezó a hablar por primera vez de recurrir al Ejército en el año 2012 y se idearon unas barreras flotantes que se revelaron inútiles cada vez que crecía el río. Incluso se han llegado a cortar carreteras secundarias durante un mes -como la BA-142 en el año 2012- para facilitar el paso de vehículos destinados a la retirada de la planta. Pero si hubo una inversión llamativa fue la adquisición una embarcación especialmente creada para luchar contra esta plaga, el Manatí I, una barca-cosechadora traída desde Alemania que costó 250.000 euros con capacidad para cortar camalote en un día equivalente al trabajo de 25 personas.

Fotografía del Manatí I en 2013
Fotografía del Manatí I en 2013 HOY

De nada sirvieron todas estas medidas porque en el año 2015 el camalote llegó a Badajoz cuando ya ya se habían invertido 24 millones de euros de fondos del Estado en su retirada. Entonces, la vicepresidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Clara Aguilera, visitó Medellín para ver con sus ojos el problema. Cuando el camalote ya estaba a las puertas de Alqueva amenazando el curso portugués del Guadiana, el vicepresidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dio la voz de alarma durante una visita a Bruselas.

En 2016, la Junta de Extremadura a través de un proyecto Life-Nature, solicitó financiación a la Unión Europea para eliminar esta especie exótica invasora. Al final lo que se consiguió es que se prohibiera la tenencia de la planta en todo el territorio europeo, pero no se aseguraron fondos para su erradicación, como se esperaba desde Extremadura.

La CHG se planteaba ya vaciar el cauce del río a su paso por Mérida

También durante aquel año, concretamente en invierno de 2016, tuvo lugar otra de las medidas de mayor impacto, cuando la CHG rebajó el nivel del agua hasta casi secar el cauce del Guadiana a su paso por Mérida. La idea era combatir la plaga con bajas temperaturas, cuando se supone que la planta es más débil. Una vez más, el camalote demostró ser más fuerte y a finales de 2018 se muestra más vigoroso que nunca para afrontar a su siguiente adversario, la Unidad Militar de Emergencias.

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