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La sala del 091 es atendida de forma permanente con dos operadores y un jefe de turno. :: pakopí
El 091 de la Policía Nacional recibió  más de 100.000 llamadas en 2015

El 091 de la Policía Nacional recibió más de 100.000 llamadas en 2015

Los agentes estrenaron hace dos meses un nuevo sistema de gestión de comunicaciones que les marca el origen de la llamada en tiempo real

EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA

Domingo, 24 de enero 2016, 00:33

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A comienzos de enero, la sala del 091 de Badajoz recibió una llamada angustiada. El comunicante hablaba de la desaparición de una chica a la que no veía desde el día anterior. «Entró a primera hora de la tarde y coincidía con el hallazgo de una chica muerta en el pantano de Alange. Nosotros ya habíamos sido informados del suceso y eso permitió identificar con rapidez a la víctima», explica el subinspector de la Policía Nacional Blas Galván González.

Agente por vocación, este funcionario es uno de los jefes de turno de la Sala del 091, un servicio policial que durante el año pasado recibió más de 100.000 comunicaciones en la Comunidad Autónoma de Extremadura. «Esa llamada relacionada con lo ocurrido en Alange me entró a mí y de forma inmediata dimos aviso a los responsables de la investigación -el caso era llevado por la Guardia Civil-: estoy convencido de que fue clave para que se resolviera con rapidez», explica Galván.

Lo sucedido ese día demuestra la importancia que pueden tener cada una de las 100.000 llamadas recibidas cada año por la Policía Nacional de Extremadura. El jefe superior, Miguel García Izquierdo, defendió a principios de enero la importancia del 091 para esclarecer muchos de los delitos que se producen en las ciudades donde está presente la Policía Nacional y, en ocasiones, en el ámbito de actuación de la Guardia Civil.

Blas Galván lleva más de dos años trabajando como jefe de uno de los turnos de la sala del 091 en Badajoz y coincide en la valoración. «Para nosotros es el centro neurálgico donde se registra toda la actividad de la comisaría, tanto a nivel operativo como en la gestión de otras comunicaciones complementarias».

La primera área de trabajo tiene mucho que ver con la atención de las llamadas que realizan los ciudadanos extremeños que marcan en sus teléfonos fijos o móviles el número 091. En la sala que hay en la segunda planta de la Jefatura Superior de Policía, que está en Badajoz, se reciben las llamadas que se realizan desde el área metropolitana de Badajoz capital. Además, existen salas similares en las comisarías de Almendralejo, Don Benito-Villanueva, Cáceres y Plasencia.

Un día normal, los puestos de comunicación de Badajoz puede recibir entre 80 y 100 llamadas. En ocasiones incluso más, aunque sólo 70 u 80 hablan de cuestiones realmente operativas. «El resto nos llega de ciudadanos que solicitan información que no es estrictamente policial. Por ejemplo, una señora nos ha llamado estos días porque su madre había sufrido una caída», recuerda Galván.

Pero la Sala del 091 no sólo recibe llamadas telefónicas. También coordina las comunicaciones realizadas a través de los radioteléfonos que poseen todos los policías nacionales que trabajan en los servicios de seguridad ciudadana. «A veces nos piden antecedentes y otro tipo de informaciones que figuran en nuestras bases de datos».

Blas Galván tiene claro que los ciudadanos que hacen uso de esta sala se convierten en «los ojos» de la policía en la calle, puesto que informan en tiempo real. «Generalmente nos entran delitos contra el patrimonio como robos y hurtos».

Con frecuencia, el comunicante advierte de su deseo de no ser identificado. «Escuchamos mucho eso de yo informo pero no quiero saber nada -confirma el subinspector-. Nosotros garantizamos ese anonimato, pero por motivos de seguridad todas las llamadas son grabadas y son puestas a disposición judicial si el juzgado las solicita».

Gestionar bien los recursos

El trabajo que se realiza en la Sala del 091 es clave para la Policía Nacional. Entre otras razones, porque tienen la obligación de filtrar las llamadas en función de su gravedad. «Eso es fundamental, porque los recursos policiales son limitados y debemos utilizarlos bien».

Galván sabe que una correcta recepción de las comunicaciones permite encontrar el hilo del que luego tirar. «A todo se acostumbra uno, pero hay llamadas que te conmueven. Hace un par de años llamó un señor y me dijo: voy a matar a mi mujer. Luego, colgó el teléfono. En ese momento me dio un vuelco el corazón, porque teníamos que averiguar el origen de esa llamada para prevenir un posible crimen».

Cuando aquella llamada se realizó, la Sala del 091 sólo podía conocer el número de teléfono desde el que se había realizado, pero no su ubicación. «Gracias a la base de datos del 112 se pudo localizar el domicilio. Afortunadamente, la mujer estaba viva, pero en lugar de denunciar al marido, lo encubrió», afirma.

Desde hace mes y medio, los agentes cuentan con la Plataforma Séneca, un nuevo sistema informático que agiliza la atención de las emergencias. «Antes todo se reducía a un teléfono, un papel y un bolígrafo. Ahora, la llamada es localizada en un mapa que marca el origen de la comunicación».

En esa misma imagen aparecen todos los recursos policiales que están en la calle (coches patrulla, motocicletas...) y el servicio que están realizando, por lo que se puede dar una respuesta inmediata sin necesidad de establecer comunicación con todos ellos para ver cuál está libre. «Hemos dado un paso de gigantes», concluye Galván.

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