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Higinio Fernández y Emérita Murillo, un matrimonio de bomberos en La Siberia. :: E. R.
Bomberos en La Siberia

Bomberos en La Siberia

Llega la temporada de incendios y los retenes del Infoex están alerta

J. R. Alonso de la Torre

Martes, 6 de junio 2017, 07:51

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El Aljibe en Bohonal; Azorejo, Mirador y Portillo en Helechosa. Casetas del Infoex (Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Extremadura) en La Siberia. Once en total con 198 bomberos, aunque en realidad tienen la categoría de peones especializados en LCI (Lucha Contra Incendios), de oficiales, de coordinadores de zona. Casetas de Manzano de Talarrubias en Valdecaballeros; de Manzano de Villarta y La Rañuela en Villarta de los Montes, de Los Villares en Garbayuela. En cada caseta, un cuarto de baño, un frigorífico de gas butano y energía a base de placas solares y de gas salvo las de El Portillo y Los Villares, que tienen luz eléctrica.

El plan Infoex comienza en 1997 con dos retenes en La Siberia y Monfragüe. Se crean los retenes con gente de los pueblos de la zona. Empiezan como laborales con contratos de seis meses. Ahora son laborales fijos. Los primeros 'bomberos' o peones eran los mismos que antes trabajaban en los pinos. Conocían las 36.000 hectáreas de La Siberia. Cuando se declaraba un incendio en el bosque, se internaban en la espesura con el camión de El Trucha, sabían dónde estaba el fuego, conocían el monte, sus claves, sus secretos y sus peligros.

«Teníamos un concepto del trabajo en los pinos que se basaba en tirar hacia adelante y lo aplicábamos a los incendios. Porque los incendios forestales se apagan por el que está a pie al lado del fuego», recuerda Higinio Fernández, oficial conductor que hoy lleva un camión motobomba y fue uno de los bomberos pioneros. «En un incendio, precisa, viene el 'hidro' o el helicóptero, hace la descarga, una llama de dos metros baja a medio metro y los de a pie actúan. El secreto es saber cuándo dar el paso adelante y cuándo dar el paso atrás y esperar a que llegue la próxima descarga. Yo, como conductor, lo primero que busco es la ruta de escape del camión, todo esto lo da la experiencia».

Higinio opina que la relación de la gente de La Siberia con el fuego forestal parte de una visión de conjunto porque primero han trabajado en los pinos y luego han trabajado en el incendio. «Yo creo que nos falta una visión global, no tanto de ir a Herrera, Hoyos o Castañar de Ibor, a lo local, sino de que en Extremadura la naturaleza es un conjunto y que tenemos un corredor verde que no tiene nadie: Gata, Hurdes, Ambroz, Jerte, Vera, Villuercas y Siberia», señala desde la experiencia de 20 años en comunión con el bosque y con el fuego.

Casetas de Moralejas en Fuenlabrada; Sierra del Palo en Garlitos; Víbora en Herrera del Duque. La Siberia es un ejemplo de cómo luchar contra el fuego forestal en Extremadura. La Reserva Regional de Caza del Cíjara está minada de personal del Infoex con las 11 casetas de vigilancia, los 12 retenes terrestres y los dos retenes aéreos de Fuenlabrada y Herrera. Desde 2016, cada retén son cinco personas. Y al frente del operativo del Infoex en la Siberia, Miguel Ángel Baena y Carlos Marín.

El último gran incendio fue hace más de un lustro. Ya no está solo el camión de El Trucha para apagar el fuego y llevar a los peones... Peones: esa categoría es una de las preocupaciones de los trabajadores del Infoex. Quisieran que se les reconociera la categoría profesional de bombero forestal, al fin y al cabo, se juegan la vida luchando contra el fuego.

En casa de Higinio Fernández se vive de una manera especial el comienzo de la temporada de incendios. Meri, su mujer, Emérita Murillo, es jefa de equipo del Infoex y la primera mujer bombero que hubo en la provincia de Badajoz. Son de Helechosa, pura Siberia, desde la niñez entre pinos y toda la madurez velando por ellos.

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