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Juan Soriano
Martes, 1 de abril 2014, 11:56
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Tres años de prisión por un presunto delito de abusos sexuales y dos más por otro de coacciones. En total, un hombre se enfrenta a una petición de condena de cinco años de cárcel por unos hechos cometidos contra su propia hija. El acusado niega lo ocurrido y sostiene su inocencia.
La Fiscalía de Mérida afirma en su escrito de acusación que el hombre se metió en la cama de su hija y, con ánimo lujurioso, le puso la mano en el pecho. A continuación, la víctima se tapó con una sábana. Los hechos tuvieron lugar en una fecha no determinada entre el verano de 2011 y mediados de 2012.
En cuanto al presunto delito de coacciones, afirma que tras lo ocurrido el padre se acercó a su hija, que en ese momento se encontraba en un parque con unos amigos, y la amenazó para que no contara nada.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Mérida, acogerá la semana próxima el juicio por estos hechos
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