El SES plantea a Andalucía la compra centralizada de medicamentos

El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, compareció ayer en la Asamblea para informar sobre la adhesión al protocolo firmado entre los ministerios de Sanidad y Hacienda con la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria. Este acuerdo impone un tope de crecimiento del 1,8% para este año (como la regla de gasto que se emplea para evaluar la sostenibilidad de las cuentas públicas y que equivale a la evolución del Producto Interior Bruto a medio plazo) en medicamentos no genéricos. Si se supera esa cifra, pero no el equivalente a la subida anual del PIB, las empresas deben plantear medidas de corrección en la gestión. Si los costes pasan de la evolución anual del PIB, deben aportar compensaciones económicas. Además, se plantea cómo acceder a tratamientos innovadores (como ocurrió el pasado año con la hepatitis C) sin que suponga un problema financiero.

Para el consejero de Sanidad, este protocolo impone «situaciones que podrían considerarse leoninas para las comunidades autónomas», ya que asegura a la patronal un aumento del gasto sin que las administraciones que realizan ese desembolso puedan decidir qué medicamentos se incorporan a la cartera de servicios ni a qué precio. Sin embargo, apuntó que no ha habido más remedio que firmarlo para poder acceder a la financiación que aporta el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Las ventajosas condiciones que ofrece el FLA obligan a las comunidades a asumir compromisos con el Gobierno. Además del citado acuerdo con Farmaindustria, deben sumarse al instrumento de apoyo a la sostenibilidad del gasto farmacéutico y sanitario para evitar aumentos de costes. Esto impone someterse a la regla de gasto en farmacia hospitalaria, ambulatoria y productos sanitarios, lo que obliga este año a no incrementar esas partidas por encima del 1,8%.

Extremadura superó el pasado año esa cifra con creces. El gasto en farmacia hospitalaria creció un 19%, debido en buena parte a los nuevos medicamentos contra la hepatitis C, pero sin su efecto la subida hubiese sido del 5%. Los productos farmacéuticos y sanitarios expedidos en farmacias (prescritos en centros de salud) tuvieron una subida del 2,5%; y los productos sin receta médica (recipientes, accesorios, materiales para diagnóstico, etc.) crecieron un 7%. En total, la subida fue del 7,2%.

Para cumplir con las exigencias del Gobierno, pero también para tener una sanidad que sea sostenible económica y socialmente, sin recortes adicionales, Vergeles anunció la puesta en marcha del Plan de Eficiencia Farmacéutica. Una de las medidas será la compra centralizada. En la actualidad la Administración regional participa en los contratos que pone en marcha el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para la adquisición de productos como las vacunas contra la gripe, pero la mayor parte de la cartera de medicamentos queda fuera de estas operaciones. La Junta quiere fomentar un modelo propio para evitar que cada área sanitaria promueva sus propios contratos. Al acumular grandes partidas se podría mejorar precios y reducir costes. En la misma línea, se trabaja en la colaboración con otras comunidades autónomas, como Andalucía, para acudir unidos a procesos de compra aún más grandes y con mayores ahorros.

Riesgo compartido

Junto a esto, Vergeles apuntó que se fomentará un nuevo modelo de colaboración con Farmaindustria, que ya se está negociando. El SES quiere establecer un techo de gasto y un sistema de riesgo compartido en función de resultados, según el cual «si los medicamentos sirven, se pagarán; y si no sirven, no se pagarán». Afectaría a los nuevos tratamientos hospitalarios, una parte pequeña del gasto pero que puede condicionar el aumento de costes.

Asimismo, el SES plantea la implicación de los profesionales en el uso racional del medicamento y en la información sobre lo que de verdad aportan. También hará un control individualizado de los productos que sean más caros y de aquellos que tienen una escasa relevancia terapéutica pero que se mantienen por el Gobierno.

Mejorar la eficiencia de la farmacia hospitalaria, potenciar los órganos de asesoramiento y proponer un nuevo modelo de concierto con farmacias son otras medidas del plan. También indicó que se estudia recuperar la labor de inspección para revisar consultas con alta prescripción de recetas.

El consejero de Sanidad también anunció que se plantearán mejoras en el Sistema Nacional de Salud para potenciar los consejos interterritoriales con una mayor participación de los gobiernos regionales. «Se tiene que acabar el invito yo y pagas tú que tiene el Gobierno con las comunidades autónomas», apuntó José María Vergeles. «No podemos estar de forma testimonial en la comisión interministerial de precios de los medicamentos».