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Badajoz y Almendralejo son las ciudades extremeñas con más criminalidad

Badajoz y Almendralejo son las ciudades extremeñas con más criminalidad

Las dos localidades son las únicas, de entre las más pobladas de la región, que presentan cifras de enero a junio de este año peores que las de 2018

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Domingo, 6 de octubre 2019, 08:38

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Badajoz y Almendralejo son las ciudades extremeñas con más criminalidad, según los datos publicados por el Ministerio del Interior relativos a la primera mitad de este año. En ese periodo se produjeron en la comunidad 13.329 infracciones penales, lo que equivale a una media de 12,4 por cada mil habitantes, un porcentaje que rebasan las seis localidades que aparecen en esta estadística oficial por tener más de treinta mil empadronados (son las dos ya citadas más Cáceres, Mérida, Plasencia y Don Benito).

Que estén por encima de la ratio autonómica es algo lógico porque esta última se construye con datos de toda la región y en general, la delincuencia es mayor en el ámbito urbano que en el rural. Ahora bien, unas ciudades superan la ratio extremeña con más holgura y otras con menos.

Badajoz y Almendralejo lo hacen de forma clara. La capital pacense cerró el semestre con una tasa de 23,3 infracciones penales por cada mil habitantes, es decir, casi el doble que la autonómica. Además, es la única junto a la capital de la comarca de Tierra de Barros que presenta cifras de enero a junio de este año peores que las de 2018. Hay que tener en cuenta, para una mejor contextualización de los datos, que la media nacional de criminalidad en el primer semestre ronda las 23 infracciones por cada mil habitantes.

En la capital pacense hay 23 infracciones penales por cada mil habitantes, frente a las 12 de media regional

En la capital pacense se contaron en el primer semestre 3.515 infracciones penales, que son un 5,5% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente. Han bajado un 20% los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones (se ha pasado de 229 a 184), pero han aumentado un 32% aquellos en los que media la violencia e intimidación (de 50 a 66).

También han descendido los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (de 40 a 11), pero han aumentado un 12% los hurtos, que son la tipología delictiva más habitual. Hubo 1.014 en Badajoz durante la primera mitad del año pasado y 1.138 en las mismas fechas de este. Y han crecido también las infracciones penales por tráfico de drogas: 19 en la primera mitad del año pasado y 33 en este.

En Almendralejo, el aumento de la criminalidad ha sido superior. De enero a junio de 2018 hubo 603 incidencias castigadas por el Código Penal, y 675 en las mismas fechas del presente ejercicio. Esto equivale a un incremento del 12%, en gran modo debido a la subida en el número de hurtos.

La evolución que han registrado estas dos ciudades contrasta con la de las otras cuatro, que cerraron la primera mitad del año con mejores datos en la comparación interanual. En Cáceres ha bajado el número de infracciones penales un dos por ciento, de modo que la tasa se sitúa en 14,1 por cada mil habitantes. Se han registrado menos robos en todas sus modalidades: de 21 a 12 los que se acompañan de violencia e intimidación, y de 92 a 54 los ocurridos en domicilios, establecimientos y otras instalaciones. Y también han disminuido los hurtos, en concreto un 14%.

POR PROVINCIAS

  • Son las infracciones penales que se cometieron en la provincia de Badajoz de enero a junio de este año Son un tres por ciento más que en el mismo periodo de 2018. Son 13,6 por cada mil habitantes.

  • Es el dato de la provincia de Cáceres, una cifra un dos por ciento inferior a la del ejercicio anterior La ratio es de 10,3 infracciones penales por cada mil residentes.

Por el contrario, se dan dos subidas: las infracciones por tráfico de drogas han sido 15 frente a 9 del año pasado, y en los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria se ha pasado de 5 a 19.

En Mérida, la criminalidad ha descendido un 0,7%, hasta situarse en 18 infracciones penales por cada mil habitantes. Bajan las modalidades delictivas más habituales, excepto las que atentan contra la libertad e indemnidad sexual, que han pasado de cuatro a nueve.

Aunque mínimamente, también bajan en Plasencia, donde las infracciones penales han caído un 0,6%, (de 652 entre enero y junio de 2018 a 648 este año). Descienden las conductas que mayor peso tienen en la estadística, y aumentan los robos con violencia e intimidación, al pasar de 9 a 16.

Por último, Don Benito es la que registra la mayor caída de la criminalidad. El primer semestre concluyó con 582 incidencias, un 4% menos que entre las mismas fechas del año anterior. Bajan todas las tipologías, y solo aumentan los robos con violencia e intimidación (de tres a siete), según el informe del Ministerio de Interior, que está basado en los datos facilitados por la Guardia Civil, la Policía Nacional y algunos cuerpos de Policía Local.

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