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El Al Andalus serpentea entre los olivos en Jódar, que los árabes llamaron el 'almacén del aceite', que junto con Garcier es la primera productora de Jaén. :: Juan José Insa Sánchez
El Al Andalus descubre Extremadura

El Al Andalus descubre Extremadura

Renfe gestiona el tren turístico andaluz, «un palacio sobre raíles» que inicia recorrido por tierras de la región sin abandonar su salida clásica

MIKEL ITURRALDE/L. E.

Domingo, 29 de junio 2014, 09:30

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Cuentan las crónicas medievales que, allá por aquellos hazañosos tiempos de moros y cristianos, Abderrahman Ibn Marwan se enfrentó al Califato de Córdoba y emprendió una huida hacia adelante que le granjeó un sitio destacado en la Historia. Lleno de sentimientos de rebeldía e independencia, características destacadas en el alma tensa y abrupta de los extremeños, la sublevación de al-Yilliql (es decir 'el gallego', no porque fuera oriundo de lo que hoy conocemos como Galicia, Asturias y el reino de León, sino porque sus ancestros provenían de los reinos cristianos) y sus escaramuzas contra los omeyas cordobeses quedaron para siempre glosadas en decenas de escritos de cronistas musulmanes que cantaron a la figura de este insigne caudillo, al que Badajoz rinde tributo como fundador de la ciudad.

Ibn Marwan era un muwallad (muladí), un renegado de su religión que, mediado el siglo IX, vivía en Mérida. La ciudad que le vio nacer es una «población abigarrada de bereberes levantiscos, muladíes aventureros, judíos cosmopolitas y mozárabes cuyo hispanismo se mantenía llameante».

Doce siglos después de que Ibn Marwan cabalgara y campara por las tierras extremeñas y se enfrentara a los emires de aquel reino, otra conquista, nada cruenta, se ha producido esta semana. Bajo el nombre árabe ha circulado un auténtico y soberbio palacio sobre ruedas, un placer para los sentidos y una irresistible propuesta turística. Con ese nombre tan llorado por los árabes, recorre las tierras andaluzas desde hace treinta años uno de los trenes turísticos de lujo más importantes del mundo. Sus magníficos coches salón y sus lujosas habitaciones se integran en perfecta armonía con la tecnología y las comodidades del siglo XXI en unas joyas históricas ferroviarias. El 'Al Andalus' conjuga los recursos culturales, paisajísticos y gastronómicos, y se ha adentrado por primera vez en tierras de Extremadura en un paquete turístico de primera calidad, en ruta ascendente hacia Madrid, recorriendo los parajes más sobresalientes al paso por Mérida, Cáceres, Toledo y Aranjuez.

Coches de los años 20

En 1983 inició su andadura este hotel de cinco estrellas sobre ruedas y pronto atrajo a turistas adinerados -no olvidemos que ese es el objetivo de su puesta en marcha- atraídos por la novedad de la oferta y la exquisitez y opulencia del convoy que Renfe había conseguido reunir. Catorce coches con capacidad para 74 personas, la mayor parte de las veces arrastrados por una locomotora mixta de la serie 319 de la operadora española. La composición se organizaba con un coche cocina; dos vehículos restaurante, 'Alhambra' y 'Gibralfaro'; un coche bar, 'Giralda'; otro dedicado a salón y juegos, 'Medina Azahara'; siete carruajes cama; uno más para el personal, y un furgón generador. Todos estaban equipados con aire acondicionado y calefacción, de forma que el viaje se hiciera posible en cualquier estación.

El tren, un auténtico lujo para los sentidos, pretendía recuperar el espíritu de la época dorada del ferrocarril y proponía un recorrido circular por Andalucía, que aún hoy es su oferta tradicional: Sevilla, Córdoba, Úbeda y Baeza, Ronda, Cádiz y Huelva; para volver a la capital andaluza después de haber disfrutado a conciencia de todos los placeres de esa tierra. Un viaje romántico y suntuoso en el que -y esto es lo mejor- no hay que preocuparse de nada: el billete incluye entradas a todos los monumentos de interés, guías y espectáculos. Las comidas también están incluidas y casi a la altura de los monumentos que se visitan. Como en aquellos tiempos nostálgicos, el viaje se hace despacito, sin prisa, disfrutando del cambiante paisaje andaluz. ¿Lo peor? Acostumbrarse, despertar y volver a la realidad diaria.

Con el paso de los años, el 'Al Andalus' da forma a una propuesta ferroviaria y turística de irresistible atractivo. Y la oferta se amplía con nuevos itinerarios. Sin dejar de recorrer Andalucía, el pasado año inició un trayecto por tierras ibéricas (Ávila, Segovia, Salamanca, Burgos, Miranda de Ebro y Pamplona), se adentró en los abruptos parajes gallegos (León, Ponferrada, Monforte de Lemos, Orense, Santiago y A Coruña) y experimentó, con salidas de temporada, nuevas experiencias en La Rioja y El Bierzo, que cerró con un viaje especial por San Valentín (Sevilla, Ronda y Málaga).

Este año ha recibido el bautismo por las poblaciones extremeñas para acabar el viaje en los pueblos que bañan el Tajo y el Manzanares.

El pasado lunes el convoy llegó ya a última hora a Zafra, donde pasó la noche. Por la mañana, tras el desayuno, los ilustres viajeros conocieron la ciudad.

En la segunda jornada de trayecto por tierras extremeñas el tren llegó a Mérida después de comer y permaneció allí hasta la mañana siguiente. Ya de camino a Cáceres, los usuarios degustaron un desayuno concebido por Toño Pérez, cocinero de Atrio, que con dos estrellas Michelín pasa por ser la referencia de la gastronomía extremeña.

Toda la jornada se empleó en visitar la capital cacereña, con comida incluida en Atrio y una posterior visita a la bodega del restaurante.

Ya el jueves, el convoy llegó al Parque Nacional de Monfragüe, donde paró para una visita durante la mañana. De nuevo en el tren, los viajeros comieron rumbo a Toledo, la siguiente parada en el itinerario.

El 'Al Andalus' fue concebido a imagen y semejanza del mítico 'Orient Express', para recorrer la abrupta piel de Andalucía mostrando sus paisajes más inaccesibles desde las ventanillas de unos modernizados coches-cama. Durante cierto tiempo, circuló la leyenda de que en uno de esos vehículos que recorren la piel de toro llegó a viajar el mismísimo rey de Inglaterra, si bien es un dato que nadie ha confirmado y mucho menos testificado con una imagen.

Pero ya se sabe que hay cuentos que calan hondo en la creencia popular y que son difíciles de rebatir y desterrar. Lo cierto es que este convoy dispone de cuatro joyas ferroviarias, cuatro coches salón de 1928 y 1930 de la Compañía Internacional de Coches Camas (bautizados en los 80 como 'Giralda', 'Medina Azahara', 'Alhambra' y 'Gibralfaro'), zonas comunes a los viajeros que están destinadas al ocio y al placer de los sentidos, que fueron completamente restaurados, manteniendo su decoración original, aunque añadiéndoles elementos de confort de los trenes modernos. También forman parte del lujoso convoy cinco coches WL16x 3500, unidades provenientes de la citada compañía y reformados por Sunsundegui en 1985 en coches de cinco departamentos con aseo completo, así como otras unidades con cierta relevancia en la trayectoria de la operadora ferroviaria española.

El glamour de este convoy no pasa desapercibido y su fantástica imagen ha despertado la imaginación de publicistas y guionistas que lo han requerido para algunas de sus secuencias en anuncios y películas. Sin ir más lejos, la productora de la película 'Knight and Day', protagonizada por Tom Cruise y Cameron Diaz, utilizó el 'Al Andalus' para grabar algunas tomas en la estación sevillana de Santa Justa, transformada al efecto en la austriaca terminal de Salzsburgo. La composición estaba formada por siete coches y el generador. Por cierto, una locomotora del 'catalán' Talgo (252.043) encabezaba el convoy.

Sorprendentemente, el tren entró en un evidente declive que, en otoño de 2005, precipitó su último viaje comercial, y se agudizó meses más tarde con la quiebra de Iberrail, compañía coparticipada por Renfe, Viajes Marsans y Halcón que había obtenido la explotación de manos de la operadora ferroviaria. Los flamantes coches quedaron varados en la estación sevillana de San Pablo y alguno llegó a sufrir los efectos de los vándalos del espray.

Feve lo rescató en 2011 y pujó por hacerse con sus servicios, alentada por el éxito comercial del Transcantábrico. Heredero del viejo hullero, este tren alcanza altas cotas de ocupación con clientes de gran poder adquisitivo, en su mayor parte extranjeros. Los mercados internacionales aportan más del 65% de los clientes, predominando los turistas procedentes de Australia, México, Alemania, países nórdicos, Reino Unido y Portugal.

El convoy de origen andaluz cuenta con 74 plazas, distribuidas en 32 cabinas de dos camas individuales y otras cinco con cama de matrimonio, bar, salón recreativo y restaurante. Con 456 metros de longitud, el 'Al Andalus' es una de las composiciones más largas que existen en el mundo.

«El viaje se mide en amigos, no en kilómetros». No importa el autor de la frase; tampoco es alguien muy conocido, pero bien puede ser el lema de este circuito ferroviario.

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