Así se hizo la foto de los candidatos a alcalde de Badajoz

El lugar elegido es un rincón casi desconocido para muchos pacenses. Una vez pasada la puerta de Carros, se gira a la izquierda para entrar en una explanada con la muralla rehabilitada y unas vistas espectaculares sobre el río Guadiana y el fuerte de San Cristóbal.

Los candidatos aparecen puntuales. La mayoría de ellos acompañados por los equipos que les siguen estos días. Los partidos mayoritarios con personas contratadas, los locales con voluntarios y alguno con un familiar.

Mientras aparecen los últimos, el resto se va acercando a la muralla. «Nos vamos a hacer la foto en la artillería, desde aquí se disparaba al Fuerte de San Cristóbal», indica Marcelo Amarilla. «Lo sé por alguna visita que hemos hecho con el colegio», dice este profesor del Luis de Morales.

La candidata de Cs, Ángela Roncero, llama la atención vestida de blanco inmaculado con un chaleco naranja y uñas maquilladas del mismo color. Aunque sea el color de moda, es sobre todo el tono de su partido. «Si llego a ser alcaldesa, voy a hacer todo para que la Alcazaba no se queme», suelta junto al que ha sido su jefe hasta hace unos meses. Roncero era empleada de confianza del alcalde Gragera en el Ayuntamiento hasta finales de diciembre.

El resto habla del tiempo, del fresquito que hace a primera hora. «Don Alejandro», saluda alguien a Vélez, candidato de Badajoz 5 Estrellas que fue número uno con Vox en 2019. «No, no. Don Alejandro me dicen cuando estoy en la cárcel», bromea el funcionario de prisiones en excedencia que acaba de crear un partido local para quedarse con los indignados de la derecha en la ciudad.

En esas, el socialista Ricardo Cabezas le dice que ya ha recibido su propaganda electoral en el buzón de casa. El fotógrafo José Vicente Arnelas les pide una simulación de la foto y ellos dos bromean sobre que están demasiado juntos. «Si hemos acabado la legislatura del mismo lado», le dice Vélez al candidato socialista tras las críticas que ha dirigido en los últimos meses a su socio Ignacio Gragera.

La conversación de Vélez y Cabezas queda en el aire porque hace su aparición el último candidato que faltaba.

Como no dejan pocas cosas al azar, quizás Joaquín Parra llega un par de minutos tarde para que se le vea bien y se note su presencia. A primera hora de la mañana de este miércoles no se había conocido aún la calificación de la Fiscalía de Málaga, que le pide 15 años de cárcel y una multa de 45 millones de euros por un presunto fraude en hidrocarburos en su red de gasolineras. La Fiscalía considera responsable subsidiario de blanqueo de capitales al CD Badajoz, al que aportó dos millones de euros durante sus años como presidente.

Pero él, que ya lo sabe, llega como una rosa. Con una chaqueta tipo sahariana clara sobre camisa negra se va directo al candidato socialista, Ricardo Cabezas, y le da un abrazo. Sigue con los achuchones a todos los que conoce, incluso al candidato a la reelección, Ignacio Gragera, tras los desencuentros que tuvo con el PP en su etapa de presidente del club de la ciudad. Gragera y Parra apenas hablan en todo el encuentro. Al resto, le da la mano, pero con cercanía.

Cada uno mantiene su tono habitual. A Cabezas le salen risas nerviosas de vez en cuando, Gragera se mantiene en actitud correcta y pocas palabras. Erika Cadenas (Unidas Podemos) con simpatía y Carmen Flores, de Levanta con corrección.

Empiezan las fotos. Las primeras, con el fuerte de San Cristóbal al fondo. Le siguen otras andando por el camino de ronda. Primero juntos, después por separado.

Los candidatos vuelven a punto de inicio, otra imagen, pero con la muralla lateral, la que da por fuera hacia el monumento de Ibn Marwan de fondo. Entre una y otra, los candidatos charlan sobre los próximos encuentros. El debate que esa misma tarde iban a tener en Suerte de Saavedra y las charlas que están dando por separado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

El fotógrafo vuelve a la parte alta, junto a la carretera por la que suben los vehículos. Les pide que se acerquen y van subiendo. Se colocan y posan andando.

El fotógrafo ya ha dado varias veces al 'click' cuando se advierte que falta el candidato de Extremeñistas, Juan Ramón Gamero, que se quedó rezagado con el móvil dando por terminada la sesión unos minutos antes. Le llaman, esperan y repiten las poses. Entre varias, sale la foto seleccionada. Unos 30 minutos después de los saludos, la sesión se da por terminada.

Aún así se forma un nuevo corrillo y continúan los comentarios intrascendentes de estos días. Y Parra suelta:

-A Ángela hay que votarla por guapa.

–¿Me estás llamando mujer florero?, le replica la candidata de Ciudadanos.

Ella aprovecha para tomar la palabra y advertir del «desencantado de los votantes con todos os que estamos aquí». «Que voy a los barrios y a las asociaciones, y me dicen que no se les arregla nada».

–«Así llevo yo ocho años, Ángela», le espeta Ricardo Cabezas.

– «A mí me tratan de puta madre», añade Joaquín Parra.

– «Madre mía, de verdad», responde medio abochornada Erika Cadenas, de Podemos.

–A mí me preocupa la abstención por desencanto, insiste Roncero ante la mirada callada de Ignacio Gragera.

Llega el momento de acabar y algunos se dirigen a sus coches. Parra es uno de los primeros en arrancar el suyo. Los que quedan andando se preguntan qué marca es: Un Bentley Bentayga. No duda en acelerar. Llega y se va llamando la atención.