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«He trabajado en cortijos que hoy están abandonados»

«He trabajado en cortijos que hoy están abandonados»

Martín Caballero I Vive en Oliva de Mérida

Álvaro Rubio

Domingo, 11 de diciembre 2016, 00:38

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En Oliva de Mérida vive Martín Caballero García, un hombre de 90 años que sabe qué supone un día y una noche sin luz, alejado de la civilización, para mantener a su familia. «He trabajado en muchos cortijos que hoy están abandonados», comenta Martín. Él es una de las pocas personas que ha vivido en una de las más de 20 aldeas que hoy están olvidadas en el término municipal de Oliva. «Es el municipio de la comarca de Tierra de MéridaVegas Bajas donde más cortijos abandonados hay», comenta Juan Manuel Rodríguez, guarda rural que revisa parte de un termino municipal que cuenta con 25.451 hectáreas.

Él nos guía hasta una de esos cortijos abandonados. Su nombre es Campo Ameno. Desde Oliva se tarda, en cuatro por cuatro, unos 40 minutos por un camino empedrado, entre olivos y algunos pinos. Al llegar, poco queda de lo que fue en su día una aldea con más de 15 familias. Hoy sólo está en pie una pequeña construcción en la que se pueden observar los espacios en los que se resguardaban los animales, y «la casa de los señores», tal y como le llama Martín. «En este cortijo trabajé 18 años», añade.

También lo hizo en otros que hoy el Instituto Nacional de Estadística sigue registrando como unidad poblacional con cero habitantes. Es el caso de Nava y Osa y de Abejarones de Arriba y Abajo. «Cuando me jubilé me vine a Oliva de Mérida», apunta Martín, quien añade que así, poco a poco, han ido quedando en el olvido estas zonas. De algunas sólo hay recuerdos, momentos vividos que comparte con sus diez hijos, 18 nietos y cinco biznietos.

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