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Un usuario consulta en un ordenador una tienda de venta de productos por Internet. ::
El comercio electrónico en la región se multiplica por cinco en diez años

El comercio electrónico en la región se multiplica por cinco en diez años

Cerca de un tercio de los extremeños de entre 16 y 74 años reconoce realizar compras por Internet con asiduidad

Juan Soriano

Viernes, 3 de febrero 2017, 23:35

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El número de extremeños que compra habitualmente por Internet se ha multiplicado por 5,5 en diez años. Se trata de la región donde más ha crecido el comercio electrónico en el último decenio. Es cierto que tenía el grado de penetración más bajo del país, por lo que había mucho margen de mejora. Pero también que los últimos indicadores la sitúan por encima de comunidades como Andalucía. Un desarrollo que para muchos explica los cambios de hábitos de consumo y que está detrás de las caídas de ventas en rebajas o de los problemas de las tiendas tradicionales, como recientemente la calle Menacho en Badajoz.

Según la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares, que publica el Instituto Nacional de Estadística, el pasado año 297.550 extremeños reconocían haber realizado una compra por Internet en los doce meses anteriores a la muestra. En 2006 ese dato era de 54.257 personas.

La penetración del comercio electrónico se ha multiplicado por seis en el citado periodo. En 2006 el 4,5% de los extremeños de 16 a 74 años había comprado por Internet en los tres meses anteriores al estudio, el dato más bajo de todas las comunidades autónomas. En 2016 la cifra ascendió al 29,3%, por encima de Canarias, Murcia y Andalucía.

Los datos evidencian también que se trata de una práctica asentada en la región. Más de 318.000 extremeños aseguran haber comprado alguna vez por Internet. Representan el 39,7% de la población de 16 a 74 años. Se trata de la ratio más baja del país, muy cerca de Canarias. Sin embargo, de ellos el 93,5% ha realizado alguna compra en el último año. En este caso, Extremadura está a la cabeza seguida de Baleares, Navarra y Cataluña. El resto de comunidades se sitúan entre el 79 y el 89%.

Además, la frecuencia de las compras corrobora la importancia de esta forma de comercio. De los extremeños que habían realizado una adquisición por Internet en los tres meses anteriores al estudio, el 10,2% formalizó más de diez operaciones. Sólo Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja y Madrid superan esta cifra.

En su mayor parte, los extremeños adquieren material deportivo y ropa, según afirma el 59% de los que realizaron operaciones en los últimos doce meses. El caso del textil es significativo. Ese porcentaje representa a unos 175.500 usuarios. Pero hace diez años el 45,9% de quienes usaban Internet para hacer compras lo hacían para adquirir viajes o alojamientos de vacaciones y sólo el 25,9% para ropa o material deportivo. Teniendo en cuenta que en 2006 el número total de compradores por Internet era de 54.257 personas, la cifra de usuarios totales que compran ropa por Internet ha pasado de 13.800 a 175.500. Se ha multiplicado casi por trece en diez años.

Es el futuro

El aumento de las ventas por Internet tiene una incidencia directa sobre las tiendas tradicionales, especialmente del textil. Enrique Barrasa, vicepresidente de la Confederación Extremeña del Comercio, reconoce que supone una influencia creciente, ya que representa más del 10% del volumen en el sector.

Barrasa es el responsable de las tiendas Mango en la provincia de Badajoz. Recientemente ha cerrado su establecimiento en el centro de la capital pacense por la caída de las ventas, que cifra en torno al 70%. En su mayor parte se debe a la crisis económica, pero como ha sucedido en otras localidades. La reducción en la ciudad es más grave y se debe, a su juicio, a la falta de aparcamientos en el centro, por lo que reclama la puesta en marcha del estacionamiento regulado (como en Mérida, Cáceres y Don Benito); y al efecto que ha tenido la apertura del centro comercial El Faro, que funciona como «un dique» para los compradores que acuden desde Portugal.

También reconoce que el comercio electrónico influye en la pérdida de clientes, aunque apunta que tiene otros aspectos positivos. En su caso, hay usuarios que suelen ver la ropa por Internet y después acuden a las tiendas a comprar, o bien a solicitar una prenda concreta. Además, genera una imagen de marca de la que se benefician tanto la cadena como los franquiciados.

Pero no sólo las grandes firmas han puesto sus ojos en el comercio electrónico. Ruth Sepúlveda abrió hace tres años la tienda Moet Complementos en Azuaga. Con un negocio asentado, su próximo reto será vender por Internet. «Es una manera de llegar a más clientes», afirma.

En su opinión, los establecimientos pequeños pueden ofrecer productos diferentes, por lo que pueden competir en Internet. Para eso necesita hacer una inversión que puede rondar los 7.000 euros. Hay ayudas públicas, pero obligan a realizar la inversión por adelantado para poder cobrar la subvención. Por ese motivo, se plantea otras alternativas con facilidades de pago. Aunque tiene claro que debe contar con una página web adecuada que incorpore programas de gestión de venta electrónica.

Sepúlveda, quien además preside la Asociación de Empresarios de Azuaga y Comarca, señala que para el sector del comercio es fundamental apostar por nuevas formas de expandir su negocio. «Hay que adaptarse a los tiempos y ahora mismo la manera de llegar a más clientes es haciendo venta electrónica», apunta. Como indica, antes la competencia se encontraba en la puerta de al lado. Ahora puede estar en cualquier lugar. Pero eso también concede al comercio tradicional la posibilidad de competir.

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