El chocolate de la Raya
Laura endulza los paladares de la frontera desde Castelo de Vide
«Las cosas vinieron solas, no con estrategias como estudié en la facultad de Económicas», confiesa Laura Marques. Estamos sentados en su 'Toca do Chocolate', un bello local del casco medieval y judío de Castelo de Vide, a 20 minutos de Valencia de Alcántara, una chocolatería con aroma de salón familiar donde se puede tomar una taza de chocolate de Santo Tomé, un capuccino de chocolate, un chocolate blanco con caramelo a la sal... O bombones de queso de Nisa, de castaña, de cardamomo y aceite, de canela y nata...
Publicidad
Como es temprano y hay que espabilar, hemos pedido un café expresso. Laura nos lo sirve en una taza preciosa de porcelana floreada, que nos recuerda aquella loza de Macao de las vitrinas de nuestras abuelas: nunca se usaba, pero siempre estaba. En casa de Laura, todo se usa: las copas de Oporto, las jarras de chocolate, esta tacita delicada de café colocada sobre una mesa con patas de máquina de coser, encima de un mantel que reproduce un cuadro de Castioto, pintado en 1720 en Portugal y titulado 'Tomando chocolate'.
Laura Marques es de Lisboa. Durante 20 años trabajó en el mundo de las finanzas. Pasaba la jornada laboral metida en su escritorio. En 2003, decidió cambiar de vida: dejó las finanzas y creó una marca de productos gastronómicos portugueses llamada Casta Lusa. «Cuando empezó la crisis en 2008, comprendí que debía volver a arriesgarme y venirme a esta Serra de San Mamede, un territorio mágico que inspira», explica su llegada a Castelo de Vide.
En este pueblo rayano y monumental, encontró un local con un precio justo, un ambiente reconfortante y una manera de vivir, en contacto con la gente y no aislada en un despacho, que la motivan. «Fue un riesgo, sí, pero ha sido enriquecedor y este territorio auténtico me permite hacer un trabajo creativo. Abrí la 'Toca do Chocolate' en 2013 y estoy muy satisfecha», afirma.
Nos rodean vitrinas, armarios y estantes de maderas nobles, muebles que Laura Marques se trajo de su despacho lisboeta. Detrás de cada cristal, encima de cada balda, tientan delicias como compotas artesanas de manzana con jengibre o de mirtilo con chocolate, geles de moscatel o de vino de Oporto, saquitos de chocolate belga o ecuatoriano para cocinar, licor de manzana bravo, típica de esta sierra, y los bombones más impensables: de sangría de vino espumoso, de poleo...
Publicidad
«Crear productos en Lisboa no era fácil, pero encontrar distribución en Castelo de Vide, tampoco», reconoce Laura. A base de esfuerzo e imaginación, ha conseguido la síntesis entre la creatividad y el mercado. «Por un lado, a través de internet, estoy en contacto con los chocolateros de todo el mundo, pero por otro, estoy en contacto directo con mis clientes y conozco sus gustos», detalla.
¿Y cuáles son los gustos de los extremeños que cruzan la frontera y descubren la 'Toca do chocolate' callejeando por Castelo de Vide? «Quieren chocolate caliente, les gustan mis tartas porque no son húmedas, pero sí golosas», responde Laura Marques al tiempo que nos da a probar un 'scone', dulce de inspiración inglesa. «Los portugueses llevamos el té a Inglaterra y nos trajimos estos dulces de harina, mantequilla, agua y leche», apunta.
Publicidad
A pesar de estar lejos de Lisboa, ha conseguido que los distribuidores de sus chocolates se acerquen hasta Castelo de Vide a conocer el producto y hacer pedidos. Laura tiene el certificado de artesana europea y en la Feria Nacional de Agricultura de Santarem, gana todos los años, desde 2014, un premio al mejor bombón. Y así, sin estrategia, con intuición, Laura se ha convertido en la referencia chocolatera de la Raya.
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión