Extremadura estudia cómo aprovechar la lana de menor calidad

Cicytex desarrolla un proyecto para convertir este residuo, una vez libre de lanolina y queratina, en materiales bioplásticos, fertilizantes naturales y aislantes para edificios

M. Fernández

Cáceres

Martes, 28 de octubre 2025, 10:19

¿Cómo aprovechar la lana de menor calidad? Es la pregunta que se han hecho un equipo de investigadores de Cicytex, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura, que está desarrollando un proyecto para evitar que se convierta en un residuo.

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Los investigadores están estudiando cómo transformar esta lana de baja calidad, una vez libre de su grasa natural y la queratina, en materiales bioplásticos de origen biológico, lo que podría ser una alternativa sostenible al plástico.

También han abierto la vía a fertilizantes naturales, comprobando el efecto positivo de las aguas de lavado de la lana sobre la germinación de semillas. La lana que no sirve para ropa se emplea en compost, que mejora los suelos, retiene agua y fomenta la biodiversidad, explica la Junta en una nota, en la que señala que el proyecto es único en España.

Además, las fibras funcionan como aislantes naturales para edificios porque mantienen la temperatura de forma eficiente y ecológica.

Hay que tener en cuenta que gran parte de la lana de oveja ha perdido valor frente a fibras sintéticas y vegetales. Esto provoca un problema económico para los ganaderos: por una parte, su eliminación supone costes y por otra, su venta no siempre es rentable. El sistema diseñado por Cicytex canaliza las fibras aptas hacia la industria textil y deriva el resto a usos de mayor valor añadido. Se lleva a cabo con procesos respetuosos con el medio ambiente y permite la transformación del producto en una oportunidad de mercado, además de una ocasión para rentabilizar algo que antes se desechaba.

El proceso comienza con la extracción de la lanolina, una cera natural que tiene antioxidantes y antimicrobianas que se utiliza en cremas, pomadas y otros productos de cuidado personal. Así, se sacude la lana para eliminar los restos de plantas o suciedad de origen y posteriormente se mezcla con alcohol para separar la grasa, continúa explicando el Gobierno regional.

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Grasa natural de la lana.

Después, se aplica calor y con ayuda de un aparato que concentra los líquidos se va aislando poco a poco la lanolina, que puede mejorar su calidad a través de la eliminación de impurezas.

También se aprovecha la queratina, que es la principal proteína que tiene la fibra. Se extrae de forma sostenible y resulta útil en sectores como la cósmetica y el cuidado personal.

En el proyecto, enmarcado en el Programa Operativo FEDER Extremadura 2021-2027, colabora la empresa 'Soluciones Dehesa Sana' SL.

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