Caja Rural demanda otros 14.000 euros a una empresa de la que Nogales es administrador

La deuda de la sociedad con Caja Rural es por un lado de 7.644,84 euros de una línea de descuento financiero que no ha cubierto, y de 5.839,64 euros por un préstamo pyme pendiente de pago y que la entidad financiera ya ha reclamado judicialmente aunque no ha podido cobrarla. Además, Albarregas SA tiene un descubierto en una cuenta de 192,72 euros. Esta cantidad de casi 14.000 euros se suma a la reclamación conocida esta semana de algo más de 20.000 euros, más intereses y otros conceptos, que la caja demanda a Nogales a título individual.

Además de administrador único, cargo que sigue desempañando porque no consta oficialmente lo contrario, Nogales fue uno de los siete socios que desembolsó dinero para su puesta en marcha. Puso 750.000 pesetas de tres millones suscritos en acciones. Entre los socios está la propia Caja Rural, representada entonces por Román Prieto, que era su secretario general. La mayoría de los socios eran titulares de 60 acciones, valoradas en total en tres millones de pesetas, aunque solo tres cubrieron toda esa cantidad.

Esta semana el diputado de IU ha sido noticia debido a la reclamación judicial que Caja Rural ha decidido tramitar por un crédito impagado del diputado, en este caso personal, que se le concedió el 22 de junio de 1995 por valor de 21.400 euros. El propio Nogales aseguró después que ese crédito, del que dijo no tener noticias desde 1998, lo había pedido para montar una empresa.

Cliente y prestamista a la vez

Albarregas SA se constituyó medio año después de la aprobación de ese crédito. Su fecha oficial de nacimiento es el 31 de enero de 1996, con sede social en el domicilio particular de Nogales en Zafra. Surgió con un capital social de 30 millones de pesetas y al frente de la misma se estableció como administrador único a Alejandro Nogales Hernández.

El actual parlamentario era titular de 60 acciones, con un valor de tres millones de pesetas. Otro socio era Caja Rural (con igual número de acciones y que entregó los 3 milllones que valían las mismas). Es decir, la entidad era de un lado socio de un proyecto empresarial al que prestó dinero, y a la vez, cumpliendo con su papel financiero, después se lo ha reclamado.

Además de Nogales y Caja Rural, también eran socios Construcciones Autoportantes SL, sin actividad desde hace años, con 12 millones en acciones; Manuel Parejo, que fue secretario general del PCE extremeño y diputado en la Asamblea; Martín Dámaso Alfonso Polo, histórico dirigente comunista cacereño; José Luis Díaz Pérez, vecino de Santa Amalia; y el villanovense Julián Robles Luengo. Desde el 17 de julio de 1998, su domicilio social pasó de Zafra a Almendralejo, al semillero de empresa del polígono industrial. En la actualidad, el capital social de la empresa es de 180.303,53 euros, el doble de cuando apareció.

HOY ha tratado de obtener más información al respecto de Alejandro Nogales. El diputado no ha querido hacer declaraciones.

Sí se pronunció ayer Román Prieto, entonces secretario general de Caja Rural y representante de la entidad en la constructora en su papel de asociado. En una primera impresión dijo no recordar nada. Tras unos segundos de silencio, y al comentarle HOY el nombre de algunos socios, entre ellos el de Parejo, indicó. «Quiero recordar que algo se intentó hacer de autopromoción de viviendas o de viviendas prefabricadas o algo relacionado con la construcción pero duró muy poco», expresó.

Román Prieto agregó ayer que la sociedad se disolvió, al menos en la práctica. Cuestionado por qué Caja Rural no reclamó lo prestado, aseveró que « a mí no me suena que fuera una actividad como tal para estar pendientes de ella en el sentido de que tuviera una gran actividad económica. Tendría que ver el Registro Mercantil». Eso sí, recalca que la obligación de la caja es reclamar los impagados forme parte o no de ellas en el caso de empresas.

Otro de los socios, José Luis Díaz Pérez, asevera que perdió 6,5 millones de pesetas en la empresa. Recuerda que se constituyó para viviendas «muy baratas pero se entregaron a subcontratas y no funcionó. No sé por qué». Concluye que Albarregas SA se fue a la quiebra «al año y medio o así», informa F. Horrillo.