Los costes energéticos, un lastre para la competitividad

Uno de los grandes quebraderos de cabeza del nuevo consejero delegado pasa por los costes energéticos que especialmente penalizan al Grupo Gallardo Balboa. La inquietud pasa por lo que se llama sistema de interrumpibilidad y los cambios decididos por el Ministerio de Industria el año pasado. A través de ese sistema, el Estado subvenciona a las industrias electrointensivas por dejar de consumir energía en momentos de demanda alta. Se considera electrointensiva aquella que manufactura productos en los que el precio de la electricidad tiene un peso relevante en su costo final.

Desde noviembre, el precio se fija mediante subastas. A través de ellas las grandes industrias logran acceder a un precio mucho más asequible y, por tanto, logran que el costo final de su producción sea mucho mejor que el de las industrias de menor volumen.

Ese es el déficit de competitividad que tiene Siderúrgica Balboa respecto a sus principales competidores en España. Fuentes de la industria extremeña calculan que con los cambios normativos del Gobierno de Mariano Rajoy ha perdido un 50% de lo que recibía antes por el sistema de interrumpibilidad y, además, la electricidad le cuesta prácticamente también el doble respecto a las industrias que son su competencia.

Esos costes energéticos afectan directamente no solo a la empresa de Jerez en su negocio sino también a sus trabajadores a la hora de negociar convenios o expedientes de regulación. Por eso la plantilla de Balboa protestó hace unos días contra el nuevo sistema implantado por el Gobierno.