Ventura Díaz: «Diluvió los tres días y se lo tomó en clave positiva»

Se puede afirmar que Antonio Ventura Díaz ha sido el enlace entre Extremadura y la Casa Real. Y no se le olvida una visita del príncipe Felipe a Guadalupe, cuando el heredero ya estaba a punto de marcharse en helicóptero desde un helipuerto improvisado en un campo de fútbol y el futuro Rey volvió un centenar de metros sobre sus pasos para despedirse de él estrechándole la mano antes de despegar.

Entre 1982 y 2011, el que fuera vicepresidente de la Junta de Extremadura, consejero de Cultura y, tras abandonar la política en 1995, director de la Fundación Europea de la Academia de Yuste hasta 2013, ha coordinado todas las visitas de sus majestades a la comunidad autónoma, a excepción de aquellas de carácter militar.

Ventura Díaz decía ayer que don Juan Carlos tuvo un sentimiento especial hacia esta comunidad que ya conocía de arriba abajo antes de reinar debido a que su padre, exiliado en Estoril (Portugal), elegía Extremadura por proximidad cuando quería venir de incógnito a España.

Sin agua caliente un día antes

Sin embargo, él destaca por encima de todas sus visitas la de Las Hurdes en 1998, «cuando estuvo diluviando durante los tres días y el Rey se lo tomó en clave positiva, afirmando que él había traído el agua. Por su parte, la Reina se volcó con aquel viaje y se identificó con la región de una manera increíble, ya que supuso un gran esfuerzo para todos pues la zona no es precisamente llana y en el viaje se anduvo mucho mientras no paraba de llover».

Durante aquel viaje estaba previsto que pernoctaran en una casa forestal de la Junta de Extremadura entre Pinofranqueado y Caminomorisco. Y ahí llegó el mayor brete en el que se vio Ventura Díaz: «La casa no tenía agua caliente, tuvimos que apañar una instalación con urgencia y justo el día antes de la llegada de la Familia Real la obra de albañilería se vino abajo. Yo no sabía dónde meterme, pero al final conseguimos solucionarlo».

Otras visitas posteriores del monarca se han producido en el marco de la Academia Europea de Yuste, institución que Ventura Díaz ha dirigido. «Los encuentros allí con Helmut Kohl, Jacques Delors o Jorge Sampaio fueron todas muy emotivos y el Rey estuvo absolutamente volcado desde el punto de vista institucional y afectivo, sobre todo en el caso de Kohl (...). En cuanto al príncipe recuerdo que se le vio visiblemente afectado cuando acudió a Badajoz al funeral de las víctimas que provocó la riada de 1997».

«Levantó el pulso al país»

Para Ventura Díaz, que tiene en la Casa Real a algunos de sus mejores amigos, el momento la abdicación marca «un acontecimiento histórico sin paliativos porque el Rey es el referente institucional por antonomasia. Los españoles, sobre todo las nuevas generaciones y por culpa de la generación mía, no nos hemos ocupado de manera suficiente de inculcar lo que supuso la figura de Juan Carlos, ya que levantó el pulso a nuestro país trayendo la democracia. Yo opino que los españoles no valoramos la imagen de nuestros personajes hasta que mueren, como ha ocurrido con Adolfo Suárez. Aquí, por un sentido de la dignidad absolutamente primario, creemos que no se pueden hacer homenajes en vivo y es un desgraciado lastre, pero su figura la pondrá en su sitio la Historia y pesará más lo positivo que lo negativo».