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Domingo, 19 de agosto 2018, 08:49
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La recuperación de las zonas en las que han existido escombreras ilegales finaliza con la plantación de árboles autóctonos, de manera que la intervención en los ecosistemas locales no sea invasiva. Aunque el diseño de las actuaciones se realiza de manera individualizada, según apuntan desde la Consejería de Medio Ambiente, todas siguen unas líneas básicas. En primer lugar se procede a la desratización de la zona y a retirar los residuos contaminantes y la materia orgánica, para después iniciar los movimientos y perfilados de los taludes, que deben tener una pendiente adecuada que favorezca la revegetación. Igualmente, se deben construir redes de captación de lixiviados y para el drenaje de las aguas pluviales. Por último, se realiza una cobertura con tierra y con compost antes de iniciar el proceso de plantación.
La distribución de las especies vegetales elegidas se orienta a la estabilización de los taludes y la intención es que favorezcan la integración paisajística de la antigua escombrera en el entorno.
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