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Una oveja pasta en la cola del embalse de Alange, que se encuentra al 46,9% de su capacidad. :: brígido
Los pantanos del Guadiana pierden un 10% de agua respecto a hace un año

Los pantanos del Guadiana pierden un 10% de agua respecto a hace un año

En la cuenca del Tajo las presas están un 6,7% más llenas, aunque su gran embalse, el de Alcántara, también ha bajado su ocupación

CELESTINO J. VINAGRE

Sábado, 7 de enero 2017, 00:34

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Pasado el otoño, la estación más lluviosa en Extremadura, y cumplido el ecuador del primer mes invernal, los pantanos extremeños muestran imágenes distintas en función de la cuenca hidrográfica en la que están. La peor fotografía está vinculada a los embalses situados en la del Guadiana, donde se ubican los mayores de España si exceptuamos al cacereño de Alcántara. Allí las presas acumulan a estas alturas un 9,8% menos de agua respecto al mismo periodo del año anterior. La otra cara de la moneda la presentan las presas de la Confederación del Tajo. Tienen un 6,7% más de hectómetros cúbicos (hm3) que hace un año, aunque el gigantesco embalse de Alcántara es la excepción a ese dato positivo: cuenta con 109,400 hectómetros menos.

El agua embalsada en la cuenca del Guadiana a su paso por Extremadura es de 4.635,7 hectómetros cúbicos en esta primera semana de enero. Están al 57,7% de su capacidad, un porcentaje que no es malo y que tampoco da pie para hablar de sequía, subrayan desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología. Un hectómetro cúbico equivale a mil millones de litros.

«Hay que tener en cuenta que tenemos muchos embalses grandes y estamos en un territorio, el de la provincia de Badajoz, con un volumen de precipitaciones nada elevado», reseña Marcelino Núñez, delegado de la Aemet en Extremadura. Desde la CHG se insiste en que con la cantidad de agua embalsada habría sin problemas para dos campañas al menos de riego normal.

El primer embalse de España es el de La Serena. Ahora está al 57,6% de su capacidad. Tiene embalsados 1.853,4 hectómetros de los 3.219,18 posibles. El año pasado por estas fechas su estado era mucho más positivo: al 75,6% y con casi 600 hectómetros más.

El segundo más voluminoso de la cuenca extremeña del Guadiana es el de Cíjara. Contabiliza 761,4 hectómetros sobre 1.505,19. Es decir, está al 50,6% de su capacidad. En la primera semana de enero de 2016 estaba prácticamente igual (50,8%, 764,3 hectómetros).

Mientras, la tercera gran presa del Guadiana en suelo regional, la de Alange, es la que presenta un mayor déficit de agua. Ahora mismo acumula 399,6 hectómetros sobre 851,70 posibles. Se halla al 46,9% de su capacidad. Hace un año estaba al 50,7%, con 432 hectómetros embalsados.

Líneas divisorias

«Las comparaciones son siempre mejor hacerlas con periodos más largos, por ejemplo a diez años, vista pero entiendo que la memoria de la gente no llega a tanto y casi ni se acuerda de lo que pasó hace dos años. 2016 ha sido un año muy cálido, el mayor de la historia, sí, pero al final ha sido un año húmedo también. Lo que ocurre es que la lluvia ha caído de forma irregular y mal repartida. Por ejemplo, en septiembre y octubre, cuando realmente se necesitaba, apenas llovió. En cambio, en noviembre lo hizo bien y ha pasado sin mucha presencia por el mes de diciembre», agrega Núñez.

El delegado de la Aemet incide en la división extremeña entre áreas situadas por encima del curso del río Tajo y por debajo de él a la hora de analizar las lluvias y, por tanto, el estado de los embalses. «En La Vera, el Jerte, Las Hurdes o la Sierra de Gata ha llovido de forma generosa. Eso no lo encontramos si situamos una línea imaginaria por debajo del Tajo que llegue hasta la provincia de Badajoz y que incluye a la meseta cacereña. La excepción sería Las Villuercas, una zona donde también suele llover bastante».

Con este sencillo argumento se explicaría por ejemplo, cómo los embalses extremeños de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), los más relevantes situados en la zona más al norte de la comunidad, muestran un estado muy favorable. La excepción es Alcántara, el segundo más grande del país. Está al 47% de su capacidad. Hace un año el porcentaje era del 51,3%. De esta forma, cuatro de los grandes embalses de la región (La Serena, Alcántara, Cíjara y Alange) tienen menos agua que hace justo doce meses.

Con todo, el caso de Alcántara rompe la tónica de más agua en los pantanos de la CHT. Si el año pasado, en territorio extremeño albergaban 3.296,8 hectómetros cúbicos, ahora tienen 3.520,9 (un 6,7% más).

Así, la presa de Valdecañas cuenta con 938,140 hectómetros sobre 1.446 posibles (64,8%). En enero del año pasado contabilizaba 861,2. Mientras, el embalse de Gabriel y Galán acoge 439,4 sobre 911 posibles (48,2%). El año pasado tenía 366,6. Otra de las presas importantes del Tajo es la de Cedillo. Se encuentra con 246,3 hectómetros sobre un máximo de 260 (94,7%). Hace un año, tenía 249,6.

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