Un día de pasillos repletos
Bedeles de la cámara y agentes de seguridad también se mezclaban con el enjambre de personal acreditado para cubrir una reunión que no se celebraba desde hace cinco años
Celestino J. Vinagre
Martes, 17 de enero 2017, 23:06
La calle Bailén y la plaza de la Marina Española, es decir, las entradas al Senado viejo y nuevo, respectivamente, estuvieron tomadas por la Policía todo el día pero la sensación era de normalidad en una jornada diferente. Jamás la Cámara Alta tuvo tanto protagonismo reciente con una Conferencia de Presidentes para las que se acreditaron 738 profesionales de los medios de comunicación. Tamaño número propició la primera y perpetua imagen: pasillos atestados de periodistas, tumbados en el suelo o de pie, enviando sus crónicas porque las habituales salas de prensa del Senado estaban desbordadas.
Bedeles de la cámara y agentes de seguridad también se mezclaban con el enjambre de personal acreditado para cubrir una reunión que no se celebraba desde hace cinco años y que contribuyó a una fotografía que ya dejaba entrever la acumulación de banderas regionales y la española: una especie de ONU en Madrid con el añadido de las diferentes lenguas en las que se hablaba en casi cualquier rincón de la Cámara Alta.
Hubo mucha expectación previa y se notó. A Vara le pararon un par de veces para un improvisado corrillo en los pasillos. «Todo ha ido bien. Si queréis os hablo ya», indicó a una parte de la delegación de prensa extremeña una hora antes de que oficialmente el presidente extremeño tuviera su rueda de prensa en la sala Luis Carandell.
Segundos antes había sido rodeado por dos decenas de periodistas de la capital española deseosos de conocer sus impresiones. El presidente extremeño fue objetivo de los medios, lo mismo que la andaluza Susana Díaz o la madrileña Cristina Cifuentes. Justamente una foto en la que aparecían las dos y un tuit del PP de Madrid creó una polémica. Cifuentes aparecía sonriente y Díaz seria y los populares madrileño escribieron: «Cuando disfrutas de tu trabajo y cuando no», se decía señalando con el no a la presidenta de la Junta andaluza.
Díaz y Vara coincidieron en la antesala antes de sus conferencias de prensa y la política andaluza no escatima elogios por la capacidad de mediación del extremeño.
Entre los dos apareció después el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. Con él hubo menos gestos de complicidad, aunque no faltó el abrazo. La jornada se prolongó tanto que Vara comenzó su rueda de prensa con un expresivo «estamos una mijina jartitos» (sic) de tantas conferencias de prensa oficiales y no oficiales en los pasillos.