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¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?
Cuadro de la procesión de las capas de Bercianos de Aliste expuesto en Maguilla. :: E.R.
Un cuadro estremecedor

Un cuadro estremecedor

La obra del pintor Rogelio García se expone en el museo de Maguilla

J. R. Alonso de la Torre

Miércoles, 13 de abril 2016, 07:48

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Viernes Santo en Bercianos de Aliste. Suenan las campanas avisando de que el Cristo gótico articulado va a ser desenclavado de la cruz y depositado en un ataúd de cristal. El silencio es sepulcral, solo se escucha el tañer de las campanas y el canto sordo, in crescendo, del miserere que entonan varios sacerdotes. De la iglesia del pueblo sale una comitiva formada por cofrades vestidos con túnicas blancas, que les cubren la cabeza, dejando solo dos agujeros para los ojos. Esas túnicas son sus mortajas. Con ellas serán enterrados.

Hemos venido a Bercianos (Zamora), a participar en esta ceremonia tétrica e impresionante, por culpa de un viaje a Maguilla (Badajoz). Allí, en su museo municipal, descubrimos un cuadro del pintor extremeño Rogelio García Vázquez (Maguilla, 1909-2010). Rogelio, Rogelito, como se le conocía en su pueblo, es el gran pintor de la Campiña Sur. Parte de sus cuadros de temática extremeña y universal fueron donados al ayuntamiento de Maguilla, que los expone en un museo abigarrado que necesita perentoriamente más espacio.

Entre los cuadros, nos llamó la atención uno espectacular, que ocupa un lugar preferente en la sala. Se ve en él algo que es extraño en Extremadura: una comitiva formada por hombres mayores, que visten una capa parda, portan un cirio encendido y acompañan a un crucifijo procesional. Interesados por la inspiración del óleo, descubrimos que representaba las procesiones del Jueves y del Viernes Santo en Bercianos de Aliste y hasta ese pueblo nos trasladamos la pasada Semana Santa para conocer in situ lo que nos impresionó en un cuadro.

Callan las campanas en Bercianos y los cofrades con sus mortajas bajan el Cristo de la cruz situada en el atrio de la iglesia, entonan cantos fúnebres, a cada cual más estremecedor, y comienzan la procesión hasta lo alto de un 'monte calvario' que queda a las afueras del pueblo. Los más jóvenes desfilan con su mortaja, los mayores y los viudos visten la capa parda alistana que vemos en el cuadro de Rogelio García Vázquez. Es una capa con la que se cubrían, ya en la Edad Media, los pastores de esta comarca del noroeste de Zamora, lindante con Portugal y no muy alejada de Galicia. Los protegía de la lluvia, la nieve y la ventisca y ahora es el principal atractivo turístico de decenas de procesiones que se celebran en la provincia de Zamora, incluida la famosa Procesión de las Capas del Miércoles Santo en la capital.

Pero quien mejor ha retratado esta ceremonia tridentina y procesional es un extremeño, Rogelio García Vázquez, pintor de Maguilla, Rogelito para sus vecinos, que vivió más de 100 años y fue todo un personaje como he podido descubrir en los artículos que sobre él ha escrito Pepe Cancho, estudioso de la vida cotidiana y de la historia de Maguilla. Rogelio tiene obra en los museos Reina Sofía de Madrid y Bellas Artes de Badajoz y en otros museos de Chicago y Japón, además de los 50 cuadros que se exponen permanentemente en su pueblo.

En Maguilla, se le recuerda como el primer grafitero pues ya en los años 20 del pasado siglo pintaba dibujos al carboncillo en las paredes encaladas de las casas del pueblo. También pintaba carteles publicitarios para el telón del teatro escolar de Maguilla y era un gran bailarín de tangos.

Cuando entré en su museo maguillento, los ojos se me fueron hacia el cuadro de los cofrades de Aliste. Supe en ese momento que ya sabía a dónde quería ir en mi próximo viaje y así he llegado a Bercianos, donde el miserere, las mortajas y las capas me envuelven tan intensamente como me atrapó en Maguilla el cuadro de Rogelio.

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