Ascarza: «Es una barbaridad, sobran dos tercios de los palacios de congresos»

Con apenas 150 eventos celebrados el año pasado en los palacios de congresos de la región, la apertura de dos más en Plasencia y Villanueva de la Serena plantea dudas sobre la capacidad de Extremadura para albergar y gestionar cinco instalaciones similares. «Es una barbaridad. Las instalaciones que tenemos son inmejorables y de calidad, pero sobran dos tercios de los palacios de congresos u otras instalaciones feriales. Si tuviéramos un par de palacios de congresos en la región ya habría de sobra. Ni siquiera somos capaces de gestionar uno, ¿cómo vamos a gestionar cinco?», se pregunta el presidente de la patronal turística, José Luis Ascarza.

La directora de Orexco, María José García Curto, apunta además a que las ciudades que disponen de palacios de congresos tienen también otras instalaciones para acoger estos eventos, como Ifeba en Badajoz, Ifema en Mérida y el complejo San Francisco de Cáceres. «En estos momentos nos sobran espacios, pero si se hicieran las cosas que se tienen que hacer, sobre todo en promoción, y tuviéramos más dinamismo y más comunicación, seguramente estarían más llenos de lo que están».

Muy pronto, el pastel del turismo de congresos deberá dividirse entre dos actores más, Plasencia y Villanueva de la Serena, que esperan poder abrir sus puertas antes de fin de año y a lo largo de 2017, respectivamente.

En el palacio de congresos de la capital del Jerte se llevan invertidos más de 20 millones de euros. Nació como una promesa electoral de Rodríguez Ibarra en 2003 y podría inaugurarse este otoño tras una década de obras. Contará con una sala principal con capacidad para 700 personas y otra auxiliar que puede dar cabida a unas 300.

Déficit de plazas hoteleras

La instalación que plantea más dudas a los expertos del sector es la de Villanueva de la Serena. El edificio ha suscitado el debate en la localidad tanto por su estética como por su coste. La obra del Palacio de Congresos Vegas Altas fue adjudicada en diciembre de 2009 por 13,48 millones de euros y a principios del 2010 arrancaron las obras, que se prolongaron hasta el año pasado.

El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Gallardo, ha precisado en más de una ocasión que la infraestructura se ha ejecutado con dinero europeo que «tenía este destino y, si no se invertía aquí, hubiera ido a otra ciudad».

Además, Gallardo ha señalado que siguen en contacto con la Secretaría de Cultura de la Junta de Extremadura para que adjudique el equipamiento, para el que se destinará una dotación aproximada de 675.000 euros para el mobiliario. El objetivo sería abrir esta instalación al público el año que viene.

En el caso de Villanueva, también se ha suscitado el debate en torno a su estética. El edificio imita a una paca de paja a la que se suma un anillo semienterrado, una estructura que, pese a que no ha contentado a la totalidad de los vecinos, ha conseguido varios premios y reconocimientos urbanísticos.

«Los eventos tienen una pata científica y una social, y en Villanueva falta infraestructura turística, faltan hoteles. Solo hay dos hoteles de referencia con categoría adecuada a lo que pide este tipo de público: el Vegas Altas y el Cortijo de Santa Cruz. Entre los dos no llegan a 200 plazas», alerta la directora de Orexco, María José García Curto.