Aire joven para los pueblos
La Junta de Extremadura destina 4,1 millones de euros a las ayudas a menores de 35 años por la compra de una casa en localidades de menos de 5.000 habitantes
La pérdida de población es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las localidades más pequeñas de la región. Mientras las grandes ciudades ganan habitantes, los pueblos afrontan un futuro incierto. Aunque hay avances pendientes, quizá nunca hayan tenido tan buenas infraestructuras como ahora, con mejoras en carreteras, servicios públicos y medios para la creación de empresas. Pero pese a ello cada día tienen más difícil retener a sus jóvenes.
En ese panorama, las políticas de vivienda pueden jugar un papel fundamental para contribuir a que esos jóvenes decidan establecer su proyecto de vida en su pueblo. Con ese fin, el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 recogió un programa específico para fomentar la compra de una casa por parte de menores de 35 años en municipios que cuenten con menos de 5.000 habitantes.
De los 388 municipios de Extremadura, 353 tienen 5.000 habitantes o menos, de ahí que esta línea despertara gran expectación. La primera convocatoria de esas ayudas se publicó a comienzos de 2019 con una dotación de 1 millón de euros. Estuvo abierta todo el año, pero la presentación de solicitudes obligó a modificar las bases. En septiembre se cerró el plazo de vigencia y en octubre la dotación se multiplicó por cuatro para poder atender todas las peticiones de subvención, a lo que se sumaron otros 800.000 euros poco después. En total, se dispuso de 4,8 millones.
Nueva convocatoria abierta
Según los datos publicados por la Junta de Extremadura, en torno a 500 jóvenes resultaron favorecidos de esa primera convocatoria. El pasado 1 de diciembre se publicó la segunda, con una dotación de 4,1 millones de euros, similar por tanto a la cuantía final con la que contó la entrega de 2019, El plazo de solicitud se cerrará el próximo 31 de enero.
Con esta medida se pretende reducir el esfuerzo que los jóvenes han de hacer para adquirir una vivienda. Según el Gobierno regional, los estudios indican que deben destinar casi 70% de sus ingresos para ese fin.
Junto a esto, se pretende fijar población en municipios de menos de 5.000 habitantes, amenazados por la pérdida de habitantes. Más jóvenes suponen más posibilidades de formar una familia y por tanto más natalidad.
Las bases del programa no han cambiado de forma significativa. Además de los requisitos de edad y número de habitantes de la localidad en cuestión, se pide que la vivienda no tenga un precio superior a 100.000 euros, excluidos los gastos y el pago de impuestos. Si está en construcción, se exige que las obras hayan comenzado al solicitar la subvención.
Asimismo, entre otros aspectos es necesario acreditar unos ingresos anuales iguales o inferiores a tres veces el Iprem (unos 23.700 euros), que será de cuatro veces para familias numerosas o personas con discapacidad (31.600) y cinco para numerosas de categoría especial y personas con discapacidad en porcentajes superiores (39.500 euros).
La ayuda tendrá un importe máximo del 20% del precio de adquisición, con un límite de 10.800 euros. Un buen impulso para afrontar una nueva vida.
«La tranquilidad y la calidad de vida es mejor»
Lidia Valencia dejó un trabajo en Badajoz para volver a su pueblo, Berlanga, una localidad de poco más de 2.300 habitantes situada en la Campiña Sur. Montó su propio negocio, una peluquería, y se compró una casa, lo que le ha permitido regresar al lugar donde está su familia y donde quiere llevar a cabo su proyecto de vida. Actualmente tiene 30 años y está más que satisfecha con su decisión.
Según indica, cuando adquirió la vivienda la inmobiliaria le informó de que había unas ayudas para jóvenes. Se informó, tramitó la documentación, que considera adecuada, y entregó los papeles en Llerena. Solo tuvo que aportar la escritura de la vivienda, mientras que la comprobación de los criterios de renta se hizo de oficio. Tiempo después, recibió 10.800 euros, lo que le permitió hacer obras en su casa para que pudiera acoger su peluquería, con lo que se ha ahorrado el alquiler.
«A mí el pueblo me tira», afirma. Estuvo trabajando ocho años en Badajoz, donde podía asentarse, pero prefirió volver al lugar donde está su familia, a la que quiere tener cerca.
«La tranquilidad y la calidad de vida es mejor», asegura. Como explica, su día a día es igual que en la capital, con trabajo cotidiano y el descanso de los fines de semana. La diferencia es que ahora lo hace en su pueblo y junto a los suyos. «Mientras me vaya bien el negocio, no me muevo». Y por el momento asegura que tiene todo lo necesario para quedarse en Berlanga.
«La gente se puede echar adelante en la compra de una vivienda»
José Manuel Ceballos es ingeniero técnico agrícola y titulado superior forestal. Natural de Fuentes de León, localidad de 2.200 habitantes situada al sur de Badajoz junto a la provincia de Huelva, hace dos años, cuando tenía 33, solicitó la ayuda para la compra de vivienda en poblaciones de menos de 5.000 habitantes casi por casualidad. Como explica, tras adquirir su casa buscó en Internet subvenciones en Extremadura, lo que le llevó al DOE y a conocer una convocatoria que aún estaba vigente. Tras consultar en varias ocasiones con los servicios de la Junta, hizo los papeles y pudo recibir la aportación máxima, 10.800 euros. Una cantidad que le permitió terminar de preparar su nuevo hogar. «La ayuda fue fundamental, sobre todo para la cocina», afirma.
De esta forma culminó un proceso que le ha llevado a asentarse en su pueblo, el lugar en el que quiere vivir. Ceballos terminó la carrera universitaria en plena crisis económica, tras lo que regresó a Fuentes de León sin muchas oportunidades laborales. Trabajó de conserje, jardinero... Un poco de todo, hasta que pudo encontrar un puesto en lo suyo. Actualmente forma parte de una empresa andaluza que se dedica a certificar el cumplimiento de la norma de calidad del ibérico en explotaciones porcinas y su rango de actividad abarca buena parte de la provincia de Badajoz.
Tras conseguir establecerse en su localidad, decidió con su pareja comprarse una casa. Y después tuvo conocimiento de unas ayudas que, a su juicio, deberían publicitarse más. Según afirma, lo comentó al banco que le concedió la hipoteca e incluso al Ayuntamiento, pero lamenta que no tuvieran mucha difusión.
La gente se puede echar para adelante en la toma de decisión de comprar una vivienda», afirma. También ayudó a otros jóvenes del pueblo a solicitar una subvención que considera adecuada para rejuvenecer los pueblos.
Concejal en su pueblo
En medio de este proceso, Ceballos decidió dar un paso más y no limitarse a quedarse en su pueblo, sino incluso trabajar para él. De esa forma, junto a su pareja decidió presentarse a las elecciones municipales de 2019 en las listas del PP y hoy los dos son concejales de Fuentes de León.
Su intención es combatir la decadencia que aprecia en las zonas rurales, con pérdida de servicios y malas infraestructuras. Pero sin que sea necesario recurrir a ayudas y subvenciones, sino mediante la creación de empleo estable y de calidad.