Borrar
Retrato de Sebastiana hecho por Victorio Montes. :: V. M.
Ceclavineras
UN PAÍS QUE NUNCA SE ACABA

Ceclavineras

El pueblo que nunca se arruga muestra fotos de Victorio Montes

J. R. Alonso de la Torre

Miércoles, 30 de julio 2014, 08:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La mujer de la foto se llamaba Sebastiana. Vivió y murió soltera. Pero en Ceclavín la recuerdan paseando con su perro, Moro, y orgullosa de sus arrugas porque en cada surco de su cara estaba escrito un renglón de la lucha por la vida. Ceclavineras, mujeres recias, acostumbradas a bregar en un pueblo de supervivientes, un pueblo península separado de Portugal, Alcántara y Cáceres por tres ríos, con un istmo por el camino de Coria, que servía para que vinieran a veranear los obispos hasta que la autoridad episcopal intercambió la villa de Ceclavín con la de Villanueva de la Sierra, de veranos más livianos.

Sebastiana aparece retratada por Victorio Montes, un ceclavinero aficionado a la fotografía que recorrió medio mundo inmortalizando lo que le llamaba la atención. 40 de esas fotos forman parte de una exposición que se inaugurará en el Museo del Aceite de Ceclavín el próximo 11 de agosto.

Este pueblo siempre fue un sitio distinto. Es diferente su vino de pitarra, su uva de mesa gen portugués, sus mazapanes, su pan de caramelo, su chanfaina con sangre y tripas de cordero finamente picadas, solo semejante a la de Cedillo. Es original su cerámica con chinitas, remedada solo en la portuguesa Nisa. Hasta es exclusivo su guiso del chorizo de matanza, que comparte con Torrejoncillo, al igual que la estética manierista de sus orives. Fronterizo y particular es su queso de cabra, su gazpacho verde de poleo, su inimitable postre crema de arroz, sus higos, sus almendras y hasta sus pasas, tan famosas ya en la Edad de Oro de nuestra literatura que, en un texto jocoso del siglo XVI, un personaje faltón insulta a una dama acusándola de tener una cara más arrugada que una uva pasa de Ceclavín.

Arrugas... Sebastiana como imagen de un pueblo que nunca se arrugó. Entre los siglos XVI y XVIII Ceclavín vivió un tiempo dulce. Se nota en su exquisito retablo, uno de los más importantes de Extremadura, traído de Valladolid en 1553 y pagado a escote por el pueblo. En esos siglos, el municipio se llenó de ermitas campestres y urbanas y también llegó a ser el pueblo con más actividad contrabandista de la región.

Ceclavín estaba en la ruta más corta entre Lisboa y Madrid y los contrabandistas, que solo dependen de sí mismos, manejaban el tráfico ilegal de mercancías desde Ceclavín. Esta situación geográfica estuvo a punto de beneficiar al pueblo cuando se planificó la conexión ferroviaria entre Madrid y Lisboa. El trazado se hizo con lógica por el camino más corto: a través de Plasencia, Ceclavín, Zarza la Mayor y Castelo Branco. Una hilera de mojones del siglo XIX certifica lo que pudo ser y no fue porque las vías del tren no eran independientes como un contrabandista, dependían de los caciques de la época. Pero los ceclavineros no se arrugaron. Se dedicaron al comercio y acabaron siendo motejados los catalanes de la provincia: un tercio de los negocios históricos de la calle comercial por excelencia de Cáceres, Pintores, fueron montados por ellos.

En ese Ceclavín pintoresco y particular, sin arrugas, nació Victorio Montes en 1960. Su futuro como fotógrafo se malogró al morir muy joven, en 2001. Una de sus fotos, que reproduce la fachada de una casa en ruinas, fue la portada de la primera novela de Álvaro Valverde: 'Las murallas del mundo'. El escritor le dedicaba un sentido artículo a raíz de su muerte y contaba cómo en esa fotografía se veía la fachada de una casa en ruinas. Curiosamente, esa fachada fue, con el tiempo, la de una librería que aparece en la novela. Es más, la piedra de otra fachada, que se aprecia a través de unos balcones, pertenece al palacio de otro personaje que se esconde en las páginas de la obra de Álvaro Valverde. Casualidades fotográficas y literarias.

Victorio disparó su clic prodigioso por la antigua URSS, Cuba, Italia o Finlandia. También en Europa central y del Este, que recorrió en autobús. Sus mejores fotos se podrán admirar este agosto. También la de Sebastiana. Tan arrugada. Tan ceclavinera.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios