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Celestino J. Vinagre
Miércoles, 11 de junio 2014, 12:51
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Una de las grandes empresas extremeñas del sector de la construcción y la mayor centrada en la fabricación de ladrillos echa el cierre, y desaparece. Cerámica Arco de Caparra SA (Cerarca) no logra solventar sus problemas financieros ni tampoco el convenio pactado dentro del concurso de acreedores. El convenio debía ser ratificado por sus acreedores, pero la falta de un mínimo de ellos en la junta convocada para ese fin a finales de mayo lo ha impedido. Y, por tanto, Cerarca se dirige automáticamente a su liquidación.
La empresa radicada en Guareña entró hace un año en concurso de acrredores. Dedicada a la fabricación de ladrillos huecos de gran tamaño, fue inaugurada en el año 2007 y contó con la participación accionarial de Sofiex con un 37% del capital social. Llegó a contar con algo más de medio centenar de trabajadores.
Este diario publicó además que el Ministerio de Hacienda le reclama 2,2 millones en incentivos adjudicados en 2006. Se le concedieron exactamente 2.273.403,16 euros, cantidad que fue cobrada en 2008. Hacienda afirma que ha incumplido la condición de invertir 16,2 millones durante cinco años, y que ha mantenido 20 puestos de trabajo de los 22 que le correspondían.
Los administradores concursales de la fábrica de Guareña manifestaron en febrero de este año a HOY que la empresa ha recurrido en vía judicial (sala contencioso-administrativo del Supremo), la decisión que les obliga a devolver la subvención percibida más otros 616.146,13 euros de intereses de demora (desde 2008 a 2013).
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